Metro de Madrid
Construcción

Del metro a the tube: conectando grandes ciudades bajo tierra

23 de julio de 2024

Londres es el hogar de Sherlock Holmes, de Harry Potter y de Peter Pan. Una ciudad famosa por sus grandes museos, sus palacios, sus estadios de fútbol y sus centros comerciales. Una urbe que nunca duerme, en la que uno puede perderse entre autobuses de dos pisos y antiguas cabinas de teléfono con la seguridad de que ningún instante volverá a ser igual que el anterior.

Más de mil kilómetros de distancia más al sur, Madrid le sigue el ritmo a Londres – y tampoco se detiene. Entre bocadillos de calamares, puestos en el rastro, museos y palacios, la ciudad no descansa. Sus calles, tan diferentes a Abbey Road, están cubiertas de la poesía de Quevedo y de Lope de Vega y mantienen la esencia de las pinturas de Goya.

Londres y Madrid son un hervidero de actividad cosmopolita con un denominador común: un sistema de transporte que permite a sus habitantes estar en continuo movimiento. En Madrid las señales invitan a entrar al Metro; los londinenses, por otro lado, llaman a su transporte subterráneo the tube.

A lo largo de los años, los metros de Londres y Madrid han evolucionado, adaptándose a las crecientes necesidades de las ciudades hasta formar las infraestructuras que conocemos en la actualidad. Al adentrarse bajo tierra y subirse a los modernos vagones, es difícil imaginar que hace años estos sistemas tenían una única máquina de vapor y recorrían un único túnel.

The tube: la historia del metro de Londres

El metro de Londres se inauguró el 10 de enero de 1893. Aquel día, el primer ferrocarril suburbano del mundo recorrió la línea Metropolitan Railway, que conectaba Paddington con Farringdon Street. El emblemático tube era todavía un tren de vapor que se movía solo entre dos estaciones.

Hoy, el Metro de Londres (la red ferroviaria más antigua del mundo) cuenta con 275 estaciones por las que pasan cada día más de tres millones de personas. Se trata de una parte esencial de la vida diaria de los londinenses, de un sistema que se ha ido adaptando a la evolución y al crecimiento vertiginoso de la ciudad.

En la larga historia de the tube puede encontrarse, también, la huella de Ferrovial. La compañía participó en el proyecto de la Northern Line Extension (NLE), una de las mayores obras de infraestructuras realizadas en Londres en los últimos 300 años y que sirvió para conectar la estación de Kennington con dos nuevas terminales: Nine Elms y Battersea.

Para ello, fue necesario crear tres kilómetros de vías férreas, unir los nuevos túneles al ya existente mediante la técnica step plate junctions y construir nuevas galerías. La extensión fue concebida para mejorar las líneas de transporte en el sur de Londres y contribuir al desarrollo de la zona, y lo consiguió: llevó el metro a barrios a los que éste aún no había llegado y redujo el trayecto de zonas periféricas hasta el centro de 45 minutos a tan solo 15.

Más de un siglo de historia del metro de Madrid

Un cuarto de siglo después de que los londinenses diesen la bienvenida a the tube, se estrenó el Metro de Madrid. El 17 de octubre de 1919, se inauguró la Línea 1, que conectaba Sol con Cuatro Caminos imitando el sistema subterráneo que ya se había vuelto todo un símbolo en la capital británica.

Actualmente, el Metro de Madrid cuenta con 302 estaciones que conectan diferentes puntos de la ciudad cubriendo un total de 295 kilómetros. Y, al igual que en Londres, Ferrovial ha contribuido a hacer este crecimiento realidad con el proyecto de extensión de la línea 9. Este se basó en la creación de más de dos kilómetros de vías férreas y en la construcción de dos estaciones nuevas: Mirasierra y Paco de Lucía.

Las extensiones de la Northern Line de Londres y de la Línea 9 de Madrid se llevaron a cabo en zonas urbanas en las que ya existía un barrio en la superficie, lo que aumentó en gran medida la complejidad de las obras. En este tipo de intervenciones, es necesario compensar y reducir al máximo los efectos de la construcción para evitar que afecten al día a día de los vecinos y garantizar que puedan seguir utilizando los medios de transporte ya disponibles.

Se estima que la mejora de la línea 9 de Metro de Madrid ha transformado la vida de unos 50 000 habitantes, sobre todo de los vecinos Montecarmelo y Mirasierra. Hoy, cuentan con una conexión rápida y eficiente con puntos en los que se encuentran colegios, hospitales y centros comerciales, entre muchos otros servicios.

En su ya larga vida, los metros de Londres y Madrid han cambiado con sus ciudades y también han contribuido a transformarlas. Y, gracias a las obras de mejora y extensión, las urbes mantienen su ritmo vertiginoso y cada vez pueden escucharse en más lugares los famosos “mind the gap” y “al salir, tengan cuidado para no introducir el pie entre coche y andén”.

 

Todavía no hay comentarios