¿Estás listo para surfear la nueva ola tecnológica que se avecina?
09 de febrero de 2018
Cuéntame cómo pasó
En 1992 visité la Expo de Sevilla. Yo tenía 15 años, pero recuerdo muy bien aquellas fechas. Con un tremendo calor y después de cinco días agotadores, os aseguro que visité todos los pabellones de esa magnífica Exposición Universal. Los 158 participantes llegados desde todos los puntos del planeta mostraban al mundo los mayores avances técnicos y tecnológicos existentes hasta la fecha.
Pero, no recuerdo haber oído la palabra “internet” en ninguno de ellos. Increíble, ¿verdad? El mayor avance tecnológico de las últimas décadas, que habría de cambiar el paradigma social y económico, la forma de comunicarnos, la forma de hacer negocios, la forma de relacionarnos…, no se mencionaba en ninguno de los pabellones de la Expo.
Una innovación puede aparecer en cualquier momento, en cualquier lugar, y cambiarlo todo en muy poco tiempo.
Llega la sexta ola
Internet, tal y como lo conocemos, tuvo sus orígenes en 1991 con el nacimiento de la World Wide Web (www), casi ayer, pero a día de hoy disponemos de cada vez más tipos de dispositivos, nuevas y más variadas formas de comunicarnos y conectarnos, multitud de aplicaciones cuyo número no deja de aumentar y nuevos modelos de negocio basadas en la red.
Está claro que no es la primera vez que ocurre esto. El desarrollo económico en nuestra historia moderna ha venido impulsado numerosas veces por grandes invenciones disruptivas que rompieron en poco tiempo todos los moldes existentes, marcando el ritmo del progreso de la sociedad.
El economista ruso Nikolái Kondrátieff planteó en 1935 la existencia de “ciclos largos” de unos 50 años de duración que marcaban los ritmos de desarrollo mundial, periodos en los que se alternan una fase de crecimiento económico con otra de desaceleración y que podían representarse como una onda sinusoidal, que se conocen como “Ondas de Kondrátieff”.
Otro economista, Joseph Schumpeter, además se percató de la coincidencia de las fases de mayor crecimiento económico con las de mayor desarrollo tecnológico, y a la inversa. Es decir, a la ola tecnológica le sigue una réplica en el campo de los negocios que se basan en esa nueva tecnología. Por ejemplo, tras la aparición de internet, todos los negocios del de alguna forma u otra se han adaptado a la red.
Según otra economista, Carlota Pérez, las revoluciones tecnológicas acontecen de forma de oleadas cíclicas y comportan un “cambio de paradigma” social y económico. Cada oleada tiene un detonante o “big-bang” que provoca su nacimiento y desarrollo, donde el nuevo paradigma se impone al viejo, que acaba desapareciendo. Identifica 5 oleadas hasta la fecha. Casualmente, la quinta oleada de Carlota Pérez (la Era de la Informática y las Telecomunicaciones), en la que nos encontramos actualmente, se inicia en 1971 con el primer procesador Intel, la empresa de Gordon Moore, quien enunció la famosa Ley de Moore y vaticinó que el actual modelo de crecimiento tecnológico, y por tanto económico, está a punto de dejar de tener vigencia. Es decir, la oleada tecnológica actual podría estar llegando a su fin, a la espera de un nuevo “big-bang” que rompa nuevamente todos los moldes.
En 2009, el eslovaco Daniel Smihula definió 5 ondas, distinguidas cada una por una de ellas por una “revolución tecnológica”. Considera que cada onda es más corta que la anterior debido a la aceleración con la que se producen los avances científicos y las innovaciones. La quinta onda, la Onda de la Revolución de la Información y las Telecomunicaciones, estaría ya agotada y estaríamos asistiendo a la eclosión de una nueva ola, de una nueva revolución, la sexta, más corta que cualquiera de las anteriores.
Súbete a la ola. Empieza la revolución.
Las teorías económicas anteriores coinciden en que ya está ocurriendo o está a punto de ocurrir algo impactante, el inicio de una sexta ola tecnológica, una nueva revolución, una nueva oleada. Esta nueva ola empezará con una disrupción extraordinaria, un detonante que cambiará nuevamente todos los paradigmas y ocurrirá antes de lo que crees. Incluso puede que ese big-bang ya haya ocurrido y que aún no lo sepamos, como ocurrió en la Expo’92 de Sevilla. ¿Os imagináis que ya haya ocurrido el big-bang y no nos hayamos anticipado?
Como las innovaciones son, y serán, cada vez más y más rápidas y la ola de los negocios está cada vez más y más cerca de la ola tecnológica, siendo ya casi simultáneas, sólo las empresas ágiles, con una verdadera cultura innovadora implantada entre sus empleados, que más rápidamente se adapten a las nuevas tecnologías que vayan apareciendo y sean capaces de innovar continuamente, podrán sobrevivir. Es como la Teoría de la Evolución de Darwin para las empresas: o innovas y te adaptas o desapareces.
En ese nuevo paradigma que ha de venir, sólo las empresas más innovadoras podrán subirse a la nueva ola que revolucionará nuevamente todos los negocios y triunfar.
¿Estás listo para surfear?
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