Abrir una app, pulsar un botón y que un coche te recoja. Ese era el futuro que visionaban Travis Kalanick y Garret Camp cuando en 2009 decidieron crear Uber. Lo que probablemente no imaginaban era que su nueva compañía iba a poder aspirar a una valoración de $100bn y a transformar el paradigma de la movilidad en el mundo, dando lugar a toda una nueva industria, la de las llamadas Transportation Network Companies (TNC).
Fuente: Time
Pero, ¿cómo ha afectado este nuevo servicio al negocio aeroportuario, más allá de que algunos pasajeros usen ahora Uber -o servicios similares como Lyft– para llegar al aeropuerto?
Pues lo cierto es que bastante. La irrupción de las TNC ha influido, más de lo que a priori podría parecer, en la forma en la que los pasajeros eligen su modo de acceso al aeropuerto. Este hecho ha puesto en jaque una parte considerable de los ingresos de los activos aeroportuarios y ha centrado la atención de toda la industria durante los últimos años, habiéndose publicado numerosos estudios y artículos sobre su impacto como este de la firma L.E.K. Consulting.
Fuente: stuckattheairport
En primer lugar, es necesario explicar que los distintos modos de acceso a un aeropuerto son clave tanto por cuestiones de conexión, ya que los aeropuertos normalmente están localizados a una distancia significativa del centro de la urbe, como por un tema económico. Y es que estos modos de acceso contribuyen de manera decisiva a la sostenibilidad económica del aeropuerto, aportando, de media, cerca del 25% de los ingresos totales operativos en los aeropuertos norteamericanos, como señala el “2018 Airport Economics Report” publicado por ACI. Por lo tanto, a priori, parece que la aparición de esta nueva forma de movilidad podría tener un gran impacto en las finanzas de un aeropuerto. Dada la mayor madurez y repercusión de este servicio en EEUU, vamos a centrarnos en entender qué ha ocurrido en los aeropuertos del país norteamericano.
Adopción de las TNC en el mercado norteamericano
La adopción de Uber y demás TNC en EEUU ha sido masiva -en San Francisco, por ejemplo, la proporción de viajes en TNC respecto a taxi ya era de 12:1 en 2016 como señala este informe publicado en 2017 por la San Francisco County Transportation Authority.
En un principio se podría pensar que esa demanda de TNC le ha sido arrebatada en su totalidad al taxi y vehículos con conductor, dado que son los productos más similares. Pero aunque es cierto que la mayor parte de la demanda proviene de taxi, también ha canibalizado en menor medida a otros modos de acceso al aeropuerto como el vehículo personal que aparca en parking, el coche de alquiler o incluso el transporte público. La explicación a este fenómeno podría deberse, según muestran las encuestas, al hecho de que los pasajeros perciben a las TNC como un servicio diferente, valorando especialmente aspectos como la conveniencia del servicio, un precio competitivo o la facilidad de uso.
Otro cambio interesante que se ha producido en el comportamiento del pasajero a la hora de elegir modo de transporte hacia y desde el aeropuerto, es que algunos de los usuarios que solían llegar en un vehículo personal conducido por un familiar o amigo, ahora usan Uber o alguna otra TNC. Esto parece demostrar la sensibilidad al precio del pasajero, ya que el coste del servicio TNC ha disminuido hasta alcanzar el umbral que hace que el pasajero prefiera esta alternativa a tener que recurrir al favor de ese familiar o amigo.
Pero, ¿cómo afecta este nuevo sistema de movilidad a los ingresos del aeropuerto? Si tenemos en cuenta el valor promedio por transacción de cada modo de acceso al aeropuerto encontramos bastantes diferencias. Modos como el vehículo privado estacionado en parking o el coche de alquiler llevan asociados un alto valor promedio por transacción, mientras que el taxi, las TNC o el transporte público generan un menor valor promedio.
El aumento de uso de las TNC supone, por tanto, una pérdida significativa de transacciones con alto valor promedio asociado, lo que podría poner en peligro los ingresos del aeropuerto. ¿Cómo es posible entonces generar un nivel de ingresos similar con este nuevo escenario?
La respuesta está en las transacciones que las TNC han capturado de pasajeros que previamente accedían al aeropuerto en vehículo personal conducido por ese familiar o amigo. Este tipo de transacciones no generaban ningún ingreso, ya que en EEUU no están sujetas a una tasa de acceso al aeropuerto. De modo que la solución consiste en lograr un balance adecuado entre la pérdida limitada de transacciones de alto valor promedio y la captura de un volumen relevante de estas transacciones que previamente no generaban ningún valor.
Fuente: hiveminer
Por tanto, con una estrategia de pricing y segmentación adecuada por parte del aeropuerto -que por un lado distribuya la demanda de manera óptima entre los distintos modos de acceso y espacios del aeropuerto, y que por otro genere un yield adecuado en las nuevas transacciones de TNC- en la mayoría de los escenarios se consigue mantener unos niveles de ingresos por pasajero similares a los anteriores a la aparición de Uber.
En cualquier caso, la irrupción de las TNC no es el único reto al que deberán enfrentarse los aeropuertos. Otras tendencias que se están desarrollando muy rápidamente, como los sistemas integrados de movilidad como servicio (MaaS), el vehículo autónomo, o Hyperloop, requerirán que la industria aeroportuaria adapte su modelo de negocio para continuar ofreciendo un servicio competitivo en un futuro más cercano de lo que pueda parecer.
Fuente: Detroit Driven
Frente a esta realidad, la estrategia más efectiva es la anticipación y la agilidad, que nos permiten gestionar el cambio de una manera proactiva. Y es que, desde la posición adecuada, lo que parecen inquietantes amenazas pueden llegar a tornarse en interesantes oportunidades…
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