Llevamos tiempo con la idea de prestar más atención a nuestras relaciones con la prensa británica, sobre todo con los medios que tienen una dimensión más acusadamente internacional. Hemos organizado en Londres un desayuno con la editora de Wall Street Journal, Tracy Corrigan, y un almuerzo con el editor de Financial Times, Lionel Barber. Ambos estarán acompañados de sus equipos de redacción y editoriales. Posiblemente, son los dos medios de comunicación más influyentes en la opinión económica y financiera internacional. Sus dos editores figuran entre los periodistas más brillantes del Reino Unido. Tracy se formó en Financial Times y pasa por ser una mujer aguda e inteligente. Lionel, con toda su carrera en el mismo periódico, dirigió su edición americana y hoy se ha consolidado como posiblemente el director más influyente entre la prensa europea. Para nosotros representan dos citas importantes.
La prensa británica es muy determinante a los ojos de inversores, reguladores y gobiernos. Como se dice en nuestro idioma, «no se casa con nadie». A menudo, los intereses españoles se han visto maltratados y mal entendedidos por algunos medios británicos. Para las empresas españolas, con vocación y presencia internacional, la relación con ellos no resulta nada fácil. Por un lado, nos separa el entendimiento sobre el papel de la prensa y del periodista, pero también unos criterios de relaciones, confidencias y lugares comunes que funcionan en España, pero no lo hacen en el mundo anglosajón.
No cabe duda que tanto para el Gobierno español, como para las empresas, el posicionamiento en los mercados anglosajones y la fijación de una política estable de comunicación y de relaciones, representan una prioridad. España es el cuarto o quinto mercado económico de la Unión Europea y nuestras empresas lideran mercados como el financiero, las infraestructuras y las comunicaciones. Por estas razones, la presencia habitual en los foros de Londres o Nueva York deberían dejar de ser una excepción para empezar a ser una rutina.
Lo cierto es que al iniciar una relación más habitual con sus periodistas, tanto los coresponsales acreditados en Madrid como en sus redacciones de Londres, se descubre no sólo a excelentes profesionales sino también a personas conocedoras de España. Y, curioso, son los más sorprendidos por el peso de sus informaciones o comentarios.
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