Carreteras, puentes y otras construcciones para alargar un poco más la fiebre de Juego de Tronos
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Carreteras, puentes y otras construcciones para alargar un poco más la fiebre de Juego de Tronos

15 de abril de 2019

Se acabó la espera. La octava y última temporada de Juego de Tronos ha empezado. Un grupo de afortunados ha visto ya el primer capítulo. Otros lo disfrutarán a lo largo del día de hoy. Pocos se aventurarán a dejarlo para la semana que viene. El pánico a los spoilers es real. Por eso aquí no vamos a destriparle la última temporada a nadie. Aunque habrá referencias a las anteriores. Vamos a hablar, como no podía ser de otra forma, de infraestructuras y construcciones.

La serie de la HBO está plagada de lugares y estructuras épicos. Algunos son de origen natural, como la laguna glaciar de Jokulsarlon en Islandia. O la ventana azul de Malta (que colapsó en 2017 en medio de una tormenta). Otros son simplemente inventados, fruto de los efectos especiales, como el muro de hielo que separa los siete reinos de las tierras salvajes o la estatua colosal de Bravos. Pero algunas de estas infraestructuras fueron levantadas de verdad por nosotros mucho antes de que existiese la televisión. Así son las carreteras, puentes y demás construcciones de Juego de Tronos en la realidad.

Las murallas de Dubrovnik (y las de Ston)

Mejor empezar por el principio. Desembarco del Rey es la capital de los siete reinos, una de las localizaciones centrales de Juego de Tronos desde la primera temporada. No es ningún secreto que sus calles, sus murallas, sus puentes, sus escalinatas y sus puertos pertenecen, en su mayoría, a la ciudad croata de Dubrovnik. Sus imponentes muros sobre el mar Mediterráneo permanecen prácticamente intactos desde que se levantaron en el siglo XIV de nuestra era.

La ciudad amurallada de Dubrovnik, en Croacia

La ciudad amurallada de Dubrovnik, en Croacia. / Pexels, Snježana Blažun

Sin embargo, es bastante menos conocido que las fortificaciones que rodean la ciudad en la serie no son solo las de Dubrovnik. Parte de las escenas están ambientadas en la muralla de Ston. Data también del siglo XIV y, aunque se conserva en peor estado, fue meticulosamente restaurada en la década de los 2000. Originalmente, los muros fueron construidos para proteger salinas de la ciudad de Ston. Es la segunda mayor muralla de Europa, solo superada por el muro de Adriano, en Reino Unido.

La carretera de Bregagh

Otra de las infraestructuras clave a lo largo de toda la serie es el Camino Real (o Kingsroad, en versión original). De hecho, así es como se titula el segundo capítulo de la primera temporada. Es una de las autovías (para carros y caballos) de los siete reinos. Empieza en la capital y llega hasta la frontera norte del territorio, a los pies del gran muro de hielo que casi nadie se atreve a cruzar.

Aunque está presente en diferentes escenas, uno de los tramos icónicos es el túnel de hayas de la carretera de Bregagh entre Armoy y Stranocum, en Irlanda del Norte. Conocida como Dark Hedges (setos oscuros en español), este tramo de carretera formaba parte de la entrada a la mansión Gracehill. Las hayas fueron plantadas por su dueño, James Stuart, en 1775. Hoy, en su momento de mayor fama, la arboleda está amenazada (por su avanzada edad y la presión turística).

Carretera de Bregagh en Irlanda del Norte

Carretera de Bregagh en Irlanda del Norte

El puente romano de Córdoba

310 metros de largo, nueve metros de ancho y 16 arcos. Junto al Alcázar de los Reyes Cristianos y el Palacio Episcopal, el puente romano de Córdoba es Patrimonio de la Humanidad. Construido en el siglo I después de Cristo (aunque se tiene constancia del proyecto en el año 45 a.C.), soportó tráfico motorizado hasta el año 2004. Una década después, esta mega estructura clásica alcanzaba fama mundial con Juego de Tronos.

El viaducto de Córdoba sirvió como base para la recreación del puente largo de Volantis. Y tan largo. Gracias a los efectos especiales, el puente parece tres veces más largo que en la realidad. Sus arcos y sus edificaciones (también virtuales), son clave en las temporadas cinco y seis de la serie. Por su suelo pisaron Tyrion Lannister, Varys y los hermanos Greyjoy (además de cientos de extras).

El puente de romano de Córdoba, construido hace 2000 años

El puente de romano de Córdoba, construido hace 2000 años

El castillo de Shane, Sant Pere de Galligants y Carrick-a-Rede

Lejos del tamaño del de Córdoba, son muchos los puentes de pequeñas dimensiones que aparecen a lo largo de las primeras siete temporadas de la serie. Algunos merecen ser nombrados. En uno de los momentos clave de la sexta temporada, Arya Stark es perseguida por la niña abandonada por las calles de Braavos. La pequeña Stark acaba siendo apuñalada sobre un puente de piedra. Se trata del puente del monasterio de Sant Pere de Galligants, en Girona.

No muy lejos del túnel de hayas, todavía en el condado de Antrim, en Irlanda del Norte, se encuentra el castillo de Shane. Aunque fue utilizado en varias escenas, las más emblemáticas se rodaron sobre su puente de piedra. En él se desarrolla la pelea entre Jaime Lannister y Brienne de Tarth en el principio de la tercera temporada.

Por último, el puente colgante de cuerda de Carrick-a-Rede, también en Irlanda del Norte, forma parte del escenario escogido por el ejército de Renly Baratheon para acampar en la segunda temporada. Sus 20 metros de longitud y 30 de altura no lo hacen demasiado espectacular. Pero ha pasado de ser un lugar olvidado a recibir cerca de medio millón de visitantes al año.

 

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Las escaleras de San Juan de Gaztelugatxe

Tras Irlanda del Norte y Croacia, España es el país que más localizaciones reales de Juego de Tronos acumula. Las calles de Girona, el alcázar de Sevilla o la plaza de toros de Osuna son alguna de ellas. Una de las más espectaculares se encuentra en Bizkaia, País Vasco. Concretamente en el islote de San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo. Los fans lo recordarán como la subida al castillo de Rocadragón.

Sobre el islote vasco se encuentra una ermita, aunque en la serie es substituida por un castillo. Para llegar a ella, el acceso es espectacular. Se recorre un estrecho camino que cruza un puente de piedra y se ascienden 241 escalones tallados en la roca. Desde su aparición en la séptima temporada de Juego de Tronos se ha convertido en uno de los lugares favoritos de los instagrammers que visitan la costa de Bizkaia.

Las ruinas romanas de Itálica, el castillo de Zafra en España o la ciudad de Ait Ben Haddou en Marruecos podrían también formar parte de este artículo. Muchos de ellos volverán a aparecer en la octava (y recién iniciada) temporada. Otros quedarán para el recuerdo y para los repasos nostálgicos de una de las series más vistas de la historia.

 

Imagen de portada | HBO

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