Un regalo para Navidad
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¡Sin envolver, por favor! Consejos para tener una Navidad más sostenible

21 de diciembre de 2021

Cuando los tres Reyes Magos llegaron a Belén, llevaban oro, incienso y mirra a los lomos de sus camellos. Habían recorrido cientos de kilómetros guiados por una estrella, sin sospechar qué significan las palabras “combustibles fósiles” ni imaginar que, varios siglos después, el planeta estaría preocupado por algo llamado cambio climático.

Hoy, las Navidades son muy diferentes. Gran parte de los regalos dan una vuelta al planeta antes de llegar a sus destinos y se amontonan envueltos en papeles y plásticos. Se trata de una época en la que aumenta el consumo en un mundo, ya de por sí, muy consumista.

Sin embargo, tener una Navidad sostenible es posible. De hecho, cada vez más personas piensan con calma cómo organizar sus fiestas para reducir su impacto en el medioambiente. Te damos algunos consejos para regalar, decorar, comer y viajar con más sentido esta Navidad.

El primer paso: replantear los regalos

Se calcula que, cada Navidad, los habitantes de Reino Unido usan más de 365.000 kilómetros de papel para envolver sus regalos. La cantidad suficiente para darle más de 25 vueltas a la Tierra. La gran mayoría de estos regalos, además, tienen sus propios envoltorios, que acaban llenando las basuras de todo el planeta.

Un primer paso muy sencillo para reducir el impacto medioambiental de la Navidad es, por lo tanto, buscar alternativas al papel de regalo. Existen muchas opciones si se le echa imaginación: bolsas reutilizables, papel de periódico, revistas antiguas o envases de otros productos, por ejemplo. La cinta adhesiva también puede sustituirse por hebras de lana o cordel.

Los más mañosos pueden optar por el furoshiki, una técnica tradicional japonesa para regalar de forma sostenible. Esta consiste en hacer envoltorios con cuadrados de tela que se pueden reutilizar una y otra vez.

Regalos envueltos con la técnica japonesa furoshiki. Regalos envueltos con la técnica japonesa furoshiki. Weekend knitter (Flickr).

¿Y qué sucede con lo que hay dentro de los envoltorios? Existen muchas opciones para encontrar ideas de regalos responsables. Una de ellas es la iniciativa Navidad Sostenible de Esturirafi: en su perfil de Instagram reúne cientos de marcas y productos éticos, ecológicos y bonitos para todos los gustos.

Dentro de casa: opciones para una decoración sostenible

Otra de las consecuencias de los excesos navideños es el despilfarro energético. Para evitarlo, pueden utilizarse velas en lugar de luces o asegurarse de que las bombillas sean de bajo consumo. Además, es importante apagarlas siempre que no sean necesarias. Esto ayudará a reducir la factura de la luz y la cantidad de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que lanzamos a la atmósfera.

Las velas son una opción para decorar sin aumentar el consumo energético Las velas son una opción para decorar sin aumentar el consumo energético en Navidad. Sixteen Miles Out (Unsplash)

Las velas no son la única alternativa interesante a las decoraciones de Navidad más habituales. Existen infinitas opciones para crear centros de mesa o guirnaldas alternativas con objetos reciclados. En cuanto al árbol, ¿por qué no optar por uno natural para volver a plantarlo cuando terminen las fiestas?

Una comida con menos huella de carbono

Seguro que lo has escuchado más de una vez: la producción de alimentos está detrás de un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Además, el sistema alimentario actual está relacionado con el desperdicio de alimentos, una gran generación de residuos y la contaminación de los suelos y las reservas de agua.

Sin embargo, pequeños gestos a la hora de comprar y elegir nuestros menús pueden hacer grandes cambios. Estos son algunos consejos para hacer las comidas navideñas (y las del resto del año) más sostenibles:

  • Apostar por alimentos de temporada.
  • Consumir productos de proximidad y kilómetro cero.
  • Dar prioridad a aquellos con menor huella de carbono, como el trigo, el centeno, el maíz o las manzanas, y reducir el consumo de aquellos con mayor impacto, como la ternera, el cordero o el queso.
  • Aprovechar las sobras.
  • Evitar utilizar platos, vasos o servilletas de un solo uso.
  • Reducir las cantidades para evitar el desperdicio alimentario.
  • Utilizar las sobras para preparar nuevas comidas.

Trayectos sostenibles

La Navidad es una época de reuniones y, por consiguiente, de viajes y desplazamientos que tienen una importante huella de carbono. Algunas opciones para reducirla son priorizar el transporte público por encima del privado y, siempre que sea posible, coger trenes en lugar de aviones.

El tren es un medio transporte con menor huella de carbono que el avión El tren es un medio transporte con menor huella de carbono que el avión o el coche privado. Oleg Magni (Pexels).

Si es necesario viajar en coche, la mejor opción es intentar compartirlo. ¿Por qué no ofrecer ese asiento libre a otra persona que vaya a hacer el mismo trayecto? Al evitar que se use otro vehículo, las emisiones se reducen a la mitad.

Para conocer mejor la huella de carbono de cada desplazamiento, es posible utilizar calculadoras como la que ofrece Carbon Footprint. Hacerlo con tiempo suficiente permite estudiar las alternativas más eficientes, cómodas y sostenibles. De hecho, planificar es una de las grandes aliadas para tener una Navidad más sostenible. Nos ayuda a consumir con criterio, evitar las compras compulsivas y encontrar los modos más divertidos y originales de tener unas fiestas diferentes.

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