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Seguridad y salud

Día Mundial de la Salud: Cuidar del planeta es cuidar de nuestra salud

07 de abril de 2022

Planeta y salud, de la mano

Desde 1950, cada 7 de abril se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Salud para crear conciencia sobre las enfermedades mortales mundiales y animar a mantener hábitos saludables de vida. Cada año se escoge un tema específico alrededor del cual gira este aniversario, y en 2022 el lema es “Nuestro planeta, nuestra salud”, poniendo de relieve la íntima conexión que existe entre el planeta, el entorno en el que vivimos y nuestra forma de interactuar y vivir en él. La gran pregunta que todos los gobiernos, comunidades, organizaciones y personas deberían hacerse es ¿Qué estoy haciendo yo para proteger “mi” planeta y “mi” salud?

La pregunta del millón

Para muchos, esta pregunta tiene difícil respuesta. La inercia y estilo de vida imperante en esta era no nos permite parar, observar y replantearnos costumbres y formas de vida que poco a poco empobrecen y deterioran el medioambiente y en consecuencia nuestra calidad de vida, salud y bienestar. Si nos tomásemos un tiempo para la reflexión, seguramente concluiríamos que sumando pequeños (o grandes) gestos en nuestro día a día contribuiríamos a frenar la imparable carrera hacia la destrucción de los recursos naturales que tanta falta hacen para vivir y sentirnos con salud.

Si bien entre las principales causas de defunción en el mundo destacan las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias (muchas de las cuales están íntimamente relacionadas con nuestro estilo de vida), se estiman en millones las muertes prematuras atribuibles a riesgos ambientales evitables conocidos. La contaminación del aire, el desperdicio de agua, riesgos provocados por productos químicos peligrosos, saneamientos deficientes o el cambio climático se han convertido en las principales amenazas ambientales para nuestra salud.

Hábitos de vida no saludables que enferman al planeta

Mantener ciertos estilos de vida poco saludables (como el consumo excesivo de determinados alimentos o la polución) está teniendo un impacto en el planeta que es necesario conocer para tomar cartas en el asunto y cambiar la tendencia.

Pongamos un ejemplo muy significativo: el tabaco. Todos sabemos el impacto negativo del consumo del tabaco en nuestra salud, pero ¿conocemos su impacto en el medioambiente? El cultivo de tabaco requiere de un uso intensivo de tierra y agua y desprende sustancias nocivas en aguas fluviales. Su consumo, fabricación y eliminación de restos provocan una gran degradación medioambiental. Pero eso no es todo. Las colillas son el residuo plástico más abundante del mundo. Millones de esas colillas son desechadas inapropiadamente (en playas, bosques…) y no es infrecuente encontrarlas en el interior de animales terrestres y marinos. Quizás saber que las colillas están hechas fundamentalmente de plástico y que un cigarrillo libera más de 7.000 sustancias tóxicas al medioambiente y a la salud de todos pueda ayudarnos a entender el impacto que éste y otros hábitos poco saludables en nuestro día a día van mermando un bien tan preciado como es nuestra salud y la del planeta.

Todos somos parte de la solución

Construir un mundo donde se respire aire limpio, dispongamos de agua potable y la alimentación saludable sea accesible sin excepciones es una misión que nos atañe a todos. En el entorno empresarial, que las organizaciones se centren en la salud y el bienestar de sus colaboradores estén donde estén es una obligación innegociable y que tiene una repercusión que va más allá del puesto de trabajo. En este contexto, promocionar la salud es permitir que las personas incrementen el control sobre su salud creando las condiciones que garanticen el mayor bienestar para todos.

Fomentar cambios en el entorno laboral para promover y proteger la salud a través de políticas específicas, así como garantizar el acceso a servicios de salud nos ayudará a prevenir enfermedades no sólo físicas sino también mentales. Y es aquí donde podríamos hablar de bienestar integral, a través del cual los individuos somos capaces de afrontar el día a día gracias a la adquisición de capacidades, conocimiento y herramientas a favor de una vida equilibrada en diferentes dimensiones.

Seamos inteligentes y pensemos en el largo plazo. Cuidando de nuestra salud en la juventud tendremos más posibilidades de disfrutar de una vida más larga y de mayor calidad. Cuidando la salud del planeta, procuraremos un mundo mejor para las generaciones venideras. El futuro no está escrito. Lo que hagamos hoy marcará la diferencia.

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