Si tuviera que resumir en pocas palabras mi paso por el Aeropuerto de Heathrow en los Juegos Olímpicos, diría que ha sido una experiencia única, un gran aprendizaje y algo que poca gente tiene la oportunidad de hacer.
Comenzábamos el día con la emoción de saber que el turno de voluntariado nos iba a deparar todo tipo de aventuras. Nos preguntábamos a que atletas podríamos conocer ese día, cuántas fotos seríamos capaces de hacernos con ellos… Aun recuerdo el primer día, cuando fuimos al aeropuerto pese a que teníamos el día libre. ¿La razón? ¡Queríamos recibir a la selección española de baloncesto! ¡Qué emoción, cuánta adrenalina y cuántos animos les dimos a todos! Ojalá ese impulso les ayudase también a ganar la plata.
Además de compartir muy buenos momentos con los compañeros voluntarios y los journey leaders, también hemos vivido unos días geniales con los atletas. En mi caso, la mayoría de esos encuentros era con deportistas españoles, que llegaban siempre a la Terminal 5, en la que me tocaba desarrollar mi trabajo. Allí hemos conocido al equipo femenino de gimnasia ritmica, a David Cal, a Gómez Noya y a otros medallistas olímpicos españoles.
Increíble el voluntariado. Una aventura inigualable.
Todavía no hay comentarios