Copiando a la naturaleza (una vez más): ¿qué es el compostaje y cómo reduce nuestro impacto en el medioambiente?

La piel de una fruta, las cáscaras de los huevos, la bolsita de una infusión o las hojas que se han caído de una planta después de trasplantarla. Cada día, dejamos atrás pequeñas cantidades de residuos orgánicos que a primera vista parecen insignificantes. Sin embargo, si las colocásemos todas juntas, veríamos que no lo son: se calcula que el 44 % de los residuos que se generan a nivel mundial son restos de comida y otros elementos orgánicos.  

Si no se gestiona correctamente, esta basura termina descomponiéndose de forma inadecuada y generando grandes cantidades de metano, un gas con un potente efecto invernadero. Para evitar este problema, existe una solución que está al alcance de la mayoría: convertirla en compost.  

El compostaje es una técnica tan antigua como la agricultura que, en los últimos años, ha dejado de ser única de las zonas rurales para cobrar cada vez más protagonismo en los paisajes urbanos. Te contamos qué es el compostaje, cómo funciona y, sobre todo, qué beneficios tiene para el planeta y el medioambiente.  

¿Cómo funciona el compostaje? 

Para entender cómo funciona el compostaje, lo ideal es empezar por el principio: ¿qué es el compost? Se trata de abono natural, un producto fertilizante que se usa en la agricultura debido a su capacidad para regenerar el suelo. Se obtiene de diferentes materiales de origen orgánico, como por ejemplo los restos de comida o de poda.

Los restos orgánicos pueden convertirse fácilmente en compost

El compostaje es el proceso de transformación de estos materiales orgánicos en compost. En este proceso entran en juego elementos descomponedores, como lombrices, bacterias y hongos, que son los encargados de convertir la basura en material fertilizante.  

El compostaje debe realizarse en un entorno determinado que genere un ecosistema de descomposición en el que abunde el oxígeno (un compostero). En estos entornos se imitan las condiciones de temperatura y humedad que se dan de forma natural en los ecosistemas terrestres para renovar los nutrientes del suelo o generar suelo nuevo.  

El proceso de compostaje habitual dura entre cinco y seis meses, y el resultado es un producto de aspecto terroso y libre de olores, listo para usar como abono natural.  

Beneficios del compostaje 

Convertir la basura orgánica en compost tiene numerosos beneficios, motivo por el que cada vez más personas se animan a hacerlo en sus hogares. En primer lugar, favorece la economía circular al cerrar el ciclo de la materia orgánica y reutilizar bienes que, de otro modo, terminarían en vertederos o incineradoras. 

Esto supone una solución para el desperdicio alimentario: cada año se pierden o desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). De ellos, casi 570 millones de toneladas se producen en los hogares. El compost permite devolverlos a la tierra y darles una nueva vida, tanto a gran escala como a nivel doméstico.  

Se trata, también, de un método limpio, fácil y barato de obtener abono de calidad sin usar productos químicos. Todo esto conlleva una disminución de la huella de carbono de los hogares y otros eslabones de la larga cadena del sector alimentario. Esta reducción puede llegar a tener un impacto importante, ya que se calcula que el desperdicio de alimentos genera aproximadamente entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. 

De vuelta a la tierra: el valor medioambiental del compost 

Los beneficios para el medioambiente no acaban en la reducción de emisiones: la utilización del compost ayuda a mejorar la calidad del suelo y, por consiguiente, rebaja la presión sobre la biodiversidad. Estas son algunas de las ventajas de utilizar compost como fertilizante en las labores de jardinería y agricultura:  

• Sus nutrientes ayudan a recuperar la fertilidad del suelo. 
• Mejora la retención de agua. 
• Reduce la dependencia de fertilizantes químicos. 

Ayuda a recuperar suelos degradados, que actualmente suman el 33 % del total de la Tierra.

Utilizar compost permite restaurar suelos degradados y aumentar su fertilidad

El compostaje se presenta, así, como un método para alcanzar sistemas agrarios más sostenibles y responsables. A su vez, permite a las familias poner su granito de arena para cuidar el medioambiente. 

¿Cómo hacer un compostero en casa? 

Existen numerosos tipos de composteros que se adaptan a cualquier espacio o lugar. Internet está lleno de tutoriales para fabricarlos con palés, trozos de madera, neumáticos usados, cubos de basura o telas metálicas. También es posible comprarlos en ferreterías o tiendas especializadas.

Es posible crear un compostero casero con palés o madera y materia orgánica.

Otra opción muy interesante, sobre todo para los que quieren dar una oportunidad al compostaje pero viven en pisos o espacios pequeños, es hacerse con un vermicompostero. Con el método del vermicompostaje, el método de descomposición se acelera gracias a la acción de determinadas lombrices. Su ventaja es que ocupa menos espacio y por lo tanto puede hacerse dentro de casa. 

Esta guía de Plantea en Verde explica cómo crear y mantener un vermicompostero casero paso a paso. Con unos sencillos consejos, es posible dar una nueva vida a la basura que generamos cada día y conseguir abono barato, de calidad y libre de productos químicos.