construcción arco de tilos
Diseño e ingeniería

Construcción del Puente de los Tilos

28 de agosto de 2013

Hay pocas obras de ingeniería más hermosas que la resultante de la construcción de un puente arco, limpio, estricto y ordenado, saltando entre las laderas de dos montañas. El equilibrio y la potencia que transmiten configuran nuestra manera de ver las obras en la naturaleza. Siempre he dicho que se aprende lo que es un arco viendo puentes arco, y este es muy hermoso. Se aprende a ser estricto, justo, exacto cuando se enfrenta el cruce del valle de los Tilos con esta simplicidad y orden, y este ser estricto y justo es lo que va creando en nosotros el concepto estético de lo que es una obra, de lo que es un arco.

Debemos ser estrictos, exactos y mínimos cuando enfrentamos los 255 metros de luz de este puente. Del Salgina Tobel de Maillart se dice que es la perfecta formalización del puente arco y no es verdad. Parece como si la robustez de este arco de 90 metros de luz fuese a contener dos rocas que se desploman una contra otra.

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Arco de los Tilos

Los Tilos no está utilizando las laderas para sujetarlas, los Tilos utiliza las laderas para apoyarse, para transmitir los empujes del arco en su dirección más favorable. Es una relación relajada y exacta.

Esto da sentido a la forma y a la relación entre obra y paisaje. Siempre el paisaje sale favorecido en esta relación. El arco diseña otro paisaje más entendible, más racional, más humano, y no por la huella de lo humano, sino por el mejor entendimiento de la naturaleza.

A veces los humanos tenemos un pudor grande, como si no nos atreviéramos a afirmar que generalmente, como no lo hagamos muy mal, mejoramos la estética de la geometría natural, la ordenación, y sobre todo la definimos. Mirar el paisaje a través del arco de los Tilos es mejor que antes de que estuviera construido, estéticamente hablando.

Qué gran oportunidad, y qué bien aprovechada. Una obra ejemplar, una construcción a imitar.

DESARROLLANDO LA CONSTRUCCIÓN DEL PUENTE ARCO

El arco tiene 255 metros de luz. Es de sección cajón de 6,00 metros de ancho y 3,00 metros de canto con paredes verticales de 0,25 metros y superior e inferior de 0,2 metros y hormigón de 75 MPa. El tablero es una estructura mixta formada por dos vigas metálicas longitudinales de un metro de canto, 0,40 metros de ancho y chapas y 0,04 metros y 0,015 metros de acero 3.355 de 50 MPa de tensión de rotura.

Las vigas están separadas entre sí unos 6,3 metros. Tienen un arriostramiento en cruz de San Andrés de 5,3 metros de separación. Posteriormente, se realizó el tablero de hormigón de 12,00 metros de anchura y espesor variable entre 0,32 metros en el canto y 15 gramos en los bordes.

La construcción se hizo en avance en voladizo, triangulando temporalmente los trapecios formados por el arco, el tablero metálico y los pilares con cables de pretensado. Estos cables se retensaban a medida que la construcción avanzaba. La tracción conjunta del tablero metálico actuando como tirante se ancló en estribos anclados a su vez al terreno.

Javier Manterola es Ingeniero de Caminos, catedrático de la Escuela Superior de Ingenieros de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su trabajo en el diseño de puentes y otros proyectos le ha hecho merecedor de numerosos galardones, entre ellos el Premio Príncipe de Viana de la Cultura y el Premio Nacional de Ingeniería de España. El texto anterior es de su autoría y forma parte del libro “Ferrovial en la mirada de José Manuel Ballester“.

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