Formar en salud y seguridad tradicionales a una nueva generación
06 de noviembre de 2020
Al haber trabajado más de 27 años en el sector de la construcción, he descubierto los diversos riesgos a los que estamos expuestos y he dedicado mi carrera a proteger de ellos a las personas. Comprender cómo trabajar de forma segura en altura y en condiciones ambientales extremas, así como operar maquinaria peligrosa, requiere formación permanente y experiencia.
Cuando hablamos de salud y seguridad en el sector de la construcción, la inexperiencia es un riesgo potencial. La falta de una formación eficaz es uno de los motivos por los que las personas con menos experiencia tienen más probabilidades de sufrir un accidente. Además, el reciente aumento de los milenial en la mano de obra estadounidense presenta nuevos retos para la gestión en salud y seguridad.
Al crecer en una zona rural, tuve la oportunidad de trabajar con equipos de los que muchas personas carecen en la actualidad. Desde temprana edad, recuerdo soldar, conducir vehículos y desarrollar diversas habilidades relacionadas con algunas de las cosas que hacemos en la construcción. Como gestores, surgen problemas si asumimos que los nuevos empleados comprenden los procesos que nosotros tuvimos oportunidad de experimentar en el pasado.
Lo antiguo frente a lo nuevo
No obstante, surgen enfoques innovadores para capacitar a la nueva generación en lo que hemos aprendido sobre seguridad. El mayor uso de la realidad virtual y la tecnología en línea, sobre todo durante la pandemia de COVID-19, implica que la orientación en seguridad puede realizarse en un formato diferente y estandarizado, garantizando que la información fundamental llegue a los trabajadores sin problemas. No tenemos que preocuparnos si un formador pasa por alto un consejo vital por no tener un buen día. Además, se pueden volver a ver las sesiones grabadas y aprender al ritmo más conveniente, permitiendo a los gestores seguir los progresos. El contenido también puede optimizarse para los nativos digitales en un medio con el que estén familiarizados.
Además, la gestión en salud y seguridad compatible con dispositivos móviles puede mejorar la eficiencia al reducir el papeleo y empoderar a los trabajadores para que participen de forma proactiva en aspectos relacionados con la salud y la seguridad, como puede ser reportando incidentes desde un teléfono inteligente o tableta. La tecnología móvil también está reduciendo nuestro riesgo de exposición; en lugar de subirnos a un andamio para ver algo desde arriba, podemos enviar drones con cámaras para realizar observaciones. También implica el despliegue de menos personal, minimizando así los posibles daños.
Mientras tanto, el desarrollo de tecnología portátil puede mejorar la seguridad al notificar a los trabajadores de su propia fatiga, exposición a riesgos ambientales y proximidad a maquinaria peligrosa para evitar lesiones por colisión. También podemos mantener la seguridad general mediante avances en zonas inteligentes que alertan al tráfico de que un camión está saliendo de una zona de obras o notifican de retrasos en el tráfico debido a la construcción.
Lo nuevo frente a lo antiguo
Los milenial buscan pruebas de que su empresa valora la seguridad, por lo que la orientación y la capacitación deben reforzar una cultura que vaya más allá de las reglas y normativas. Uno de los motivos principales por los que vamos todos a trabajar es para que nuestra familia tenga una vida mejor, y las personas con las que trabajamos también son nuestra familia. Cada familia tiene una tradición, y nuestro deber como gestores en salud y seguridad es transmitir nuestra creencia de que la seguridad de cada miembro de la familia es de vital importancia. Debe entenderse que la seguridad de nuestra familia trabajadora es lo más importante.
Como padre, mi deber es ayudar a mis hijos a aprender habilidades esenciales para la vida e impartir mi experiencia. De la misma forma, no hay nada más importante que establecer relaciones sólidas con los trabajadores jóvenes al formarlos. Para que alguien admita que no sabe algo es necesaria una comunicación abierta, y es algo positivo. A través de la orientación, te adoptamos en nuestra familia, nos damos la mano y recorremos las situaciones laborales más comunes para aprender juntos los valores tradicionales de seguridad.
Hay un viejo dicho de Benjamin Franklin que reza así: «Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo».
Por lo tanto, la capacitación efectiva va más allá de limitarse a informar a las personas acerca de las políticas de salud y seguridad de una empresa o los peligros específicos de la obra, que pueden olvidarse. Una de las primeras cosas que debe hacerse en una orientación de seguridad es preguntar: «¿Quién es responsable de tu seguridad?» Y la respuesta es «¡tú!» Enseñar que la seguridad es una elección personal a través de campañas de orientación y sensibilización como Work Safe ayuda a recordar esta perspectiva.
Además, creo firmemente que el auténtico aprendizaje sucede cuando llevamos a alguien al terreno y lo involucramos en el proceso. No podemos esperar que las personas con diferentes experiencias vitales estén listas de inmediato para trabajar en el terreno, y una incursión paulatina les da la oportunidad de experimentar prácticas de trabajo seguras de forma directa. Hacer que alguien se sienta parte de una familia es una manera excelente de motivar a las personas y demostrar las tradiciones de seguridad en las que se basa nuestro sector.
Cimientos para el futuro
¿Cómo podemos construir sobre estos cimientos de seguridad? Como ocurre en cualquier familia, es fundamental reforzar los buenos comportamientos. Un ejemplo efectivo es cuando nuestro centro de información pública salió al terreno para grabar imágenes de personas que usaban sus EPI y trabajaban de manera segura. Posteriormente, mostraron un vídeo de otros empleados aplaudiendo para felicitar a esos trabajadores. Un empleado de tráfico que aparecía en el vídeo celebró una barbacoa al aire libre para mostrar que salía en el vídeo de «agradecimiento». Hacerles saber a los trabajadores que están haciendo un gran trabajo para mantenerse a salvo a sí mismos y a los demás contribuye en gran medida a reforzar la precaución.
Mi motivación para unirme a la gestión de seguridad vino tras presenciar una fatalidad en el lugar de trabajo cuando comenzaba en la construcción y desde entonces me he dedicado a proteger a las personas de cualquier daño. Compartir este tipo de experiencias que permanecen contigo durante toda la vida refuerza la importancia de la seguridad en el trabajo y contribuye a continuar la tradición de proteger a las personas. Aunque la tecnología ha ayudado en gran medida a mejorar la seguridad, en mi opinión, no debe olvidarse el antiguo enfoque familiar de darse la mano, pues ha sido muy importante en la creación de nuestra cultura de la seguridad.
Para avanzar en la gestión de salud y seguridad, no debemos limitarnos a formar a las personas para que trabajen de manera segura. Hay un gran énfasis en la jerarquía de los controles de peligro que categoriza el mejor método para hacerles frente. Debemos educar en este tema, y es muy reconfortante para mí cuando lo hago personalmente, explicando nuestros métodos de Ferrovial a ingenieros inexpertos con óptimos resultados. Nuestros nuevos ingenieros tienen excelentes ideas y soluciones y es vital que cada miembro de nuestra familia de trabajo sepa que su empresa lo valora.
Para avanzar como gestor, cuando un empleado tiene una idea, debemos ser receptivos y escuchar activamente para comprender y evaluar el beneficio para la organización. Si beneficia a la empresa y podemos hacerlo de forma segura, se hace, y debemos elogiar a quienes aportan soluciones para mejorar la gestión en salud y seguridad.
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