Construcción

El edificio construido por y para las mujeres que dividió Chicago en 1893

12 de abril de 2023

En la última década del siglo XIX, la construcción del Edificio de la Mujer (Woman’s Building) dividió a la sociedad de Chicago en dos. Mientras algunos elogiaban la iniciativa – un edificio que sirviese para mostrar el papel de la mujer en la historia – y la belleza arquitectónica de la construcción, otros la veían como un medio para alzar a las sufragistas y lograr que las mujeres ocupasen un espacio que, hasta ese momento, les había sido restringido.

Tras el diseño del Edificio de la Mujer estaba Sophia Hayden Bennet, una joven arquitecta de tan solo 21 años que vio su proyecto modificado, criticado y juzgado. A pesar de que gran parte de la sociedad lo aplaudió, las críticas terminaron pesando más que los elogios y decidió abandonar, para siempre, la carrera de la arquitectura. 

La primera arquitecta del MIT

Sophia Hayden Bennet nació en 1868 en Santiago de Chile, pero no tardó en mudarse con su familia a Boston (Estados Unidos), de donde era originario su padre. Pronto comenzó a interesarse por el diseño y la construcción de edificios y, tras terminar los estudios secundarios, se matriculó en la carrera de arquitectura en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). 

Antes de ponerse al frente del diseño del Edificio de la Mujer, Sophia Hayden Bennet ya había grabado su nombre en la historia de la arquitectura: fue la primera mujer en graduarse en esta disciplina en el MIT (en donde compartía el taller de dibujo con otros 90 compañeros, todos hombres) y además lo hizo con honores. A pesar de ello, sus primeros intentos de ganarse la vida como arquitecta no salieron bien: cansada de que se le cerrasen las puertas, comenzó a trabajar como maestra de dibujo técnico en un instituto de Boston. 

Sin embargo, los esfuerzos de otra mujer pronto le darían otra oportunidad en el ámbito de la arquitectura. A principios de la década de 1890, la ciudad de Chicago preparaba la Exposición Mundial Colombina, que buscaba conmemorar el cuarto centenario de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano y los avances que la civilización occidental había realizado desde entonces. Se decidió que uno de los muchos pabellones de la exposición se dedicaría, en exclusiva, a los logros de las mujeres a lo largo de la historia. 

Exposición Colombina 1893 en ChicagoCartel de la Exposición Mundial Colombina de Chicago. Wikimedia Commons

Al frente de este proyecto se situó Bertha Potter Palmer, una rica y conocida mecenas de las artes. Decidió que no solo el contenido del edificio estaría dedicado a las mujeres, sino que además serían ellas quienes lo diseñasen. De entre todos los proyectos presentados para hacer realidad el Edificio de la Mujer, eligió el de Sophia Hyden. 

De los planos a la polémica

El proyecto de Hayden buscaba dar vida a un edificio de estilo renacentista italiano, con un gran pórtico con columnas griegas y un espacio central diáfano, luminoso y a doble altura. Se trataba de una adaptación de su trabajo de graduación en el MIT, que había obtenido una buena calificación. Sin embargo, a lo largo de su proceso de construcción, los diseños iniciales recibieron muchas críticas y terminaron sufriendo muchas modificaciones. 

Parte del comité organizativo de la exposición, liderado por el arquitecto y urbanista Daniel Burnham, consideraba irrelevante el proyecto de este edificio. Además, el estilo de Hayden se interpretó como femenino y, como tal, fue infravalorado en comparación con el de otros arquitectos que participaban en la exposición. Muchas otras personas del mundo del arte y la arquitectura, sin embargo, defendieron la obra y el papel de Hayden.

Edificio de la mujer en Chicago

Balcón del Edificio de la Mujer. Ball State University (Wikipedia). 

Esta división se trasladó a la sociedad y a la prensa. En algunos artículos de la época se pueden leer tanto críticas como halagos al trabajo de Hayden, algo que contribuyó al debate que se repetía en las calles. “Esta composición es el trabajo de un arquitecto profesional, y no, como algunos nos quieren hacer creer, de un estudiante de arquitectura”, puede leerse en un artículo firmado por H.H. Bancroft en ‘Book of the Fair’. 

En otras publicaciones, sin embargo, se describía la obra como un “capricho de las mujeres” que terminaría siendo “un lugar en donde tomar el té bajo una cubierta de seda japonesa” o “en donde las mujeres puedan mostrar aquellas cosas que han hecho desde que los hombres les permitieron hacerlas”. 

Las críticas, la presión y las dificultades a las que se enfrentó Hayden contribuyeron a que aumentase su frustración. Esto fue interpretado como una muestra de debilidad y de incapacidad para supervisar la construcción por parte de sus detractores. 

La corta vida del Edificio de la Mujer

Finalmente, y a pesar de los impedimentos, el edificio se inauguró en 1893. Tenía casi 120 metros de largo y más de 21 de altura, y uno de sus elementos más distintivos era una gran claraboya que dejaba pasar la luz del exterior a la sala principal. A los lados, se sucedían salones destinados a albergar exposiciones, salas de conferencias y oficinas, entre otros usos. Uno de sus elementos más destacados era su biblioteca, en donde se recogieron miles de libros escritos por mujeres.

Edificio de la Mujer de Chicago, Interior

Interior del Edificio de la Mujer. The Field Museum Library, Wikipedia. 

Durante meses, el Edificio de la Mujer acogió numerosos debates y encuentros entre mujeres de diferentes disciplinas, así como exposiciones artísticas internacionales. Sin embargo, hoy solo podemos ver este edificio en las fotografías y las ilustraciones de hace más de un siglo: fue demolido en 1895, cuando solo llevaba dos años de pie. 

Hayden fue conmemorada por las mujeres miembros del comité del Edificio de la Mujer. Sin embargo, la organización de exposición le pagó 1000 dólares por su trabajo, entre tres y diez veces menos que lo que recibieron sus colegas masculinos. Tras esta experiencia, abandonó para siempre su carrera como arquitecta. Dedicó su vida al arte y fue un miembro muy activo de sociedades locales que defendían los derechos de las mujeres, hasta que falleció en febrero de 1953. 

 

Imagen principal: Edificio de la Mujer en la Exposición Mundial Colombina. Wikimedia Commons.

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