Crecimiento e internacionalización de la construcción: algunas reflexiones
25 de junio de 2013
El negocio de la construcción trabaja con márgenes de rentabilidad muy ajustados. Por eso, para ocupar una posición de referencia en el sector, es imprescindible apostar por aspectos como la eficacia (que engloba innovación técnica, control de costes y gestión del fondo de maniobra), el respeto del medio ambiente y el cuidado por la seguridad de nuestros empleados.
Si bien la construcción es un negocio que no se asocia especialmente con la innovación técnica, creo que la realidad es bien distinta. Competimos con empresas locales en países muy diversos, y trabajamos principalmente con las administraciones públicas como cliente final. Es por eso que necesitamos presentar las grandes ventajas diferenciales que ofrecemos, ya que somos una empresa extranjera que debe ganarse la confianza por delante de las nacionales.
Según las fuentes especialistas del sector, la demanda de construcción a nivel mundial en la próxima década alcanzará el 13% del PIB mundial, siendo las infraestructuras, un 30% del total de la inversión. Ante este enorme mercado, suficiente para encontrar muy buenas oportunidades, será muy importante ser una empresa constructora internacional con vocación local, o dicho de otra manera, poder jugar localmente con fortaleza y conocimiento multinacional.
Tendremos un mercado en continuo crecimiento, siempre insatisfecho y demandando nuevas infraestructuras y mejoras, cambiante en cuanto a las geografías, desafiante en tecnología. El modelo de futuro tendrá que seguir vinculado a la financiación pública, pero incorporando también el creciente peso de la iniciativa privada.
En nuestro caso y en el del resto de grandes constructoras a nivel mundial, los grandes retos como respuesta al crecimiento económico y de población, y la creciente aglomeración en áreas urbanas, serán nuevas infraestructuras de transporte, y con un peso creciente, las ligadas a la producción de recursos naturales y generación de energía.
Igualmente nos debemos centrar en ganar acceso en los mercados emergentes, ya que son geografías que progresivamente ganarán peso en el mercado mundial de la construcción frente a los mercados desarrollados. Cada vez más el valor añadido en la construcción proviene de trabajar con eficacia en sitios donde los demás no son capaces, aunque debemos preservar un mix adecuado con los mercados desarrollados.
Es pues esencial mirar hacia el futuro porque el mundo de la construcción sigue siendo un mercado atractivo y en crecimiento, y a la vez que preservamos la aplicación de los valores del pasado, que tanto nos han ayudado para estar hoy donde estamos, 60 años después.
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