La llamada “economía verde” está alcanzando durante los últimos años un mayor protagonismo en los distintos sectores económicos de nuestra sociedad. Por este motivo, es importante reflexionar sobre qué papel puede jugar una compañía como Ferrovial en este nuevo escenario.
La economía verde se podría definir de una manera amplia y general como la economía que engloba todas aquellas actividades y sectores que, de forma colateral, reducen el impacto del ser humano sobre el planeta, reduciendo significativamente los riesgos ambientales.
Entre estas actividades se encuentran aquéllas destinadas a corregir la contaminación (depuración de aguas, gestión de residuos…) o a avanzar hacia un entorno de bajas emisiones de carbón. Además, conservar la biodiversidad y contribuir a una industria más eficiente son otros ámbitos de actuación relacionados con este sector que podríamos calificar de “ anti- cíclico”.
Por ejemplo, del conjunto de las inversiones norteamericanas amparadas por el primer “plan de estímulo” de 2009, la parte destinada a la “economía verde” superaba el 15% del total: más de 465.000 millones de dólares. Otro dato relevante es que en plena crisis financiera, la facturación de las empresas del MSCI dedicadas a actividades “verdes” ha crecido más de un 1,6% anual por término medio.
A su vez, también se puede afirmar que el sector de la “economía verde” cuenta con un gran potencial de crecimiento. El cumplimiento de los objetivos firmados por los países desarrollados en materia de reducción de emisiones llevará aparejadas inversiones anuales que oscilarán entre 300 y 500 billones de dólares. A escala global, estos compromisos se traducirán en inversiones en nuevas tecnologías así como infraestructuras y servicios que contribuyan a reducir las emisiones de carbono.
¿Qué hacer nuestra empresa para amplificar la “economía verde”?
En Ferrovial asumimos el planteamiento de la escasez de recursos y la búsqueda de la eficiencia como base para conducir una actividad más “eco-eficiente”. En la actualidad contamos con cuatro grandes áreas de negocio (autopistas, construcción, servicios y aeropuertos) que cada vez otorgan más peso a este enfoque.
En concreto, en el área de servicios energéticos o de desarrollo y planificación de smart cities, estos avances significativos; pero también en las áreas de construcción e infraestructuras se están desarrollando actividades que encajarían plenamente en lo que denominamos “economía verde”. Así, entre diversos proyectos emergentes podríamos citar el modelo SmartForest de gestión de bosques con capital privado; también las iniciativas para la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética y reducción de emisiones está ocupando buena parte de nuestros nuevos compromisos de construcción.
Los sectores económicos “verdes” parecen tener un futuro alentador. La cuestión es cómo Ferrovial puede aprovechar las oportunidades que este mercado ofrece y ofrecerá en los próximos años.
1 comentario
Angel Miron Reviejo
03 de junio de 2014
La social actual (y no me cabe duda que la futura) demanda de forma creciente la "economía verde". Ferrovial debe huir de cualquier actividad con coste ambiental inasumible aunque pueda ser rentable económicamente. Estos comportamientos tendrán su merecido premio en pocos años, en cuanto las nuevas generaciones, mucho más concienciadas con el medio ambientes, el desarrollo sostenible y la eco-eficiencia, con pautas de comportamiento y modos de vida cada vez más responsables sean el grupo más influyente en todos los campos. Ferrovial no debe ser sólo responsable y comprometido con el medio ambiente, posicionándose como "proveedor integral de medio ambiente" en todas sus vertientes, además debería buscar el convertirse en referente mundial, en creador de tendencias en cuanto a políticas ambientales, en pionero de nuevas formas de hacer "medioambiente" y "desarrollo sostenible". Lógicamnete todo esto pasa por actuar de forma realmente innovadora frente a nuestros competidores.