Grifo de uno de los pozos profundos del proyecto
Agua

El agua es vida

22 de marzo de 2016

En el año 2008, Ferrovial y la ONG Amref lanzaron un proyecto de cooperación destinado a luchar contra la pobreza en Tanzania. El objetivo de este apasionante esfuerzo conjunto era proveer de agua potable e infraestructuras sanitarias a miles de personas en el Distrito de Serengueti. La iniciativa recibió el nombre de “Maji ni Uhai”, que significa “El agua es vida” en swahili.

Hoy celebramos el Día Mundial del Agua con la mirada puesta en Tanzania, donde este proyecto se ha desarrollado a lo largo de los últimos años. La iniciativa “Maji ni Uhai” ha conseguido que más de 25.500 personas tengan agua potable, un parámetro que la ONU define como el acceso a 20 litros de agua limpia al día a menos de 1 kilómetro de distancia.

Así, el acceso al agua potable en las cinco comunidades donde se ha desarrollado el proyecto ha pasado del 28% al 89% de la población del distrito. Estas cifras superan con creces el criterio marcado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que hablan de reducir a la mitad el número de personas sin acceso regular y sostenible a agua potable.

Vale la pena señalar la naturaleza innovadora de este proyecto. La verdadera fortaleza de “Maji ni Uhai” es que, al margen de la colaboración económica, los profesionales de Ferrovial también han formado parte del equipo de voluntarios que ha hecho posible esta iniciativa. Así, decenas de trabajadores de nuestra compañía han viajado a Tanzania para ayudar a hacer realidad este proyecto, compartiendo trabajo e ideas con la comunidad local y la organización de “Maji ni Uhai”.

Hablamos, por lo tanto, de un proyecto que une a gobiernos locales con empresas, ONGs y la comunidad en beneficio de los más necesitados. Este enfoque ha sido reconocido por los Premios Europeos de Medio Ambiente a la Empresa o los Premios Codespa a la Empresa Solidaria.

Aumentando el acceso y la calidad del agua, el proyecto “Maji ni Uhai” ha ayudado a mejorar notablemente la salud de los habitantes más jóvenes de la zona. Entre los niños menores de cinco años, los casos de malaria se han reducido un 34%, mientras que los de diarrea cayeron un 75% y las infecciones cutáneas se redujeron un 50%. Los avances también llegan a la población mayor de cinco años, que vive una reducción de las enfermedades relacionadas con el acceso y la calidad del agua superior al 55%.

Entre las infraestructuras construidas por el proyecto “Maji ni Uhai” están 140 obras que incluyen pozos, sistemas de gravedad, embalses, tanques de almacenamiento, letrinas… El proyecto ha formado a 1.500 personas para que puedan gestionar y mantener estas infraestructuras. Además, se han realizado acciones de sensibilización para promover buenos hábitos de higiene entre los habitantes de la zona.

El reto del agua no se solucionará de la noche a la mañana, pero proyectos como “Maji ni Uhai” nos dan motivos para el optimismo al tiempo que nos invitan a tomar un nuevo impulso a la hora de ayudar a quienes más lo necesitan. Apostando por proyectos comprometidos, innovadores, rigurosos y sostenibles, los Objetivos de Desarrollo del Milenio pueden y deben llegar a convertirse en una realidad.

Las mejores imágenes del proyecto «Maji ni Uhai», en Flickr

 

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