Automoviles

MaaS transporte, menos vehículos

26 de enero de 2017

La siguiente conversación con un taxista tiene lugar mientras escuchamos en la radio el programa ‘Arriba España’, que dirige Juan Luis Cano, a quien profeso admiración desde el crepúsculo del milenio pasado, cuando tuve la suerte de colaborar en M80 como un advenedizo del periodismo y la comunicación. Un buen profesional queda retratado en cómo trata a los becarios.

«Lléveme por favor a la glorieta de Caser.»

 

«De acuerdo, vamos hacia Las Tablas. Nadie sabe el nombre real de esa glorieta, pero todos la conocemos por el edificio de Seguros Caser. ¿Por qué camino quiere ir?»

 

«Por el que sea más fácil y rápido a esta hora…»

 

«Espere a ver qué nos recomienda.»

Mientras el navegador procesa la mejor ruta en ese momento, según los datos generados en tiempo real por miles o millones de dispositivos y la inteligencia de los propios usuarios, en la sección ‘Verde y con Asas’, Juan Luis, junto a Miguel Lago y José Boto, entrevistan a Antonio Lucio, experto en movilidad sostenible, un tema de rabiosa actualidad. Madrid, que ha superado la contaminación permitida por séptimo año consecutivo, se ha convertido recientemente en la primera ciudad española en restringir el tráfico por contaminación, cerrando el centro urbano al tráfico para buena parte de los vehículos.

Además de reducir el número de coches y prohibir la circulación a aquellos con matrícula par o impar, una restricción que ya resulta habitual en grandes urbes europeas como París, Roma, Atenas o Milán, la solución necesariamente tiene que pasar por la promoción del transporte público, la bicicleta, los coches eléctricos y, en definitiva, por la movilidad sostenible.

MaaS, acrónimo inglés de Mobility as a Service, un nuevo concepto de transporte similar a las ofertas globales en el sector de las telecomunicaciones, con un coste diferente en función de las necesidades de cada usuario, incluyendo el transporte colectivo intermodal, los taxis, los vehículos de alquiler, las bicicletas, el coche compartido, etc. y el uso imprescindible de los smart phones o teléfonos inteligentes. Este breve vídeo del Departamento de Transporte de Londres lo explica muy gráficamente:

La combinación intermodal resulta fundamental para reducir nuestra dependencia del coche privado, como también lo es un cambio profundo en el concepto de la posesión por el de la utilización o la experiencia.

Aunque esta idea pueda resultar aún lejana, también lo era la visión de la sustitución de un CD de música en propiedad por el pago por el acceso en tiempo real a cualquier canción en la nube. Lo que parecía una quimera, en muy pocos años se ha convertido en la práctica habitual al más puro estilo Spotify. En ‘La era del acceso. La revolución de la nueva economía’, Jeremy Rifkin lo explicaba así en el año 2000, en plena aurora de este milenio:

Imagínese que un día se despierta y se encuentra con que prácticamente todas las actividades que puede desarrollar fuera de su entorno familiar se han convertido en experiencias «de pago». En la economía hipercapitalista, comprar cosas en los mercados y tener propiedades son algo obsoleto, pues lo que se impone como norma es el acceso «puntual» a casi toda clase de servicios a través de las inmensas redes comerciales que operan en el ciberespacio. Ha llegado un momento en que pagamos más por la experiencia de usar cosas –en forma de suscripciones, cuotas de ingreso y anticipos de pago– que por las cosas en sí mismas.

Parece que el futuro del transporte ya ha llegado y que, como dice The Economist en este interesante artículo, todo empieza con una sencilla app.

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