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Emisiones

Reducir las emisiones de carbono en el entorno urbanístico del Reino Unido

20 de agosto de 2020

En enero, en Amey publicamos el segundo de una serie de libros blancos sobre los roles de los sectores público y privado en el futuro de la infraestructura. Fue nuestro Libro Blanco de energía. El día antes de su lanzamiento, le hablaba a mi hijo de 12 años, Bradley, de nuestro proyecto y del discurso que iba a pronunciar en el evento de presentación. Su generación está mucho más concienciada con el medio ambiente y tenía mucho que decir al respecto. Me explicó que los buenos discursos tienen que comenzar con la palabra IMAGINEN. No sé de dónde sacó esa perla, pero lo estuve pensando y comencé mi discurso con estas palabras:

  • Imaginen un mundo sin emergencias climáticas;
  • Imaginen un mundo de emisiones de carbono controladas;
  • Imaginen un mundo de ciudades con aire limpio;
  • Imaginen un mundo donde ya no exista la dependencia de los combustibles fósiles.

¡Qué mundo sería! ¿Podemos hacer realidad esta idea? Creo que sí, y debemos hacerlo para afrontar el mayor reto de nuestro tiempo: la emergencia climática. Un famoso proverbio dice: el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El siguiente mejor es ahora. Lo mismo se aplica a la hora de abordar las emisiones dañinas de CO2 de nuestro entorno urbanístico a partir de nuestro uso de la energía y la calefacción. Vamos con retraso. El siguiente mejor momento de actuar es ahora para frenar los efectos perjudiciales de un planeta en calentamiento.

La calefacción es el segundo mayor emisor de C02 después del transporte, y representa el 31 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en el Reino Unido. Somos una nación que aún depende en gran medida de los combustibles fósiles. El 84 % (es decir, 23 millones de hogares) usa gas como fuente de calefacción. Aunque se han implementado numerosas iniciativas para reducir la huella de carbono de nuestros edificios públicos y se han conseguido algunos avances, hay una enorme tarea por delante para reducir las emisiones de carbono de la calefacción en nuestras escuelas, hospitales, prisiones y edificios públicos.

El problema es que debemos actuar con mucha rapidez. Nuestro Libro Blanco recibió aportes de varias personas de los sectores público y privado. El documento presenta tres recomendaciones principales que nuestra empresa cree que deben implementarse de inmediato para reducir las emisiones de carbono de nuestro entorno urbanístico. Son las siguientes:

  1. Una política gubernamental clara y coherente para que se opte por tecnologías bajas en carbono;
  2. Modelos de inversión claros para que las autoridades locales estén mejor equipadas para interactuar con el mercado y los inversores puedan invertir con más confianza;
  3. Las autoridades locales y las organizaciones del Gobierno central deben estar capacitadas para tomar decisiones al establecer modelos de negocio y financiación que funcionen.

Creemos que estos tres pasos, si se implementan ahora, transformarán los mercados de energía y calefacción del Reino Unido, abriendo nuevas cadenas de suministro y nuevos mercados donde prospere la innovación y se consiga un progreso real en la reducción de las emisiones de CO2 del entorno urbanístico. Ahondando más en el tema, el mercado necesita:

Una política gubernamental clara y coherente

Por lo general, el Gobierno central establece las prioridades y la estrategia para un sector o reto, mientras que las autoridades locales y los departamentos gubernamentales las llevan a cabo. El éxito proviene de quienes toman las decisiones a nivel local, que realizan la implementación dentro de un marco político claro, pero esto no ocurre en gran parte del sector energético, sobre todo con la calefacción. Para superarlo, el Gobierno debe:

  • Consultar a las autoridades y departamentos locales para entender las oportunidades y barreras para la implementación;
  • Emitir orientación sobre los modelos comerciales preferidos, propuestas de adquisición y financiación;
  • Las autoridades y departamentos locales tendrían entonces que presentar planes de reducción de las emisiones de carbono, seguros de los modelos de financiación y negocio disponibles.

Modelos de inversión claros

Las autoridades y departamentos locales deben procurar que sus proyectos sean «aptos para recibir financiación» para aumentar los beneficios de la inversión del sector privado. La estandarización es crítica. Hay que olvidar el balance general y hacer que la relación calidad-precio sea la única medida del atractivo de los modelos comerciales. En el pasado, tratar de garantizar que las concesiones al sector privado se ajustaran al balance general ha llevado a:

  • Contratos inflexibles;
  • Demasiada transferencia de riesgo;
  • Falta de colaboración.

Sin esas restricciones, los modelos de negocio pueden incluir elementos no comunes en las asociaciones público-privadas, como:

  • La propiedad privada y pública conjunta crea incentivos en consonancia
  • Un retorno base más bajo, con un mayor rendimiento basado ​​en resultados, como el ahorro de energía
  • Representación del cliente en la gestión del proyecto
  • Estructura de capital más flexible que se adaptará mejor al cambio
  • Eliminación de la ingeniería financiera agresiva
  • Concesiones a corto plazo que incentiven el desempeño y no aboquen a las autoridades locales a obligaciones contractuales a largo plazo.

Los modelos de relación calidad-precio que podrían considerarse son:

  • Asociaciones público-privadas: planes financiados y llevados a cabo por operadores del sector privado, pagados a su vez por el suministro de energía, por ejemplo, calefacción en un proyecto de calefacción urbana.
  • Modelos de ahorro garantizados: provisión para una serie de acuerdos a un coste unitario de energía menor que el que se paga actualmente.
  • Coste más plus: transferir los costes a los clientes que se benefician de la eficiencia de, por ejemplo, un suministro de calefacción central;
  • Propiedad del cliente: planes financiados por clientes locales, con autoridad local y respaldo del sector privado para abordar el riesgo de crédito y generar una compra inicial

Las autoridades locales y las organizaciones del gobierno central deben estar capacitadas para tomar decisiones

Un único modelo no puede adaptarse a todo, por lo que es necesario contar con diversos modelos de negocio y estructuras de inversión. Los marcos de contratación del sector público a veces son demasiado rígidos y no permiten nuevas ideas. Es necesario prestar más atención al resultado deseado que a los medios para alcanzarlo. Otros aspectos que podrían contribuir a la innovación y la inversión a nivel local son:

  • Hacer cumplir las obligaciones de planificación para lograr los niveles más altos de eficiencia energética;
  • Adoptar un marco de planificación intervencionista, como Londres con Heat Networks;
  • Potenciar la cadena de suministro.

Estas tres recomendaciones serán clave para establecer el marco normativo adecuado y atraer la inversión requerida para reducir las emisiones de carbono en el entorno urbanístico del Reino Unido. Debemos ir un paso más allá y trabajar en colaboración con el Gobierno y la industria en general para hacer realidad un Reino Unido sostenible.

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