Perú
Agua

Infraestructuras Sociales en Perú: garantizando el abastecimiento de agua a más de 800 personas (II)

08 de enero de 2015

Como comentábamos en la primera parte de esta entrada, Ferrovial, a través de su programa “Infraestructuras Sociales”, acompañado por la ONG española ECODES, su socio local Guaman Poma y la Municipalidad de Saylla, han implementado un proyecto en el que se garantiza el servicio de abastecimiento de agua domiciliario a sus más de 800 habitantes.

En los proyectos de cooperación que Ferrovial lleva a cabo a través de su programa de Infraestructuras Sociales, centrados en el abastecimiento de agua y/o saneamiento, la infraestructura construida (sistemas de captación en manantial o pozo, depósitos de agua, redes de distribución, alcantarillado, depuradoras y/o potabilizadoras) es evidentemente la parte más visible, pero un proyecto de cooperación es mucho más que eso. Un proyecto de cooperación es un proceso de cambio desde una situación no deseada, hacia un futuro que se quiere alcanzar. Se hace por eso imprescindible, antes de cualquier intervención, entender el contexto o “presente” del lugar donde se pretende implementar un proyecto y conocer con exactitud qué es aquello “no deseado” que se quiere cambiar. Esto incluye analizar las problemáticas existentes (sociales, ambientales, estructurales, técnicas, etc.) y las causas que las generan; de modo que se puedan buscar las soluciones óptimas, atendiendo a criterios de viabilidad (posibilidad de implementar esa solución), sostenibilidad (garantías de que la solución se va a sostener en el tiempo), pertinencia (intervención enmarcada dentro de la lógica local), eficacia (impacto global) y eficiencia (uso adecuado de los recursos disponibles).

El análisis previo a una intervención está basado tanto en datos objetivos de organismos oficiales o de ONG; como a información extraída directamente entre la población susceptible de beneficiarse de un proyecto. Ésta puede incluir las demandas de las personas que viven en la zona; las soluciones que identifican como óptimas; su percepción sobre aquellos posibles cambios que un proyecto vaya a suponer (adaptación real a sus necesidades, a sus usos culturales tradicionales, afección sobre mujeres y hombres), etc. Este conocimiento es clave para elegir los medios óptimos para alcanzar el resultado esperado, y para adaptarnos a los posibles inconvenientes que puedan surgir en el transcurso de un proyecto. El acercamiento a las personas beneficiarias, por tanto, es imprescindible durante la fase de identificación de un proyecto y en su posterior implementación.

En los proyectos de Infraestructuras Sociales, el factor añadido de trabajar de forma coordinada con ONG españolas y sus socios locales, facilita que los proyectos se conviertan en procesos reales de desarrollo, a través de los cuales se logra fortalecer a las instituciones que tienen como obligación prestar estos servicios; y en los que las personas beneficiarias se empoderan y sensibilizan, ejerciendo como verdaderos protagonistas. Así, además de las actividades directamente vinculadas a obra, se contemplan acciones, como talleres y sesiones informativas, dirigidas a la conformación de comités ciudadanos de gestión y mantenimiento, formación acerca de buenas prácticas sobre el uso y manejo de los sistemas, hábitos higiénicos y alimentarios, etc.El hecho de trabajar con un socio local reconocido en el área, que está presente durante todo el proceso de ejecución y que permanecerá en la zona una vez finalizada la intervención, ofrece garantías sobre la credibilidad del proceso y la apropiación deseada del proyecto por parte de las personas beneficiarias, favoreciendo así su sostenibilidad y así, el fin último, la mejora sobre las condiciones de vida de la población.

 

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