En marzo de 2020, cuando el mundo frenó de repente y millones de trabajadores tuvieron que cambiar sus oficinas por sus casas, el sector del transporte y la movilidad comenzó a hacerse preguntas sobre su futuro. Se llegó a vaticinar el fin del tráfico, el colapso de las autopistas y el auge definitivo del teletrabajo.
Sin embargo, dos años después podemos confirmar que el cambio no ha sido tan brusco. En un mundo que sigue regido por los ritmos que marca la COVID-19, el tráfico no ha desaparecido: solamente ha cambiado.
Para entender mejor el verdadero impacto que el teletrabajo ha tenido y tendrá en los desplazamientos del día a día, se ha realizado un estudio en profundidad con el Instituto de Tecnología de Georgia de la Universidad de Atalanta, Estados Unidos. Los resultados permiten entender mejor este fenómeno y seguir trabajando para tener clara la previsión para el futuro del sector.
Encuestas, detalles y muchos datos
A principios de 2021 Cintra lanzó el estudio con esta entidad de renombre y con el liderazgo de la Dra. Patricia Mokhtarian, especialista con décadas de experiencia en investigación en este y otro temas relacionados con la movilidad. GaTech comenzó el estudio con una amplia y laboriosa recogida de datos a través de encuestas preguntando sobre sus patrones, antes, durante y post pandemia. Con ellas no buscaban solamente etiquetar a las personas como trabajadoras o teletrabajadoras, sino conocer todos los detalles importantes para entender el impacto de su actividad en el tráfico: no es lo mismo que el doble de gente teletrabaje un día a la semana – y siga utilizando su coche para ir al trabajo los otros cuatro – que el doble de gente teletrabaje todos los días, por ejemplo.
Se quería, en definitiva, entender cómo los cambios en su actividad diaria se ven reflejados en el tráfico y en los números de las autopistas.
Una reducción moderada del tráfico asociado al trabajo
Los resultados de estas encuestas llevaron a calcular que, antes de las restricciones por COVID-19, en estas regiones de Estados Unidos se trabajaba desde casa unos 0,3 días a la semana en promedio (teniendo en cuenta semanas laborales de cinco días). Durante la pandemia, esta cifra se quintuplicó, alcanzando 1,5 días a la semana. Curiosamente, incluso durante el “lockdown” muchos gremios tuvieron que seguir desplazándose para trabajar a diario, y otros parcialmente.
¿Y qué cifras se esperan para un futuro post-COVID-19? Para llegar a esta conclusión se tuvieron en cuenta tanto los deseos de los trabajadores (“¿cuánto te gustaría teletrabajar?”) y sus expectativas, considerando la realidad de sus empleos (“¿cuántos días a la semana crees que podrás trabajar?”).
La cifra sobre cuanto creían que podrían teletrabajar a futuro se quedó en aproximadamente el doble, es decir, 0,6 días a la semana. Si esta expectativa de principios de 2021 fuera cierta, los cálculos de GaTech unidos al estudio de literatura científica y otros trabajos, les llevan a concluir que el tráfico asociado al trabajo después de la pandemia se reducirá como mucho un 5%.
Se trata de un impacto mucho menor de lo que se podría imaginar en un primer momento. Sobre todo, si tenemos en cuenta que los viajes al trabajo representan solamente un 30% del total. Así, la reducción del tráfico en términos generales seria de aproximadamente un 2%.
Por lo tanto, la conclusión del estudio es que el teletrabajo impacta en el tráfico, pero no de forma tan intensa como se pudo prever durante los primeros meses de la pandemia.
Una realidad que sigue dibujándose
Para entender completamente la complejidad de este fenómeno no debemos olvidar que este estudio se realizó en Estados Unidos, un país en el que se utiliza el coche para muchas tareas diarias (en lugar de usar el transporte público o caminar). Sin embargo, otras investigaciones permiten señalar que sus conclusiones son aplicables con matices a otros países desarrollados, como Canadá o los europeos.
Además, desde el sector se continúa trabajando para no perder de vista la evolución real de estos números. Este año se lanzarán de nuevo otras encuestas para saber si algo ha cambiado después de otro año de pandemia y abarcar más escenarios, ya que las expectativas de cómo reaccionarán las empresas también evolucionan en el tiempo. La evidencia histórica apunta que incluso tras periodos de impulso del teletrabajo (por ejemplo, en la crisis de 2008-12) muchas empresas volvieron al entorno presencial para potenciar la creatividad, la cultura de empresa y la formación a nuevos empleados.
Por otra parte, se está analizando (aunque todavía no se cuenta con datos concluyentes) el impacto que el tiempo liberado por no tener que desplazarse a la oficina podría tener sobre los viajes en coche no relacionados con el trabajo.
Al tener más tiempo y flexibilidad, los teletrabajadores pueden utilizar el coche para ir al supermercado, al gimnasio o a realizar otras tareas durante el tiempo que antes dedicaban a la jornada laboral. Se trata de una realidad difícil de cuantificar, pero será importante entenderlo para, así, modelar y predecir como las nuevas realidades dan forma a nuestros desplazamientos.
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