nudo de carreteras
Automoviles

El vehículo conectado no habla solo con otros coches: también se comunicará con la carretera

17 de enero de 2018

Para que de verdad los coches puedan conducir de manera autónoma sin necesidad de intervención humana no solo deben comunicarse entre sí —lo que se conoce como V2V, Vehicle to Vehicle—, sino que lo harán también con el entorno que les rodea —V2I, Vehicle to Infraestructure—, con la red de telecomunicaciones —V2N, Vehicle to Net— y con los peatones —V2P, Vehicle to Pedestrian—. La combinación de todos estos protocolos es lo que se conoce como V2X —Vehicle to X—.

Cruce de calles con tráfico

La comunicación entre todos

Vehículo a X se refiere a un sistema de transporte inteligente donde todos los vehículos y los sistemas de la infraestructura están interconectados entre sí.

La conexión entre todos estos elementos ayudará a proporcionar un conocimiento más preciso de la situación del tráfico en toda la red de carreteras, lo que a su vez ayudará a mejorar el tráfico, reducir la congestión y los accidentes y minimizar las emisiones de gases.

Pero para que todos estos elementos estén conectados entre sí, se necesitan varias tecnologías, como Vehicle2X, que permite a los vehículos transmitir automáticamente mensajes sobre las condiciones del camino, el flujo de tráfico y los obstáculos antes de que aparezcan en el rango visual del conductor.

Esta misma tecnología se aplica a otros medios de transporte inteligentes, aunque cambiando su denominación: Rail2X (trenes), Ship2X (barcos) y Airplane2X (aviones). Sin embargo, aún se está definiendo cómo deben ser sus protocolos.

Además de la comunicación entre vehículos, entran en juego otros aspectos, como la comunicación de los coches con la infraestructura (V2I). Este protocolo permitirá que los coches puedan controlar las señales de tráfico y conocer quién tiene prioridad en determinadas situaciones. Si los coches inteligentes podrán saber en todo momento la ruta idónea es porque conocerán el estado del tráfico en tiempo real, algo que es posible con las tecnologías Vehículo a Red (V2N). Y, dado que no están solos, también se está desarrollando el diálogo Vehículo a Peatón (V2P), con el que se podrán crear alertas de seguridad para peatones o ciclistas.

Se trata, por tanto, de ofrecer un conocimiento 360º de todo lo que hay alrededor de los vehículos para mejora de la seguridad: conocer las posibles intersecciones o condiciones ambientales de nuestra ruta, optimizar el tráfico rodado al evitar acelerones y frenazos bruscos…

Fila de coches

Por qué es importante V2I

V2I es un modelo de comunicación que permite a los vehículos compartir información con los componentes de las carreteras y otras vías de circulación: lectores y cámaras RFID, semáforos, líneas de carriles, farolas, letreros, parquímetros, señales de tráfico…

La comunicación V2I suele ser inalámbrica y bidireccional. Es decir, el vehículo es informado sobre los datos de la carretera a través de una red específica para este cometido, y viceversa. De forma similar a la comunicación vehículo a vehículo (V2V), V2I utiliza frecuencias dedicadas de comunicación de corto alcance (DSRC) para transferir datos.

Para ello es necesario crear un sistema de transporte inteligente (ITS), en el que los sensores V2I pueden capturar datos de infraestructura y proporcionar a los viajeros avisos en tiempo real sobre condiciones tales como el estado de las carreteras, congestión de tráfico, accidentes, zonas de construcción y disponibilidad de aparcamientos.

Asimismo, los sistemas de supervisión de la gestión del tráfico pueden utilizar datos de la infraestructura y del vehículo para establecer límites de velocidad variables y ajustar la fase y la sincronización de la señal de tráfico (SPaT) para aumentar el ahorro de combustible y el flujo de tráfico.

En enero de 2017, el Departamento de Transporte de los Estados Unidos anunció la guía ‘Federal Highway Administration (FHA) V2I’, dirigida a mejorar la seguridad y la movilidad acelerando el despliegue de los sistemas de comunicación V2I. La guía tiene como objetivo ayudar a los gobiernos estatales y locales a prepararse para acomodar las iniciativas de vehículos a las infraestructuras y administrar los datos que la apoyan.

Coche en la ciudad

¿Quién manda realmente?

Por tanto, podemos decir que V2I tiene un papel de coordinación, ya que gracias a esa recopilación de información global o local sobre el tráfico y las condiciones de la carretera, es capaz de sugerir o imponer ciertas normas en un grupo de vehículos.

Por ejemplo, este sistema de comunicación será el encargado de determinar la velocidad y la distancia de seguridad entre vehículos en función de las condiciones de tráfico.

Estas recomendaciones se pueden hacer llegar a través de letreros luminosos en la carretera o directamente a los vehículos a través de estas comunicaciones inalámbricas —de forma que se integren en los controles del vehículo y se apliquen de forma semiautomática.

Coches circulando por la calle

V2I es un sistema complejo y tiene, por tanto, que ser capaz de detectar y priorizar muchas circunstancias, como:

  • Detectar y responder a los cambios de límite de velocidad y avisos de velocidad.
  • Salidas del Carril y lugares de estacionamiento.
  • Detectar y responder a la invasión de vehículos.
  • Detectar zonas de obras.
  • Realizar seguimiento del automóvil (incluyendo las paradas largas y cortas).
  • Detectar y responder a los vehículos detenidos o parados.
  • Detectar y responder a cambios de carril.
  • Detectar y Responder a obstáculos en el camino.
  • Detectar y responder señales de tráfico y señales de parada (como triángulos de emergencia).
  • Saber interpretar las intersecciones y realizar giros.
  • Conducir en las rotondas.
  • Navegar por una zona de estacionamiento y localizar espacios libres.
  • Detectar y responder a las restricciones de acceso.
  • Detectar y responder a las zonas de trabajo y a las personas que dirigen el tráfico en ellas.
  • Tomar decisiones apropiadas sobre el derecho de paso.
  • Seguir las leyes de conducción local y estatal.
  • Responder a las instrucciones de la policía o de trabajadores en zonas de construcción.
  • Responder a los ciudadanos que dirigen el tráfico después de un accidente.
  • Detectar y responder a dispositivos temporales de control de tráfico.
  • Detectar y responder a los vehículos de emergencia.
  • Proporcionar una distancia segura de los vehículos, peatones, ciclistas al lado de la carretera.
  • Detectar / responder a desvíos y / o otros cambios temporales en los patrones de tráfico.

Es decir, que no basta que los vehículos sean autónomos, sino que toda la infraestructura y las carreteras tienen que ser lo suficientemente inteligentes para poder entablar un “diálogo” con estos vehículos y el resto de condicionantes que puedan entrar en juego. Así se logrará que la conducción sea no solo más segura, sino menos contaminante.

Todavía no hay comentarios