Infraestructura digital: 6 lecciones aprendidas de Regreso al futuro
31 de marzo de 2021
El sector del transporte se enfrenta a una revolución sin precedentes en los próximos años como resultado del lanzamiento simultáneo del 5G, la IA, la cadena de bloques, la V2X, los vehículos autónomos y otras tecnologías disruptivas que pueden cambiar la forma en que nos desplazamos para siempre. Pero olvidemos todo esto por un momento.
Seguro que todos recordáis Regreso al futuro, una de las películas más emblemáticas de los 80. Imaginad que tenemos nuestro DeLorean configurado con 2001 como año de destino y salimos a la carretera a 140 kilómetros por hora. ¿Qué veríamos? Pues nos encontraríamos al sector de las telecomunicaciones en una fase muy similar a la del sector del transporte en la actualidad.
Telecomunicaciones a principios de la década de 2000
Al comenzar el nuevo milenio, las expectativas se dispararon con el lanzamiento del 3G, la tercera generación de redes móviles, que prometía un aumento significativo en el rendimiento de la red que permitiría una nueva generación de servicios para móvil en todo el mundo.
El futuro parecía prometedor para las compañías de telecomunicaciones, que impulsaron el mercado y presagiaban un aumento sustancial de sus ingresos debido al consumo de datos.
Sin embargo, quedaba un último desafío por afrontar: la nueva “aplicación estrella” que impulsara los ingresos de las empresas de telecomunicaciones en la nueva era.
Sin embargo, si tuviéramos que prolongar un poco más nuestra estancia, veríamos que, tras la disponibilidad general del 3G y a pesar de los esfuerzos del sector, el aumento en el uso de datos no se acercó ni por asomo a los niveles esperados y la nueva tecnología siguió siendo una “solución en busca de un problema” durante unos años más.
Todo cambió cuando Apple Computer, un recién llegado al sector, lanzó su primera generación de iPhone en junio de 2007, que fue un éxito instantáneo. Pero Apple no solo lanzó un teléfono móvil; lanzó una plataforma completamente nueva integrada en su ecosistema, con un extenso mercado de aplicaciones abierto a terceros. En otras palabras, en lugar de lanzar una aplicación, ofreció un mundo completamente nuevo de posibilidades para 3G donde la experiencia del cliente era lo primero.
Y pilló por sorpresa a los fabricantes de equipos originales y a las empresas de telecomunicaciones.
En pocas palabras, esta nueva forma de hacer negocios desencadenó la esperada revolución, liderada por empresas de tecnología (más tarde conocidas como Over-The-Tops y OTT) como Google y Apple, que se convirtieron en los nuevos líderes del mercado y acapararon la mayor parte de los ingresos de servicios para móvil. Mientras tanto, las empresas de telecomunicaciones pasaron a ocupar un segundo plano.
Comparativa con el sector del transporte actual
Ahora, marquemos en nuestro DeLorean la fecha actual y veamos qué hemos aprendido.
Para empezar, el mercado del transporte presenta un parecido sorprendente con el de las telecomunicaciones de principios de la década de 2000:
- En esa época, teníamos OEM (fabricantes de equipo original) de equipos de red y teléfonos móviles. Ahora tenemos OEM de vehículos que, de manera muy similar, se basan principalmente en software y hardware patentados.
- Del mismo modo, las redes virtuales del sector de las telecomunicaciones pueden compararse con las redes físicas de los proveedores de infraestructura.
- Los operadores de transporte, como los concesionarios de carreteras de peaje y las plataformas de movilidad, ejecutan sus servicios a través de las redes disponibles, al igual que las empresas de telecomunicaciones en el pasado.
Lecciones aprendidas en este viaje
Si comparamos la revolución de las telecomunicaciones de la década de 2000 con la revolución del transporte actual, hay 6 lecciones clave que pueden ayudarnos a comprender el futuro del transporte:
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Competencia
La transformación digital de las infraestructuras eliminará las barreras de entrada y aumentará el nivel de competencia liderado por nuevas empresas nativas digitales sin experiencia previa en el sector, pero con una base muy sólida de clientes. Esto es lo que sucedió con las OTT del sector de las telecomunicaciones de la década del 2000 y ya está sucediendo en la industria del transporte.
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Usuarios
Los modelos centrados en el usuario son clave. Las empresas con una relación más sólida con sus clientes se beneficiarán de mayores ingresos y dominarán el mercado. Una vez más, el éxito de las OTT es un buen ejemplo de ello. Por el contrario, las compañías que estén más abajo en la cadena de valor tendrán que adaptarse. La transición de los lucrativos planes de pago por uso a tarifas planas con todo incluido de las empresas de telecomunicaciones lo confirma.
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Transformación del mercado
Los movimientos en la cadena de valor en una dirección u otra se producirán inevitablemente debido a los esfuerzos corporativos para establecer una base de clientes sólida. Algunos de estos cambios ya se están produciendo, como el caso de los OEM y los operadores de infraestructura que están construyendo plataformas de movilidad (por ejemplo, Wondo y Zity), OTT que están diseñando AV (por ejemplo, Waymo) o desarrolladores de infraestructura de transformación (Sidewalk Infrastructure Partners).
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Integración y exhaustividad
Las soluciones integradas son más potentes y ampliables que las soluciones propietarias o ad-hoc. La clave del éxito de Apple fue que ofreció una solución basada en una nueva plataforma abierta a terceros. Fue un cambio importante con respecto a las ideas tradicionales de “jardín vallado” promovidas por las empresas de telecomunicaciones. De igual modo, es probable que las soluciones de movilidad líderes del futuro sean ampliables, ya que siguen un enfoque integral en lugar de estar diseñadas para abordar necesidades específicas o casos concretos.
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Revolución vs. evolución
Lo más probable es que las soluciones innovadoras no se presenten como una simple actualización de los servicios existentes. El mercado de la movilidad deberá reinventarse por completo para evitar repetir los esfuerzos en vano de las empresas de telecomunicaciones por impulsar el consumo de datos, mejorando los servicios existentes.
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Marco legal
Un marco legal que defina claramente los derechos y obligaciones de cada participante en el mercado puede eliminar fricciones y promover la colaboración en la cadena de valor. En este sentido, es fundamental reconocer la asimetría en los niveles de inversión de los operadores de movilidad frente a los proveedores de infraestructura. Por ello, los nuevos planes de precios para el pago de peajes de operadores externos deberán respetar los contratos de concesionarios existentes para garantizar la viabilidad. Asimismo, puede ocurrir en el sector del transporte actual una oposición a la “neutralidad de la red” como la que se produjo en el mercado de las telecomunicaciones a principios de la década del 2000 para proteger las inversiones en infraestructura.
Si hiciéramos un último viaje en nuestro DeLorean al futuro, veríamos que nos esperan años muy emocionantes tanto en el sector de la movilidad como en el del transporte, con el lanzamiento de gran cantidad de nuevas tecnologías a diario. Sin embargo, por muy importante que sea estar al tanto de las novedades, resulta revelador mirar hacia atrás y aprender de los acontecimientos pasados antes de hacer un regreso al futuro, como hizo Marty McFly en las películas.
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