Perú es uno de los países con mayor diversidad biológica y riqueza en recursos minerales, eso junto el auge del sector servicios (este supone más del 50% del PIB del país), explica su posición como la séptima economía de Latinoamérica, con un PIB de 208.188 millones de dólares en 2014, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Es más, en los cinco últimos años, Perú ha obtenido un crecimiento anual sostenido en torno al 6,5%. Las previsiones de los analistas estiman que crezca un 4,3% en 2015, y entre el 4,5% y el 5% en los siguientes años, desaceleración que sería consecuencia de una menor demanda de materias primas por parte de China, además de una disminución de la productividad.
Tras unas décadas de convulsión política y de crisis económica, el país ha sabido resurgir y estabilizarse. Estos avances se han reflejado en una reducción significativa de los niveles de pobreza, que de 2004 a 2013 han pasado del 49% al 23% de la población.
Para continuar con el progreso sostenible, entre las medidas que apoya el Gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso se encuentra el desarrollo de nuevas infraestructuras, con el fin de generar mayores oportunidades de crecimiento, evitar la excesiva concentración de la actividad económica en Lima y acelerar la descentralización hacia ciudades intermedias y así ampliar las oportunidades a todo el país.
Plan de desarrollo de infraestructuras
De esta forma, la tendencia continuista hacia la estabilidad y mejora de las comunicaciones e instalaciones del país, así como los acuerdos comerciales con Estados Unidos, China y la Unión Europea hacen necesaria una mayor inversión en infraestructuras.
Según el Ministerio de Economía el déficit de Infraestructuras alcanza los 121.000 millones de dólares. El Gobierno ha identificado un portafolio de proyectos con potencial de ejecutarse hasta el 2021 que prácticamente cubriría esta brecha. En su mayor parte son asociaciones de carácter público-privado de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. De ellos, el Gobierno ha anunciado que van a ejecutarse inversiones por más de 20.000 millones de dólares durante los próximos 10 meses.
Esto significa buenas oportunidades para Ferrovial, ya que Perú es un país con asentada estabilidad política y jurídica, que ofrece sólidas garantías a los inversores, atractivas estructuras de financiación y transparencia total en los criterios de adjudicación de los proyectos. A esto se agrega que el Gobierno está trabajando en fortalecer y coordinar las instituciones públicas para llevar a cabo sus planes más ambiciosos.
Entre los proyectos de infraestructuras destacados para los próximos años pendientes de licitar destacan:
- La carretera entre Perú y Bolivia, por 182 millones de dólares, o el proyecto para la sección 4 de la carretera de la Sierra con 970 km, con una concesión por un mínimo de 25 años.
- En Ferrocarriles, sobresale la construcción de las líneas 3 y 4 del metro de Lima, cada una por un valor superior a los 5.000 millones de dólares. El proyecto para la línea 3 se otorgará previsiblemente a finales de 2016, mientras que la Línea 4 se adjudicará en 2017. También existe un proyecto de monorraíl en Arequipa, por unos 1.650 millones de dólares y el Túnel Ferroviario Transandino, por 2.000 millones de dólares y 23 kilómetros de longitud.
- Otro ámbito de oportunidades importantes se concentra en el abastecimiento y gestión de agua potable, como el proyecto Marca II en Lima, por 620 millones de dólares o los sistemas de regulación de aguas de los ríos Chonta y Chillón, por 540 y 80 millones de dólares, respectivamente.
A propósito del agua, es importante destacar el trabajo que Ferrovial, junto con diversas ONGs, está realizando en Perú en el marco de nuestro programa de Infraestructuras Sociales. Desde 2012, tanto la empresa como los voluntarios nos hemos involucramos en la mejora de las condiciones de vida de los habitantes del país con tres proyectos para ampliar la cobertura de agua potable, beneficiando con ello a casi 8.000 personas en las zonas más deprimidas.
Esta es una pequeña muestra de cómo Ferrovial tiene la intención de aportar su experiencia y conocimiento en beneficio de los peruanos. Ahora sólo cabe esperar que podamos ampliar nuestra dedicación a complejos proyectos que permitan crear valor a muchos más habitantes del país.
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