Os presentamos la Terminal Olímpica de Heathrow (I)

Para despedir a los Atletas Olímpicos, el Aeropuerto de Heathrow diseñó y levantó una Terminal especialmente pensada para este acontecimiento. El reto era gestionar de forma eficiente la altísima actividad derivada del regreso a casa de los atletas, pero el equipo de Heathrow también quiso darle a la iniciativa un toque especial.

Así, los miles de deportistas y oficiales que salieron de Londres tras competir en los Juegos esperaron sus aviones de regreso a casa en un improvisado «parque» londinense repleto de plantas, bancos, farolas, árboles… Las paredes de la Terminal Olímpica acompañaban esta idea con imágenes de la ciudad londinense, y para que todo encaje, el “staff” de Heathrow se ha vestido de forma apropiada, empleando uniformes especiales para la ocasión. Todo muy «british».

Para que la experiencia fuese lo más divertida posible, los atletas colgaron de un “árbol de la memoria” sus cartas de despedida, además de algunos objetos personales. ¡Algunos hasta dejaron sus zapatillas deportivas! Todos estos recuerdos pasarán a un libro que será entregado a los más de 1.300 voluntarios olímpicos que han ayudado a coordinar las llegadas y salidas en el aeropuerto. Además, el Facebook de Heathrow permite consultar algunos de estos detalles (haz click aquí para verlo).

La Terminal sirvió de “hub” para que, una vez los vuelos estuviesen listos, los atletas fuesen llevados a las puertas de embarque en vehículos propios del aeropuerto, permitiendo además que los pasajeros saludasen y aplaudiesen a los héroes olímpicos. De hecho, todos los atletas salieron de la Terminal Olímpica escoltados de un equipo de voluntarios que conformaron una “guardia de honor” acorde a las circunstancias.

Pero la Terminal Olímpica no solamente buscaba despedir a los atletas de forma amena, sino que también se enfrentaba al reto de procesar un enorme volumen de pasajeros que portaban, además, una media de tres bultos de equipaje por persona. Hablamos, claro está, de equipaje deportivo, por lo que el tamaño de estas piezas es aún mayor que el equipaje procesado habitualmente en los aeropuertos.

El proceso fue agilizado creando una mesa de “check-in” y entrega de equipajes en la mismísima Villa Olímpica. Allí se recogieron más de 5.000 bultos en apenas una noche, ayudando a aliviar la carga de equipaje que soportó Heathrow durante los días de la despedida.

La Terminal Olímpica tiene el tamaño de tres piscinas olímpicas. Está dotada con 31 mesas de facturación y siete colas de seguridad. Una vez concluya todo el proceso olímpico, nada quedará de esta infraestructura provisional, que será desmantelada y dejará espacio para aparcamiento de empleados.

Como ha señalado el propio Aeropuerto de Heathrow, el estrés olímpico no ha creado inconvenientes para los pasajeros regulares. De hecho, la calificación que dieron al aeropuerto los visitantes llegados en julio es la más alta de toda la serie histórica. Esta era una de las intenciones del equipo humano del aeropuerto: conseguir que tanto pasajeros regulares como deportistas olímpicos se fuesen de Londres contentos y satisfechos.