En una torre de control se habla. El trabajo de controlador aéreo gira alrededor de la comunicación entre la torre y los pilotos. Y no precisamente a través del WhatsApp: la comunicación se realiza esencialmente mediante radio y hablando.
Más concretamente, dentro del fanal (el espacio de la torre de control desde el que trabajan los controladores), la comunicación entre ellos es muy diferente: se hace generalmente en silencio, a través de las fichas de progresión de vuelo, que solo contienen aquella información necesaria para realizar el trabajo básico de la torre: hacer que los aviones despeguen, vuelen y aterricen con la máxima seguridad.
Ahora bien, si pensamos en la comunicación entre el controlador y los pilotos, surgen muchas preguntas: ¿en qué idioma se lleva a cabo la comunicación? ¿Cómo se desarrollan las conversaciones entre la torre y el avión? ¿Qué reglas hay que seguir para dar las indicaciones?
Un avión es un vehículo que se mueve, cuando está aproximándose a un aeropuerto, a velocidades de entre 250 y 400 km/h. En vuelo a 10.000 metros, alcanza entre 800 y 900 km/h. A estas velocidades, una comunicación que se prolongue más de lo debido, supone perder cualquier ventana de tiempo que nos podamos imaginar en los procedimientos de aterrizaje y despegue. Para que nos hagamos una idea, a 300 km/h, tardamos 12 segundos en recorrer un kilómetro.
Teniendo en cuenta que en las proximidades de los aeropuertos puede haber decenas de aviones, todos ellos realizando operaciones de aterrizaje y despegue, la situación se complica.
Si un avión no realiza bien las operaciones de aterrizaje, taxi, aparcamiento, despegue o cualquier otra, el tiempo de reacción cuando hay un tráfico continuo, se reduce al mínimo.
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Un aeropuerto como el de Ibiza puede tener unas 400 operaciones al día, y el de Palma, 900 en fechas de máximo tráfico, con lo que habrá despegues y aterrizajes con una frecuencia de un avión cada pocos minutos. Y un controlador tiene que hablar con todos ellos y dar instrucciones precisas acerca de cómo realizar todas estas operaciones.
La fraseología, prácticamente un idioma en sí mismo
Una parte importante de la formación de controladores y pilotos es la del aprendizaje de las técnicas y habilidades necesarias para optimizar al máximo las comunicaciones entre torre y piloto. Estas técnicas, habilidades y el vocabulario propio de la aviación se han dado en llamar de un modo general “fraseología”.
Según la Guía de Buenas Prácticas – Fraseología y Comunicaciones, “de entre los numerosos factores que intervienen en este proceso de comunicación, la fraseología es quizás el más importante ya que permite que la comunicación se realice de forma rápida y efectiva, reduciendo la posibilidad de malentendidos, a pesar de que puedan existir diferencias de idioma. La fraseología estándar no solo reduce el riesgo de que un mensaje sea mal interpretado, sino que también ayuda a detectar rápidamente errores en las fases de colación/confirmación (readback/hearback). De hecho, el uso de fraseología ambigua o no estándar es uno de los factores causales y contribuyentes más frecuentes en los accidentes e incidentes”.
La información que se comparte durante las comunicaciones tiene que ser la estrictamente necesaria para que los aviones se muevan de un modo fluido y ordenado desde el aeropuerto de partida al de llegada, y para resolver aquellas incidencias que puedan surgir durante los vuelos. Y para ello se usa la fraseología estándar. La no estándar es la que se usa cuando se dan situaciones que no están contempladas en los protocolos habituales de actuación.
Al menos en teoría, claro está. En el día a día, se dan situaciones que se alejan bastante del ideal. Por ejemplo, según los manuales de fraseología, el término “squawk” se refiere a la activación de un modo/código/función específico en el transpondedor del avión. Un transpondedor es un dispositivo que, una vez programado, entrega un código determinado bajo petición. Una especie de “etiqueta”.
Hay diferentes modos/códigos/funciones que se pueden activar en el transpondedor, como la altitud. Y también existe un código especial para secuestros, que es el 7500.
Un caso que se dio en la vida real fue el de un controlador en torre que asignó un código de squawk a un piloto. Después, preguntó sobre la altitud, que eran 7.500 pies y el controlador pidió al piloto que hiciera squawk de la altitud, que eran 7500 pies. Al introducir esa altitud como código, se activó el protocolo de secuestro, por lo que el avión aterrizó en una zona aislada y fue recibido por tres coches de policía.
El manual AIM (Aeronautical Information Manual) especifica que el código 7500 no debe ser aceptado por el piloto salvo que se esté dando realmente la situación de secuestro. En este caso, es el piloto el que cometió un error. Pero, como se puede ver, se hila muy fino en las relaciones entre el ATC (Air Traffic Control) y los pilotos.
Precisión máxima del lenguaje
Las operaciones en un aeropuerto, en ocasiones, requieren que se tomen medidas especiales para agilizar el tráfico. Por ejemplo, es posible solicitar a los pilotos operaciones Land And Hold Short (LAHSO). En ellas, se permite aterrizar a aviones aunque las pistas no estén totalmente despejadas siempre y cuando el piloto espere instrucciones antes de cruzar una pista ocupada por otro avión.
De este modo, al tener a los aviones en el aire durante un menor periodo se ahorran combustible y tiempo. Ambos recursos son muy valiosos en el control de tráfico. Pero si no hay una comunicación perfecta entre torre y piloto, pueden darse situaciones de gran peligro. Incluyendo que el piloto cruce la pista en vez de esperar a que la torre confirme que puede cruzarla.
En muchas ocasiones, las operaciones en pista se realizan en condiciones en las que los pilotos “se fían” del controlador. Si no se comunica adecuadamente la orden de Hold Short, puede que el piloto entre en la pista provocando conflictos serios y potencialmente peligrosos.
En estos casos, suele darse una confluencia de errores en la comunicación torre-piloto, como la no confirmación de las indicaciones por parte del piloto en una operación con riesgos adicionales. O que el piloto no realizase una inspección visual antes de cruzar.
El caso de los aeródromos para formación de pilotos
En el caso de Cuatro Vientos, las situaciones que caen fuera de la fraseología estándar son más diversas e impredecibles. Según nos comentaba Alberto Varela, Director de la Torre de Cuatro Vientos, “todos los pilotos tienen que hacer un primer vuelo en solitario en alguna ocasión, y nos encontramos con casos de todo tipo”. Por ejemplo, no es extraño que un piloto despegue y, sencillamente, se desoriente. O que al aterrizar se confunda de aeródromo, incluso.
Personajes como Harrison Ford, con carnet de piloto, no se libran de cometer este tipo de errores. Alberto Varela lo comentó como ejemplo de este tipo de circunstancias irregulares. Recientemente, Ford, casi provoca un accidente grave al equivocarse de pista en el aeropuerto John Wayne en Orange County, California, y tratar de aterrizar en otra donde un avión de pasajeros estaba en pleno “taxi” con 110 personas a bordo.
Este incidente, como todos los relativos a irregularidades en los procedimientos, se investiga por los organismos correspondientes, como es en este caso la FAA (Federal Aviation Administration).
En Cuatro Vientos, el idioma de las comunicaciones torre-piloto es el español. Las normas dicen que está permitido hablar en el idioma local si no hay conflicto con pilotos de otras nacionalidades. Pero en cualquier otro caso, el inglés es la lengua universal empleada para las comunicaciones. Es más, hasta se dan indicaciones fonéticas para la pronunciación de los números en inglés a quienes no tienen el inglés como lengua materna.
Más que palabras
La fraseología del control de tráfico aéreo es más que palabras. También contempla el uso de una sintaxis rígida en la que tienen que estar presentes elementos perfectamente especificados, con un orden determinado y una estructura normalizada.
Pueden ser la identificación de la aeronave que se está controlando, o parámetros meteorológicos como la intensidad y dirección del viento. Las confirmaciones de órdenes, así como la repetición de las peticiones para verificar que se han escuchado y entendido correctamente, son habituales en las comunicaciones entre torre-piloto.
Existen otras normas que se dan en esta fraseología. Por ejemplo, los números se dicen cifra a cifra. Para decir la hora, basta con los minutos. La razón está en el uso del UTC (Universal Time Conversion) en todos los aviones y aeropuertos del mundo.
La repetición de ciertos comandos es importante para eliminar la duda en las comunicaciones. Las repeticiones se hacen de forma protocolaria en algunos casos, o bajo demanda en otros. En este caso, el término empleado es el de “colacionar” (Read Back). Para confirmar que se ha comprendido un mensaje se usa el término “comprendido” (Wilco en inglés, que viene de Will Comply).
La identificación de las estaciones de control se lleva a cabo, por ejemplo, usando el nombre del lugar seguido por un sufijo que indica el servicio suministrado o el tipo de dependencia.
Pero veamos un ejemplo sacado de uno de los muchos recursos online que podemos encontrar sobre fraseología aeronáutica. En este caso, Tobalaba es un aeródromo ubicado en Chile.
Avión : TOBALABA TORRE, (AQUÍ) KILO SIERRA ALFA
Torre : KILO SIERRA ALFA, (AQUÍ) TOBALABA TORRE, PROSIGA
Avión : KILO SIERRA ALFA, VERTICAL FLORIDA, TRES MIL QUINIENTOS PIES, INSTRUCCIONES PARA INGRESAR A SU TRANSITO.
Torre : KILO SIERRA ALFA RECIBIDO, AUTORIZADO INGRESAR CIRCUITO DE TRANSITO IZQUIERDO A PISTA UNO NUEVE, VIENTO DE LOS DOS UNO CERO GRADOS CON CINCO NUDOS, ALTÍMETRO TRES CERO DECIMAL UNO DOS, NOTIFIQUE EN TRAMO CON EL VIENTO.
Avión : KILO SIERRA ALFA, RECIBIDO
Como se puede ver, la estructura de las comunicaciones es característica y usa palabras que pueden parecer arbitrarias, pero responden a una convención rígida y sin ambigüedades con términos concretos con significados muy precisos.
En el cuadro acerca de los términos de fraseología se puede ver que se corresponden con los descritos. Se usa, para deletrear, el alfabeto fonético (como podemos ver en la siguiente imagen), y los números se dan cifra a cifra o primero los miles, luego las centenas y luego las unidades, dependiendo de qué datos se estén transmitiendo.
No es una ciencia exacta
En cualquier caso, no estamos ante una ciencia exacta y, en ocasiones, se dan situaciones irregulares. Por suerte, no siempre suponen una amenaza para la seguridad, y resultan incluso graciosas.
Generalmente son los pilotos los que se desvían de los formalismos de los controladores de tierra. Aunque por normativa, los pilotos deben ajustarse a la fraseología estándar.
Con todo, a veces se dan situaciones simpáticas como ésta relacionada con el idioma:
Lufthansa (en alemán): “Tierra, ¿Cuál es nuestro horario de salida?
Tierra (en inglés): “Si quiere una respuesta debe hablar en inglés”.
Lufthansa (en inglés): “Soy alemán, volando un avión alemán, en Alemania. ¿Por qué debo hablar en inglés?”
Un piloto desde otro avión (con un acento británico): “¡Porque perdiste la maldita guerra!”
(Fuente: Upsocl)
En la práctica, la misión de los controladores es reducir al mínimo la estadística de accidentes en aviación. Es una estadística muy favorable hacia la seguridad, y una conversación “ligera” puede que no aumente significativamente la probabilidad de tener un accidente. Pero la realidad es que todo lo que se desvíe de la normativa contribuye a que la estadística sea más desfavorable.
Una ambigüedad en una comunicación puede hacer que un controlador dé una orden incorrecta o que un piloto realice una acción indebida. Y de ahí la rigidez de la fraseología.
Cada evento irregular se revisa y se audita, y en caso de necesidad se convierte en una modificación de la normativa o en una recomendación.
Fraseología de película
Ahora que conocemos un poco más sobre la fraseología, puede ser interesante y divertido acudir a las referencias cinematográficas para comprobar hasta qué punto una película está bien hecha o no.
Una de las pioneras en este capítulo es “Aeropuerto”. La película inicial de una saga que duraría varios años y pondría en serio aprietos a los aviones más famosos del momento, desde los 747 al Concorde.
El diálogo inicial de “Aeropuerto” (1970) es uno de los más correctos que se pueden ver en el cine:
– Global 45, Lincoln Tower. Clear to land.
-Runway two-niner. Wind: 15, gusting 25.
-Roger. Cleared to land. Runway in sight.
-Lincoln Tower from Global 45.
-We cut the taxiway short. We’re stuck in the snow.
-Please notify company dispatch. We’ll need assistance.
-We’ve got a condition four on two-niner at taxiway Echo.
-Change traffic to runway 22. Two-niner’s closed.
-Trans World 729, a change. Taxi to runway 22.
-Runway two-niner is closed.
-Air Canada ninety-niner, hold short of taxiway Bravo. Emergency equipment will pass to your left.
-Runway two-niner closedaccount of disabled aircraft.
-Approach. Runway two-niner is closed.
-We’ll stay with 22with everything.
-Global 10, clear for takeoff.
….
Otras películas donde aparecen referencias a fraseología, más o menos estándar y dramatizada son Ground Control (1998), también llamada “Jet”. “Pushing Tin” (1998), titulada “Fuera de Control”, es una película sobre controladores aéreos, aunque las críticas de los profesionales no son muy buenas acerca de su fidelidad.
“Sully” (2016) de Clint Eastwood, es una de las más recientes, y gira alrededor del amerizaje realizado por el piloto Chesley Sullenberger en el río Hudson tras el fallo de ambos motores justo tras el despegue.
“Top Gun” (1986) es otra película clásica de aviones. No es una película especialmente didáctica, pero los “fly.by” al lado de la torre de control son memorables.
En algunas películas, por ejemplo, ni siquiera se dan las cifras numéricas dígito a dígito, lo cual dice bien poco en favor de los asesores técnicos que ayuden a los guionistas a ser creíbles en los puntos más técnicos.
En “Blue Thunder” (1983) sí que se contó con un controlador para asesorar a los guionistas. Y este es un extracto del guión original:
“Tower, we have 330 degrees and 15.
Altimeter still 3000.
Clear to land?
1012 traffic, 1:00
two miles north-eastbound.
It’s a Cessna 182 to 5000 VFR.
Blue Thunder down at 2130.”
En “Encuentros en la Tercera Fase” (1977) también hay una conversación calificada como realista por aficionados al mundo del control de tráfico aéreo.
Fraseología en la vida real
Lo que sí merece la pena es escuchar las emisoras de radio en vivo que transmiten las conversaciones en tiempo real dentro de las torres de control de algunos aeropuertos.
En páginas como Live ATC se puede acceder a decenas de emisiones en tiempo real procedentes de las conversaciones entre torres y aviones. Perfecto para familiarizarse con este mundo.
Para cotejar las emisiones con el tráfico en tiempo real, se puede consultar simultáneamente la página FlightRadar24 y con eso, pudiendo así ver una buena parte del tráfico aéreo a nivel mundial.
CUADRO
Términos de fraseología y su significado:
ACUSE RECIBO
Comuníqueme si ha recibido y
comprendido este mensaje
AFIRMATIVO
Si, así es o, permiso concedido
ANULE
Haga caso omiso de esta transmisión
APROBADO
Autorización concedida para la medida propuesta
AUTORIZADO
Permiso para actuar en condiciones determinadas
CANCELE
Anular la autorización transmitida anteriormente
COLACIONE
Repítame todo el mensaje, o la parte especificada del mismo, exactamente como la haya recibido
CÓMO ME RECIBE
¿Cuál es la calidad de mi transmisión?
CONFIRME
Solicito verificación de: (Autorización, instrucciones, acciones, información)
Usada sola, repita, no le entendí, no le escuché
COMPRUEBE
Examine un sistema o procedimiento
(No debe utilizarse en ningún otro contexto) (Normalmente no se espera respuesta)
COMUNIQUE
Cambie de frecuencia o establezca comunicaciones con…
CORRECTO
Cierto o exacto. Así es
CORRECCIÓN
Ha habido un error en esta transmisión (o mensaje indicado). La versión correcta es…
DELETREE
Diga cada letra de cada palabra en el alfabeto aeronáutico
DOS VECES CADA PALABRA
Como solicitud: La comunicación es difícil, ruego transmita cada palabra o grupo de palabras dos veces
Como información: Como la comunicación es difícil, cada palabra o grupo de palabras de este mensaje se transmitirá dos veces
ESCUCHE (MONITOREE)
Escuchar en … (frecuencia)
Sintonice la frecuencia y espere a ser llamado…
ESPERE o MANTENGA ESCUCHA
Espere y le llamaré
HABLE MÁS LENTO
Disminuya la velocidad al hablar
INMEDIATAMENTE
Solo debería utilizarse cuando, por razones de seguridad, se requiera la adopción de medidas inmediatas.
IMPOSIBLE
No puedo cumplir su solicitud, instrucciones o autorización (normalmente va seguida de algún motivo)
MANTENGA
Continúe con el nivel especificado o en sentido literal, Mantenga VFR
NEGATIVO
No o permiso no concedido o es incorrecto o no se puede
NOTIFIQUE
Páseme la siguiente información…
NUEVA AUTORIZACIÓN
Ha cambiado parte o la totalidad de la autorización ya expedida y colacionada. Se efectúa una modificación en su última autorización y esta nueva autorización invalida la anterior o parte de ella
PROSIGA
Prosiga con su mensaje o Le escucho, puede seguir con su transmisión o solicitud
RECIBIDO
He recibido toda su transmisión anterior
REPITA
Repítame todo, o la siguiente parte, de su última transmisión
REPITO
Repito para aclarar o subrayar
SOLICITO
Desearía saber… o Deseo obtener…
VERIFIQUE
Compruebe y confirme con el remitente…
CUADRO
Idiomas gremiales. No solo los controladores hablan “raro”.
Los controladores tienen su propio idioma, pero no son los primeros. El lenguaje se ha usado tradicionalmente para comunicarnos, pero también para excluir fuera de un grupo a quienes no son bien recibidos o a quienes no pertenecen a ese grupo.
Es el caso de “idiomas” como el Bron, una jerga dialectal, empleada por los caldereros o «xagós» de Miranda de Avilés en Asturias, artesanos y exportadores de las calderas de cobre en otros tiempos y que con la llegada de la Revolución Industrial supuso su desaparición como artesanos.
Hay más ejemplos, como el latín de los canteros de galicia, el barallete de los afiladores de Ourense, el verbo El burón propio de los arrieros y comerciantes ambulantes de la comarca tradicional de Fornela en el Bierzo.
La diferencia es que estas jergas generalmente se usaban para poder hablar sin que los “jefes” se enterasen de los complots “sindicales”, mientras que la fraseología de los controladores está diseñada para maximizar la eficiencia de las comunicaciones.
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