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Innovación

El proyecto Weatherledger: cómo anticipar los eventos climáticos en la construcción

15 de marzo de 2021

El tiempo es un tema recurrente en nuestra vida y una conversación que invade nuestros días, no solo el tiempo que miden los relojes, también el tiempo al que llamamos clima, y que nos rodea y condiciona.

El tiempo modifica nuestros paisajes, la tierra y todo aquello que conocemos en el mundo. Un evento climático como la lluvia puede favorecer las cosechas y la economía de un país, el sol y el calor pueden cambiar completamente la forma de vida de sus habitantes, y en sus variantes más extremas, el clima puede arrasar la Tierra con huracanes o terremotos, y destruir la vida tal cual la conocíamos.

La construcción y la ingeniería, al igual que el tiempo, modifican nuestros paisajes. Las infraestructuras se integran en nuestro medio ambiente, en nuestro hábitat -tanto se mimetizan que a veces ni reparamos en ellas-, y buscan mejorar nuestra calidad de vida, conectarnos y comunicarnos.

Como forman parte de nuestro entorno, el clima también influye en las infraestructuras notablemente, tanto en su construcción como en su mantenimiento, y podemos observar cómo la ingeniería se ha ido adaptando a lo largo del tiempo a las condiciones climatológicas de diferentes territorios.

El ejemplo más claro de infraestructura donde podemos ver el impacto climatológico es en la contrucción de carreteras. A lo largo de la historia, desde las primeras vías que inventaron los romanos y unieron todos sus territorios, su diseño siempre ha tenido en cuenta factores como las precipitaciones, el tipo de clima, el viento o la temperatura. Y lo han tenido siempre en cuenta, tanto en su construcción, como en su posterior mantenimiento.

Fue precisamente un arquitecto romano, Vitruvio, quien en el siglo I a.C. asentó las bases de la construcción de edificios en su obra De Architectura , y analizó el papel relevante del clima. Los diez libros que la componen aúnan todo el conocimiento arquitectónico de la antigüedad, y es en el VI donde nos encontramos con el tratamiento de las condiciones climatológicas, aspecto que comenzó a estudiarse y a aplicarse en la época en las villas romanas. Vitruvio entendió la importancia de tener en cuenta el clima para construir las calles romanas y su trazado.

Desde entonces, el clima siempre ha sido un factor fundamental en la planificación de la construcción, y vemos cómo cada edificación e infraestructura se adapta a las condiciones climáticas de la zona.

Medir la climatología a priori

Con el paso del tiempo, los procesos para medir el impacto del clima en la construcción han ido cambiando y evolucionando con la implantación de nuevas tecnologías. Pero, a pesar de todos los avances, continúa siendo muy difícil medir el impacto y los riesgos de las condiciones climatológicas a priori en la construcción y la edificación. Sabemos cuáles son las condiciones a posteriori, pero es muy difícil determinarlas con anterioridad, un factor que complica la construcción.

Además, el cambio climático también dificulta estas previsiones de patrones climáticos, que, sumado al aumento de condiciones climáticas más extremas, hace cada vez más difícil planificar y operar en la industria de la construcción.

Ante este reto, nuestro equipo se planteó encontrar una solución. Así nació en abril de 2020 el proyecto Weather Ledger en Reino Unido, un proyecto pionero de Innovate UK financiado por Transforming Construction Challenge, y en el que trabajamos con las empresas EHAB, Clyde& Co, Connected Places Catapult, Digital Catapult y BAM Nuttall para desarrollar una herramienta que fuese capaz de determinar todos los riesgos climáticos antes de comenzar la construcción de nuestros proyectos, utilizando las últimas tecnologías como Internet of Things y Distributed Ledger Technology. A lo largo de los 12 meses de duración del proyecto, nuestro objetivo es desarrollar una solución que permita recopilar evidencias climáticas, intercambiar información y administrar los contratos en relación a eventos climatológicos adversos en obras.

Como resultado, hemos desarrollado una Smart Contract Tool que será muy útil para gestionar los contratos y los clientes en cada proyecto. Esta app automatiza los procesos de negociación de licitaciones con los clientes, y puede reducir este proceso de 12 semanas a tan solo 2 días. Mide todas las condiciones climatológicas y reclamaciones por clima de forma automática a través de la aplicación, que recoge información de los sensores instalados en las obras, y envía estos datos en tiempo real al contratista y al cliente, optimizando un proceso que hasta este momento era muy manual y tenía que revisar una persona.

Permite medir con anterioridad todos los riesgos climáticos, y es muy útil en las fases de licitación del proyecto porque puede darse al cliente toda la información real previamente, posibilitando una mejora en la toma de decisiones, ahorro de costes por disputas en los contratos y un mejor aprovechamiento del tiempo de construcción.

Seguridad y salud

Para optimizar el proceso, estamos desarrollando una app para el teléfono para que todos los ingenieros y operarios puedan tener en un mismo lugar los registros actualizados de la obra, y no solo referentes al clima, también relacionados con la seguridad y salud, el control de inventario y herramientas… permitiendo guardar de una forma más segura todos los récords que hasta ahora se archivaban en papel.

También permite tomar fotografías para que el contratista y el cliente vean el progreso, y que queden registradas en la aplicación una vez finalice la obra, permitiendo recuperar todos estos datos para futuros proyectos y almacenar este aprendizaje para automatizar procesos en el futuro.

Esta app no solo ayudará a tener los récords de las obras más controlados, también simplificará el proceso de reclamación, permitiendo a los aparejadores tener toda la información más a mano y no perder ningún dato importante a la hora de valorar los precios, retrasos en el proyecto, obstrucciones que se encuentren…

Aplicación web

Además de la aplicación para dispositivos móviles, estamos desarrollando una página web que irá más enfocada a la planificación de la obra y a los retrasos ocasionados por el clima.

Permitirá medir si nuestras actividades puedan tener riesgo de verse retrasadas por condiciones climatológicas, y cuantificar además el número de días que se verá afectada, algo que optimizará los procesos y nos permitirá anticiparnos para preparar nuestros programas, mover nuestras actividades y valorar el riesgo de cada obra.

En pruebas

Actualmente, hemos instalado sensores para probar la aplicación en nuestro proyecto HS2, y estamos analizando su potencial, que sin duda reforzará nuestra posición comercial, permitirá tener un mayor control sobre la obra, y dará respuesta a uno de los mayores desafíos de la construcción: anticiparnos a los riesgos climáticos.

Por el momento hemos orientado el proyecto hacia los contratos NEC (New Engineering Contracts) en Reino Unido, aunque nuestra intención es continuar desarrollándolo para poder implantarlo en todo tipo de países y contratos.

Con esta innovadora solución, queremos marcar un precedente en la industria de la construcción, optimizar los tiempos empleados, reducir los riesgos de disputas entre clientes y contratistas, permitir una mejor colaboración y coordinación entre ambos, mejorar los tiempos de entrega del proyecto, y añadir valor a otras industrias relacionadas.

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