Sostenibilidad

Ciudades más verdes para vivir más (y mejor)

15 de junio de 2023

Te propongo algo: deja por un momento la pantalla en la que estás leyendo estas líneas y asómate a la ventana. ¿Ves al menos tres árboles desde donde estás? Si es así, enhorabuena, ya has superado la primera prueba para cumplir la regla del 3-30-300. Una regla que sostiene que todas las personas deberíamos ver al menos tres árboles desde nuestras casas (o lugares de trabajo), tener un mínimo de un 30 % de cubierta vegetal en nuestros barrios y vivir a menos de 300 metros de un buen parque o espacio verde.

Estar rodeados de naturaleza tiene un impacto muy positivo en nuestra salud, tanto física como mental. Nos invita a disfrutar del aire libre y a hacer más deporte, rebaja los niveles de estrés y ansiedad, favorece la socialización y reduce las posibilidades de sufrir varias enfermedades, entre otras muchas ventajas. 

Si no tienes la suerte de ver estos tres árboles desde tu ventana, no te preocupes: la situación puede cambiar. Cada vez más ciudades tienen en cuenta el impacto de la naturaleza en nuestra salud (y en la del planeta) y trabajan para transformar el asfalto en vegetación y conseguir que sus habitantes vivan más sanos, felices y satisfechos. 

Los beneficios de la naturaleza urbana en la salud 

En 2022, pediatras e investigadores hicieron un llamamiento que llamó mucho la atención por su sencillez: pedían a los profesionales de la salud recetar, a niños y adultos, más tiempo en la naturaleza. Estos son algunos de los impactos positivos que el contacto con la naturaleza tiene en la salud de grandes y pequeños:

Mejora la salud mental y los niveles de satisfacción

Artistas pintando en un parque de Paris

Artistas pintando en un parque de París, Francia. Daphné Be Frenchie (Unsplash)

Vivir cerca de espacios verdes y pasar tiempo de calidad en ellos reduce el estrés, la ansiedad, las conductas agresivas, la hiperactividad y el riesgo de sufrir depresión. También ayuda a mejorar la atención, la calidad del sueño y el rendimiento escolar. Todo esto influye en la salud mental y ayuda a vivir de forma más feliz. 

Reduce las enfermedades relacionadas con la contaminación

A día de hoy, la presencia de contaminantes es una de las principales causas de la aparición y la agravación de enfermedades para los habitantes de las ciudades. Los árboles y la vegetación funcionan como grandes filtros de contaminantes y partículas, por lo que mejoran la calidad del aire y hacen que las ciudades sean lugares más saludables para vivir.

Fomenta la actividad física

Niños jugando a la pelota

Niños jugando. Robert Collins (Unsplash)

Vivir cerca de espacios verdes como parques invita a pasar más tiempo en el exterior, lo que aumenta el nivel de actividad física, mejora el desarrollo motor y disminuye los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. Además, pasar más tiempo al aire libre aumenta la sociabilidad, lo que tiene un impacto directo en el bienestar de las personas y las comunidades.

Mejora la salud durante el embarazo y los primeros años de vida

Todos los beneficios de disfrutar de espacios verdes tienen un impacto importante durante el embarazo y los primeros años de vida de los niños. Se asocian a una mayor duración de la gestación, lo que reduce el riesgo de parto prematuro y la mortalidad infantil, y a beneficios importantes en el desarrollo de los más pequeños.

Reduce la mortalidad causada por las altas temperaturas

Amigos sentados en un parque a la sombra de los arboles

Grupos de amigos sentados a la sombra de los árboles. Mason Dahl (Unsplash)

Los espacios verdes ayudan a rebajar las temperaturas de las ciudades y a evitar el efecto de isla de calor urbana. Es decir, el efecto que produce cuando las urbes atrapan el calor en sus calles y edificios. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un tercio de las muertes atribuibles a las islas de calor en las ciudades europeas podrían evitarse si los árboles cubrieran el 30 % del espacio urbano.

Reduce los niveles de ruido

La presencia de árboles y vegetación puede disminuir también la contaminación acústica. Un estudio realizado por investigadores de Singapur concluyó que, si la presencia de elementos verdes en las ciudades se diseña adecuadamente, el ruido del tráfico puede reducirse hasta un 50 %. Esto tiene una relación directa con el bienestar físico y emocional.

Mejora la calidad de vida y reduce la mortalidad 

Como consecuencia de todos los beneficios anteriores (y muchos otros), la presencia de espacios verdes en las ciudades contribuye a mejorar la salud en general, a tener una vida más plena y a reducir la mortalidad. 

Un huerto propio

Plantas dentro de una vivienda

Plantas en el interior de una vivienda. Prudence Earl (Unsplash)

Puede que, en este punto, te estés preguntando qué puedes hacer tú para aumentar la presencia elementos verdes en tu entorno y disfrutar de sus beneficios. Lo cierto es que hay soluciones muy sencillas, que pasan por tener plantas en el interior y el exterior de tu vivienda, mantener huertos urbanos y participar en iniciativas que busquen aumentar los espacios verdes en tu localidad. 

Este último punto tiene una especial importancia. En los últimos años, las demandas ciudadanas han contribuido a que diferentes ciudades de todo el mundo hayan aumentado la presencia de elementos verdes en sus calles. 

La última que ha dado un paso importante en este sentido es París: el nuevo plan urbanístico de la capital francesa pasa por crear 300 hectáreas nuevas de áreas verdes y llenar de vegetación las plazas, calles, las azoteas y hasta las fachadas de los edificios. Algo que, sin duda, tendrá efectos positivos en las personas que pasarán a ver cada vez más árboles desde sus ventanas.

Imagen principal: Adrien Olichon (Unsplash)

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