¿Cómo explicarías tu trabajo? Haría un dibujo… Dibujaría un gran signo de interrogación…

Tras haber pasado del programa de liderazgo para graduados a trabajar para Amey en Ferrovial Servicios con diversas paradas en el camino, Emily Davies ejemplifica la inmensa identidad y optimismo profesional milenial. Para Emily, cada cambio puede ser positivo y evaluar cada posibilidad es inevitable para lograr soluciones innovadoras en el trabajo y la trayectoria profesional. Esta apasionante entrevista nos muestra un atisbo de la polifacética directora de impacto social que cree en el cambio práctico de la sostenibilidad corporativa y en la alegría que proporciona una botella de agua.

¿De dónde eres?

Me crié en Hertfordshire y vivo en Oxford, pero mi corazón está repartido entre Exmoor y el Distrito de los Lagos.

¿Cuántos años tienes?

33 años

¿En qué negocio trabajas?

Trabajo para Amey, en Ferrovial Services

¿Y cuánto tiempo llevas trabajando en Ferrovial?

11 años. Comencé con un programa de liderazgo para graduados en 2004, y desde entonces he trabajado en los equipos de Consultoría, Carreteras, HSEQ y Recursos Humanos.

¿A qué te dedicas?

Soy la directora de impacto social, una mezcla de valor social y sostenibilidad corporativa. Mi función es ayudar a Amey a dejar un impacto positivo y duradero en el entorno natural y en las comunidades en las que operamos. Una parte es legislativa, otra depende de los clientes y el resto es hacer lo correcto.

Si estuvieras hablando con un niño, ¿cómo le explicaría tu trabajo?

Dibujaría un planeta y un símbolo que representa a setenta mil millones de personas (y cada vez más…) utilizando los recursos de 3 planetas y medio. Junto a él, dibujaría un gran signo de interrogación, al que seguirían, con suerte, discusiones y preguntas, que en última instancia conducirían a lo que Amey está haciendo para contribuir al desarrollo sostenible.

¿Por qué decidiste dedicarte a este trabajo? ¿Cuál era tu proyecto profesional?

Mi aspiración no era la sostenibilidad corporativa. No fue una decisión consciente. Tenía un interés inicial por el entorno natural. Estudié Geografía Física en la universidad y me pareció adecuado desarrollar mi carrera en gestión ambiental. Después de trabajar en varios proyectos para mitigar los inevitables impactos negativos, me intrigaba lo que estábamos haciendo como empresa en el amplio ámbito de la sostenibilidad ambiental.

Y en realidad, no había mucha respuesta… Encontré una oportunidad y un jefe que estuvo dispuesto a invertir en mí. Fue entonces cuando decidí estudiar un máster en liderazgo sostenible en la Universidad de Cambridge, que en ese momento era uno de los dos únicos cursos a tiempo parcial que pude encontrar en el Reino Unido. Era la única persona en Amey con un título o conocimientos académicos del tema. Aunque no era una experta, me dio la confianza para entablar conversaciones con colegas, amigos y otras organizaciones.

¿En qué debes destacar si quieres hacer carrera en sostenibilidad corporativa?

Veo a los profesionales de la sostenibilidad corporativa como generalistas si son buenos. Generalistas expertos, pero con algo en común: reconocer que las empresas son parte del problema y parte de la solución cuando se trata de nuestros mayores desafíos: la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Es un movimiento mayor que cualquier persona y organización, y por esa razón, nos une en cierta forma. Requiere pasión, persistencia, urgencia y la capacidad de trabajar con otros para lograr el cambio.

¿Qué te gusta más de tu trabajo?

El potencial. Es enorme y hay muchas oportunidades para trabajar en diferentes proyectos y retos. Se me considera milenial (por los pelos…), un colectivo que, según las estadísticas, cambia de trabajo cada 3 o 4 años. Que lleve once años en Amey demuestra que no hay por qué irse a una empresa diferente. Mi rol ha cambiado al menos cada 2 años, según las prioridades del cliente y la estructura de la empresa. Valoro poder adaptar mi labor para satisfacer la demanda actual. Eso y que, cuando estoy trabajando en nuestra oficina en Oxford, tardo diez minutos en bicicleta desde mi casa, sin emisiones de carbono.

¿De qué proyecto te sientes más orgullosa?

El año pasado, Amey se unió al reto corporativo Buy Social, para desviar el gasto de nuestra cadena de suministro a organizaciones sin ánimo de lucro o empresas sociales. Estas organizaciones tienen una misión social, que es su razón de ser. El año pasado, Amey gastó un millón de libras en empresas sociales y seguimos buscando nuevas opciones. Para mí, lo mejor de la sostenibilidad corporativa es usar nuestro poder de compra para marcar la diferencia en las comunidades en las que trabajamos. Como ejemplo, comenzamos hace poco a contar con proveedores de suministros de oficina de Wildhearts. Son una empresa social cuyos beneficios van destinados a apoyar a empresarias de todo el mundo. Igualmente positivo fue que nuestro director de adquisiciones respaldara y liderara la iniciativa, capacitando a su equipo y comprometiéndose con los proveedores. Aunque ahora realizo otro trabajo, espero que ese aspecto no cambie.

¿Cómo animarías a las generaciones futuras a seguir tu profesión?

Cinco consejos importantes para comenzar en la sostenibilidad corporativa:

• Como la mayoría de trabajos que no existían hace 10 años, no encaja en Recursos Humanos, HSEQ, Adquisiciones, Estrategia ni TI, así que prepárate para ser flexible y moverte.
• No esperes a que se anuncie el puesto de trabajo porque lo más probable es que no suceda. Busca un sector que te interese y personas que te inspiren, y define a continuación por qué es un rol necesario.
• No te estanques en el lado “benéfico” de la sostenibilidad corporativa. Aunque es positivo dar y soy gran defensora de las asociaciones benéficas, lo que marcará la diferencia es cómo obtienes tus ganancias, no lo que haces con ellas después.
• Sé entusiasta, te sorprenderá lo lejos que puedes llegar.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Soy una fanática de la montaña. Me encanta escalar, esquiar y hacer snow board. Si tengo altitud, aire puro y una amplia extensión de bosque, roca o nieve, soy feliz. Me he propuesto el desafío de escalar el volcán más alto de cada continente: ya van 2, me quedan 5 (…y un largo camino) por recorrer.

¿Qué clase de música te gusta?

Cualquiera con la que pueda cantar, bailar, o que me haga mover los pies. Bob Marley figuraría sin duda entre los discos que me llevaría a una isla desierta.

¿Un libro?

Me gustan los que no son de ficción. Ahora mismo estoy leyendo Divided de Tim Marshall (Why we’re living in an age of walls), la secuela de Prisioneros de la Geografía. Su enfoque y visión del mundo es apasionante, no puedes dejar de leerlo.

¿Y de la televisión?

Grand Designs, preparándome para cumplir otra de mis ambiciones, construir una casa independiente de la red y autosuficiente (sin duda perdida en las montañas…).

¿Un consejo?

Hay que llevar siempre una botella de agua.

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