La necesidad de encontrar una fuente de energía sostenible y el compromiso de luchar contra el cambio climático son los principales motores que sustentan las investigaciones en el campo de la energía nuclear.
ITER, que significa “el camino” en latín, es un paso más en ese “camino”. Se trata de un experimento a escala internacional, cuyo objetivo es demostrar la viabilidad científica y técnica de la fusión como fuente de energía, siendo sus principales ventajas:
• La abundancia del combustible.
• El muy bajo riesgo de accidente nuclear.
• Y el fácil manejo de los desechos producidos.
ITER busca bajo un estricto protocolo nuclear, obtener un balance positivo de diez a uno de energía, emulando las reacciones que se producen en sol. Ya se han realizado ensayos con anterioridad en otras ins¬talaciones que han producido fusión, pero en todas ellas ha sido necesario introducir más energía en el proceso de la que se ha obtenido. ITER trabaja para producir 500 MW, mediante la utilización de solo 50 MW.
El complejo en desarrollo en Cadarche al sur de Francia, cuenta con 39 edificios. El más importante de todos ellos es el que alberga el reactor de fusión, denominado Tokamak. Se trata de un recipiente con forma toroidal en el que se confinará mediante potentes electroi¬manes, basados en tecnologías de superconduc¬tividad, el plasma, un gas a alta temperatura (100 mill ºC) y cargado eléctricamente, y donde una vez conseguidas las condiciones físicas se producirá la fusión de los átomos de deuterio y tritio.
Ferrovial Agroman desarrolla actualmente cuatro contratos; el principal, TB03, para la ejecución de varios edificios del complejo entre los que se incluye el edificio del reactor Tokamak. No solo se colabora en la construcción, sino que se interviene en el diseño de los edificios.
El proyecto puede definirse como un claro ejemplo de trabajo en equipo. Es multinacional en participación y gobierno, multidisciplinar en tecnología y multinacional en cuanto a profesionales y contratas que lo ejecutan, en resumen, una amalgama de culturas y formas de trabajar que suponen un esfuerzo de colaboración y dónde surgen nuevas ideas constantemente. Esta diversidad brinda la oportunidad a Ferrovial Agroman de aportar en todos los aspectos de innovación, necesarios en cada pequeña etapa de una instalación que se va creando y adaptando a medida que se construye.
Los condicionantes técnicos impuestos a todas las especialidades, la cantidad de cambios inherentes a un proyecto tan complejo y el nivel de exigencia de la cultura nuclear, hacen que el desafío en la gestión de estos aspectos e incertidumbres sea clave para el éxito. En el proyecto todo es recalculado, ensayado, puesto en duda, y vuelto a concebir.
Se utilizan todo tipo de herramientas para el control de procesos y de documentación, para la modelización del proyecto en 3D, para datar lo que se construye, para gestionar los cambios, y para controlar el plazo. Es aquí donde la intensidad innovadora conlleva grandes desafíos, lo cual añade una complejidad al proceso en su conjunto y no solo al producto final .
El reto técnico, tecnológico y de proceso de ITER no sólo ofrece una oportunidad para aportar nuestros conocimientos como empresa en lo referente a procesos, eficacia, calidad, medio ambiente y seguridad, sino que también nos da una oportunidad única de generar e incrementar el talento y experiencia que este tipo de proyectos requieren. Competir con los grandes en un entorno internacional, pone de manifiesto la alta preparación de la empresa para afrontar este tipo de experiencias.
Todavía no hay comentarios