Como escribió una vez la famosa activista del urbanismo Jane Jacobs: “Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todo el mundo, solo porque, y solo cuando, las crea todo el mundo”.
La tecnología exponencial en las ciudades tiene amplias implicaciones, y a lo largo de nuestra vida veremos apasionantes avances que difuminarán las líneas entre ciencia ficción y realidad. El futuro de las ciudades será un lugar apasionante para la innovación y la disrupción. Hay algunos proyectos en este ámbito que podrían ser el ejemplo perfecto:
1) Sidewalk Labs
En octubre de 2017, Sidewalk anunció sus planes de construir un barrio centrado en la tecnología al sureste del centro de Toronto. El objetivo del proyecto era convertir la ciudad en “un banco de pruebas de las tecnologías, materiales y procesos emergentes que abordarán estos desafíos y proporcionarán soluciones que puedan ser replicadas en las ciudades de todo el mundo”. El plan de Sidewalk Labs era invertir 1.300 millones de dólares en viviendas colectivas de madera, aceras calefactadas e iluminadas, Wi-Fi público y, por supuesto, una gran cantidad de cámaras y otros sensores para monitorear el tráfico y la vida en las calles. Los residentes se opusieron al enfoque de la empresa sobre la privacidad y la propiedad intelectual. A consecuencia de la pandemia del COVID-19, el proyecto ha dejado de ser económicamente viable.
Pero en octubre de 2020, Sidewalk Labs lanzó Delve, una herramienta que emplea inteligencia artificial para crear “millones de posibilidades de diseño” de desarrollos urbanos en solo unos minutos. Para crear la base de los diseños de Delve, Sidewalks Labs creó un modelo inicial de los componentes básicos que se suelen utilizar en los desarrollos residenciales, que incluye edificios, espacios abiertos, servicios, calles e infraestructura energética. Aplicando inteligencia artificial a ese modelo, Delve explora millones de posibilidades de diseño para un proyecto determinado, midiendo el impacto de cada uno de los diseños.
2) Toyota
Toyota desveló este año su intención de construir un prototipo de “ciudad” del futuro en un terreno de 175 acres al pie del Monte Fuji en Japón.
Concebida como un “laboratorio viviente”, la Woven City (ciudad tejida) será el hogar de residentes permanentes e investigadores que podrán probar y desarrollar tecnologías como la autonomía, la robótica, la movilidad personal, los hogares inteligentes y la inteligencia artificial en un entorno del mundo real. Toyota cursará una invitación abierta para colaborar con otros socios comerciales y académicos e invitará a científicos e investigadores interesados de todo el mundo a ir a trabajar en sus propios proyectos en esta incubadora única en el mundo real.
Toyota llama al sitio la “ciudad tejida”, en el sentido de que se tejen tres tipos diferentes de calles o vías, cada una para un tipo de usuario específico. Una calle sería solo para los vehículos más rápidos. En la segunda convivirían vehículos de movilidad personal de poca velocidad, como bicicletas y scooters, y peatones. Y la tercera sería un paseo parecido a un parque, solo para peatones. “Estos tres tipos de calles se entretejen para formar un patrón de cuadrícula orgánica que ayuda a acelerar las pruebas de autonomía”, afirma la empresa.
3) Dubai
El Plan 2021 de Dubai describe el futuro de Dubai a través de perspectivas holísticas y complementarias, empezando por las personas y la sociedad que siempre han sido, y siempre serán, los cimientos de la ciudad. La ciudad ha establecido sus objetivos para el 2021, que incluyen:
- En 2030, el 25% de los edificios en Dubai estarán basados en la tecnología de impresión 3D
- En 2030, el 25% del transporte total de Dubai será autónomo
- El Rashid Al Maktoum Solar Park es el parque solar más grande del mundo
- Integra vehículos de pasajeros no pilotados que pueden llevar a las personas a su sistema de transporte público
Además, el Museo del Futuro con sede en Dubai albergará interesantes exposiciones sobre la evolución de la tecnología en los próximos 20 años. Fundado por la fundación Dubai Future, el museo mostrará cómo la tecnología puede mejorar nuestro cuerpo y mente, además de gestionar soluciones sociales y económicas.
Cocreación de ciudades
Hemos visto muy buenos ejemplos, pero creo que la cocreación desempeñará un papel fundamental en el desarrollo de las ciudades inteligentes y las ciudades del futuro, gracias a la participación de los ciudadanos en todo, desde el futuro del transporte a las mejoras del servicio público.
En 2015, Madrid inauguró Decide Madrid, una plataforma online cuyo objetivo es involucrar a las comunidades locales en la gobernanza para impulsar la recreación de su ciudad. A través de la plataforma, los ciudadanos pueden proponer y apoyar ideas para las nuevas leyes que les afectan, y comentar y votar cualquier texto legislativo introducido por el consejo.
Ámsterdam también se ha comprometido a involucrar a los ciudadanos en su transición hacia la neutralidad climática de la ciudad. Sus objetivos: eliminar su dependencia del carbón, el petróleo y el gas, y alcanzar sus objetivos de un 55% menos de emisiones en 2030 y un 95% menos de emisiones en 2050. Los ciudadanos están tomando la iniciativa de renovar sus propias casas y cooperando para formar cooperativas de energía locales.
Milán está trabajando en campañas de cambio de hábitos mediante aplicaciones y actividades lúdicas para alentar a las personas a utilizar el transporte público, al tiempo que reúne datos para la formulación de políticas. También está organizando actividades de capacitación y aprendizaje dirigidas a los ciudadanos con el fin de superar la brecha digital y ecológica en la población.
Hoy en día, nuestras ciudades se enfrentan a desafíos como ofrecer asistencia sanitaria a una población que envejece, mejorar la calidad del aire, transformar el transporte para que sea más sostenible y (re)construir viviendas energéticamente eficientes, por nombrar algunos. Pero las ciudades no pueden trabajar de forma aislada para encontrar solución a estos desafíos. Es importante cooperar con empresas, investigadores y autoridades públicas para estimular y dirigir el cambio, pero la participación de los ciudadanos que viven y trabajan en esas ciudades permite crear juntos los espacios urbanos del futuro. Es el equivalente en planificación urbana, al diseño centrado en las personas: hay que empezar por ver dónde viven y a dónde necesitan llegar, y averiguar cómo reorganizar nuestros vecindarios y ciudades para que la facilidad de acceso logre que vivir en la ciudad sea una experiencia estupenda.
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