Hace casi ya dos siglos, Charles Dickens terminaba de escribir ‘Cuento de Navidad’. Una historia en la que el viejo y cascarrabias Ebenezer Scrooge recibía la visita de los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras, y decidía cambiar su actitud atemorizado por lo que podría depararle el mañana.
Si Charles Dickens hubiese escrito esta famosa novela hoy, es muy probable que el fantasma de las Navidades futuras nos alertase de un mundo marcado por el cambio climático, la desigualdad en el acceso a la energía y la dificultad para mantener el nivel de consumo al que, poco a poco, nos hemos acostumbrado.
Para evitarlo – y sin necesidad de recibir visitas de fantasmas durante la noche – muchas familias optan por ahorrar energía y adoptar un estilo de vida más sostenible. Sobre todo, en épocas de mucho consumo como puede ser la Navidad. Este año, al ahorro económico y al compromiso medioambiental se suma un buen propósito: evitar el desabastecimiento y no dejar a nadie sin energía en Navidad.
Aquí tienes diez acciones para ahorrar energía esta Navidad que se notarán tanto en el bolsillo como en el planeta:
1. Elige bien los regalos
Envoltorio de regalo con papel reciclado. Samuel Holt (Unsplash)
Anuncios, ofertas, la necesidad de hacer un regalo aún mejor que el del año anterior y la obligación de tener un detalle con amigos, familiares y colegas de trabajo. La Navidad está llena de presiones para hacerse con productos cuyos procesos de producción, transporte y venta conllevan un importante gasto energético.
Para ahorrárselo al planeta, lo mejor es comprar únicamente productos útiles y de calidad, a los que se vaya a dar uso y que puedan durar muchos años. Otra forma de reducir el impacto medioambiental de los regalos es reducir los envoltorios. ¿Sabías que uniendo el papel de regalo que se usa en Reino Unido en Navidad podría darse la vuelta a la Tierra 25 veces?
2. Replantea los ingredientes de tu menú
Elegir alimentos locales, de temporada y, sobre todo, con una huella de carbono reducida es fundamental para limitar el gasto de energía que hacemos en Navidad (y durante el resto del año). En líneas generales, los productos de origen animal requieren un mayor gasto energético y generan más emisiones de gases de efecto invernadero que los de origen vegetal.
Así, basta con que nuestros platos tengan menos carne y más frutas y verduras para reducir nuestra huella energética. Aunque parezca un gesto pequeño, no lo es: un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero que se lanzan cada año a la atmósfera provienen del sector de la alimentación. Por ello, cada plato cuenta.
3. Cocina de forma eficiente
Familia cocinando. Annie Sprat (Unsplash)
Las grandes comidas familiares y de fiesta hacen que en Navidad se gaste mucho tiempo y energía en la cocina. Algunos de los consejos más interesantes para reducir ambas cosas son elaborar más de un plato cada vez (para aprovechar el calor de los fogones o del horno), tapar siempre las ollas para que el calor no se pierda o utilizar más las ollas a presión.
4. Presta atención a otros electrodomésticos
Se calcula que, de media, los hogares españoles destinan el 18 % de su consumo eléctrico a mantener fríos la nevera y el congelador. Por ello, tener estos electrodomésticos en la temperatura recomendada y no rebajarla, incluso en fechas en las que están más llenos, ayuda a limitar el gasto energético. No poner el lavavajillas hasta que esté lleno y elegir opciones de lavado eco también ayuda a reducir la factura de la luz y su impacto en el planeta.
5. Utiliza iluminación de bajo consumo
Árbol de Navidad con luces LED. Alisa Anton (Unsplash)
Apostar por iluminación LED es uno de los gestos más sencillos y eficientes para reducir el gasto energético en los hogares durante la Navidad. Para dar un toque más cálido a la decoración, también pueden utilizarse velas en lugar de luces eléctricas.
6. Apaga las luces cuando no sean necesarias
En muchas viviendas, la iluminación de los árboles y de los belenes permanece encendida todo el día – e incluso toda la noche. Al apagarla se reduce el gasto de energía y se evita, también, la contaminación lumínica, que afecta al modo en que descansamos y al bienestar de muchas especies. Una opción es programar el apagado y el encendido de estas luces con enchufes inteligentes.
Es importante, además, evitar el standby, el consumo vampiro o el consumo fantasma: existen muchas formas para referirse al consumo que hacen los dispositivos cuando no están funcionando, pero continúan conectados a la red. Se calcula que puede llegar a suponer hasta el 10 % del gasto total de los electrodomésticos.
7. Baja un grado la calefacción
En aquellas casas en las que se reúne mucha gente y además se cocine durante horas, es muy probable que la calefacción no sea necesaria o que pueda rebajarse un par de grados. Debe evitarse hacer justo lo contrario: de acuerdo con la ‘Guía Práctica de la Energía’ del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), por cada grado que subimos la calefacción, el consumo de energía aumenta un 7 %.
8. Disfruta de actividades al aire libre
Familia paseando por el bosque. Juliane Liebermann (Unsplash)
Dar un paseo por el bosque, por la playa o incluso por la ciudad, cuando el tiempo lo permite, es una opción saludable y no contaminante. Es, también, una forma muy sencilla de evitar caer en la tentación del consumo navideño.
9. Piensa en cómo realizar tus viajes
Es otro de los consejos más sencillos y a la vez más eficientes para reducir nuestro impacto medioambiental. Después de ir a pie o en bicicleta, el tren es el medio de transporte que menos energía gasta por pasajero y, también, el que menos gases de efecto invernadero emite.
Viajar en tren supone la emisión de 14 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro, mientras que hacerlo en avión asciende a 88 gramos. En coche, se calcula que por cada kilómetro recorrido se emitirían 104 gramos de CO2 por cada 1,5 pasajeros.
10. Comparte estos consejos
Conversación entre amigas. Kelsey Chance (Unsplash)
Compartir consejos sobre cómo reducir el consumo de energía es mucho más importante de lo que a menudo pensamos. De acuerdo con una encuesta elaborada por Kantar en 2020, a la hora de perfilar nuestras ideas en relación al medioambiente y la sostenibilidad, prestamos más atención a nuestro círculo más cercano que a otras fuentes, como medios de comunicación, políticos o influencers.
Así, este año, las conversaciones cotidianas entre amigos y familiares pueden convertirse en los verdaderos motores del cambio para celebrar una Navidad más limpia y sostenible.
Imagen principal: Bruno Martins (Unsplash)
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