La decisión de reciclar cada día más y mejor es un acto de responsabilidad de cada ciudadano, además una decisión comunitaria, que se nos ha impuesto por Ley a todos los europeos. Desde hace más de una década, Europa está legislando en materia de reciclaje de forma pionera, con el objetivo de poner a Europa en cabeza de la protección medio ambiental en el mundo.
Ya en 2008, la Directiva de Residuos y Suelos Contaminados, establecía unos objetivos ambiciosos que todos los países de la UE hemos incorporado a nuestro ordenamiento jurídico nacional. En este sentido, España, cuenta con la Ley 22/2011 de 2011, de Residuos y Suelos Contaminados. Pero Europa no se ha quedado parada, y ha seguido avanzando hacia la economía circular, y este mismo año, se han aprobado una serie de medidas relacionadas con seguir avanzando en el reciclaje y sobre todo en la eliminación de la materia orgánica y el vertido directo de residuos sin tratar en los vertederos.
El pasado 14 de junio, se publicó la nueva directiva europea de residuos (2018/851), con objetivos de reciclaje mucho más ambiciosos para los próximos años. Antes del 2020, la cantidad de residuos domésticos y comerciales destinados a la preparación para la reutilización y el reciclado para las fracciones de papel, metales, vidrio, plástico, bio-residuos u otras fracciones reciclables deberán alcanzar, en conjunto, como mínimo el 50% en peso según la ley 22/2011. Los objetivos futuros de reciclaje según la Directiva Europea 2018/851 se cifran en el 55% en 2025, el 60% en 2030 y el 65% en 2035.
En relación a los BIORESIDUOS existe una obligación de recogida selectiva de los bio-residuos antes del 31 de diciembre de 2023. Únicamente los bio-residuos recogidos selectivamente computarán como reciclaje. El bio-estabilizado dejará de computarse a efectos de reciclaje a partir del 1 de enero de 2027. Respecto a los residuos peligrosos y textiles la ley obliga a la recogida selectiva de los residuos peligrosos y residuos textiles antes del 1 de enero de 2025. En cuanto a los envases, el reciclaje de los residuos de envases deberá alcanzar el 65% en 2025, y del 70% en 2030, con diferentes criterios según los materiales (plásticos, papel y cartón, vidrio, metales y madera). Por último, la entrada en vertedero estará limitado a un máximo del 10% la cantidad de residuos generados destinados a vertedero a partir del año 2035.
En este sentido, el primer paso para obtener un alto grado de reciclaje es la separación en origen. A los ciudadanos se nos está pidiendo cada día una mayor y mejor separación en origen de nuestros residuos. No es solo necesaria la cantidad sino también la calidad de los productos que separamos, y para esto los municipios en los que vivimos nos están ofreciendo:
- Sistemas con contenedores de todas las fracciones VIDRIO, PAPEL-CARTÓN, ENVASES y MATERIA ORGÁNICA, separando esta última del resto, en lo que denominamos el 5º contenedor.
- O bien, sistemas de recogida puerta a puerta, recogiendo en cada vivienda cada día una fracción.
- O una combinación de ambos sistemas, sin olvidarnos de la recogida de los comercios, y de los grandes productores como son los colegios, los hospitales, los centros comerciales…
No existe un sistema mejor que otro. Se debe elegir en cada municipio el que mejor se adapte a sus circunstancias y necesidades. El mejor residuo es el que no se produce, y por tanto no hay que recogerlo. No debemos ver solo el contenedor de la calle, sino que tenemos y debemos pensar en los “cubos” de casa, y en como INFORMAR Y FORMAR al ciudadano para que toda la cadena, desde que compra un producto hasta que se deshace de él, sea para él una experiencia fácil.
En definitiva, el objetivo es no generar residuos, avanzar hacia el residuo cero, y en que la clave es dejar desterrar el modelo de economía lineal e implementar el modelo de economía circular. Así mismo, es muy importante crear consciencia de los beneficios de los buenos comportamientos en materia de residuos: reducir, reutilizar y reciclar. Quien más y mejor recicla debe tener un premio, beneficio o compensación respecto al que no hace ningún esfuerzo en su hogar. Cada vez más tenemos que impulsar la cultura del residuo cero. Es responsabilidad de todos cuidar el planeta para que los hijos de nuestros hijos puedan heredar la tierra y vivir en ella con calidad. La decisión de reciclar cada día más y mejor des un acto de responsabilidad de cada ciudadano, además una decisión comunitaria recogida en una ley todos los europeos.
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