Flexibilidad, curiosidad o empatía: la importancia de las soft skills
19 de abril de 2022
En el día a día, el trabajo en una gran empresa está enfocado a conseguir objetivos. El ritmo lo determinan las cifras, las entregas y la voluntad de conseguir siempre los mejores resultados. Muchas veces, entre plazos y tareas, se presta poca atención a algunas habilidades humanas o soft skills, que son fundamentales para crear ambientes de trabajo profesionales, felices y productivos.
¿Qué son las soft skills?
Las soft skills (o habilidades blandas) son aquellas que están ligadas a nuestra personalidad y nuestro carácter y están relacionadas con nuestros comportamientos. Algunos ejemplos pueden ser la flexibilidad, la integridad, la curiosidad, nuestro estilo de comunicación, la gestión de nuestro tiempo o cómo nos enfrentamos a situaciones complejas.
Las hard skills (habilidades duras), por otro lado, son aquellas relacionadas con el conocimiento en determinadas técnicas o áreas de conocimiento. Hablar idiomas, hacer funcionar una máquina, escribir código o realizar complejos cálculos matemáticos son ejemplos de hard skills.
Las principales diferencias entre las habilidades duras y las blandas están determinadas por cómo se adquieren y, también, por cómo se utilizan en el lugar de trabajo. Las primeras (hard) son competencias adquiridas a través de la educación o una formación específica y la práctica. Las segundas (soft) se relacionan con rasgos de la personalidad y destrezas que se obtienen y se desarrollan a lo largo de toda la vida.
Las soft skills son determinantes en numerosos aspectos de nuestras vidas. En el ámbito laboral, su importancia se observa, por ejemplo, a la hora de trabajar en equipo y colaborar con otras personas. Hoy en día es muy difícil sacar adelante proyectos complejos sin contar con los demás, ya sean trabajadores de la propia compañía (compañeros o jefes, por ejemplo) o colaboradores externos (proveedores, accionistas o clientes, entre tantos otros).
Vivimos en un ecosistema social, por lo que es fundamental que sepamos comunicarnos, adaptarnos y aprender de los demás. Un equipo de trabajo formado por personas que carecen de soft skills sería como un equipo de fútbol en el que los jugadores no se pasan el balón ni hablan entre ellos. Este equipo puede tener a los mejores jugadores del mundo, pero el resultado será un auténtico desastre.
¿Pero son soft skills o power skills?
Tradicionalmente, y sobre todo en los sectores más técnicos, se ha prestado especial atención a las habilidades duras, dejando las blandas en un segundo plano. Sin embargo, las soft skills juegan un papel esencial y complementario para conseguir mejores resultados de manera más sostenible.
Buena prueba de ello es que, en 2020, el World Economic Forum seleccionó las diez habilidades más relevantes para el futuro del trabajo y ocho de ellas eran soft skills. El pensamiento analítico, la capacidad de innovar y el aprendizaje activo, encabezan la lista de capacidades que, de acuerdo con los empleadores, crecerán en importancia en los próximos años.
Apenas tres años antes, en el año 2017, un estudio realizado a 500 CEO por parte del Instituto de Investigación de Stanford y la Fundación Carnegie Mellon reveló que el 75% del éxito en el trabajo a largo plazo es resultado de las soft skills, mientras que solo el 25% tiene su origen en las hard skills de los profesionales.
Las soft skills son tan esenciales que no tienen nada de blandas. “Para mí, no hay nada de blando en ellas: son absolutamente esenciales. El trabajo en equipo, el liderazgo, la toma de decisiones bajo presión, las habilidades comunicativas y una cultura en la que la gente se sienta empoderada para hacer su trabajo: estas son las cosas de las que hablamos en la RAF y en la industria de la aviación para crear un entorno seguro”, señala la piloto Mandy Hickson. “Puedes ser un piloto maravilloso, pero salvo que acompañes esto de habilidades comunicativas, nunca podrás ascender o conseguir que la gente te siga. Las dos cosas van de la mano.”
Es por ello que, muchas veces, se las conoce y demanda con un nombre mucho más potente: power skills.
En el año 2019, el Greater Good Science Center de la Universidad de Berkeley, California, junto con el autor Josh Bersin, acuñaron el término de power skill al determinar que eran habilidades que daban verdadero “poder” en el trabajo. Temas como el crecimiento, la innovación, la agilidad y el cambio dependen en gran medida de valores como la generosidad, la confianza y la capacidad de asombro. Valores que son la base de la felicidad humana, y la felicidad humana es la base del compromiso, la productividad y el crecimiento corporativo y de los empleados.
Otro de los firmes defensores de estas habilidades es Satya Nadella, CEO de Microsoft. Nadella enseña «growth mindset» en Microsoft al ser consciente de cómo esta power skill impacta en el trabajo, las relaciones, los equipos y la organización.
Cómo potenciar estas habilidades.
De acuerdo con el analista Jorsh Bersin, no sería descabellado pasar a considerar las hard skills como blandas y las soft skills como duras. Esto es así, señala, ya que las hard skills cambian y pueden volverse obsoletas con rapidez. Las soft skills, por otro lado, son difíciles de obtener y adquirirlas conlleva un esfuerzo importante, ya que están muy relacionadas con el carácter y la personalidad. Pensemos, por ejemplo, en la capacidad de liderazgo.
Sin embargo, esto no quiere decir que no puedan entrenarse. Teniendo en cuenta el enfoque de aprendizaje 70-20-10 (aquel que señala que el 10 % de nuestro aprendizaje es formal, el 20 % está determinado por la relación con otras personas y el 70 % restante por la experiencia del día a día), las power o soft skills se desarrollan a partir de situaciones que supongan un desafío. Así, estas habilidades pueden fomentarse con experiencias, feedback de otras personas, actividades y programas de formación o procesos de coaching o mentoring.
Para una empresa, el primer paso para sacar el máximo partido posible a las soft skills es darse cuenta de su valor y, después, fomentarlo. Desde Ferrovial, trabajamos para identificar y desarrollar las power skills más relevantes y adecuadas para el negocio, evaluar nuestras acciones y fomentar que, cada día más, estas habilidades sean parte fundamental de los equipos de la compañía.
En un futuro en el que necesitaremos perfiles STEM (Science, Tech, Egineering, Maths), desarrollar las power skills se convertirá, cada vez más, en algo fundamental.
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