Una adecuada gestión y previsión del tráfico revierte en un mejor aprovechamiento de las infraestructuras

¿Sabías que diariamente se generan cerca de 3 trillones de bytes de datos, y que durante los últimos 2 años se han generado el 90% de los datos que existen guardados en el mundo?

Para ser más conscientes aún de cómo la tecnología se ha integrado en nuestra vida en las últimas décadas, ¿sabías que una berlina actual tiene un poder de procesamiento mayor que el Apolo XI (sí, la nave que aterrizó en la Luna allá por 1969) y que es capaz de generar 25 gigabytes de datos por hora, unas 12 películas de alta definición?

Big Data y Data son dos de las palabras más de moda en el ecosistema de la innovación y el emprendimiento. Tanto es así que, dentro de las amplias posibilidades de aplicación de esta técnica encontramos que, de alguna manera, sirve tanto para crear nuevos productos como para predecir comportamientos y tendencias, optimizar acciones de marketing, etc.

Dejando a un lado los problemas de privacidad y seguridad que puedan derivarse de esta reciente tecnología, ¿estaremos excesivamente controlados? ¿Existirá límite en esta utilización de datos?

¿Qué tiene que ver el big data con las autopistas?

Centrándonos en el ámbito del tráfico, quién no ha escuchado alguna vez a nuestros padres decir: “¡ojalá hubiera sabido que hay atasco en esta carretera. Hubiera ido por la otra!” Es aquí en donde las nuevas tecnologías juegan un papel principal a la hora de establecer sistemas de control y seguimiento del tráfico con vistas a facilitar la movilidad y la sostenibilidad. Una adecuada gestión y previsión del tráfico revierte en un mejor aprovechamiento de las infraestructuras, menor consumo de carburante, reducción de gases contaminantes, incremento de la seguridad y una mejor gestión del tiempo.

Relacionado con esta última idea, Cintra ha llevado a cabo un proyecto de movilidad en el entorno de una de sus autopistas en el que, con la colaboración de Kineo [3], y gracias a la información extraída de la red móvil se sabe de dónde vienen los usuarios de una autopista y hacia dónde van con un volumen de muestra impensable hace tan solo unos pocos años. Y es que ya se mencionaba en este mismo Blog hace unos días que, gracias a la penetración masiva de las tecnologías de la información y las comunicaciones, prácticamente todas nuestras actividades dejan una huella digital geolocalizada, lo que da lugar a una cantidad ingente de datos que puede ser utilizada para nuestro beneficio.

Y es que todo parece indicar que un tráfico más fluido da lugar a menos visitas al mecánico. El intervalo de ahorro se sitúa entre los 95 € coche/año según la consultora SBD hasta los 760 de Frost & Sullivan. Sea como fuere lo que está claro es que la incorporación de la técnica Big Data en nuestro día a día traerá más pros que contras, y si de paso nos ahorra algún que otro atasco, bienvenido sea.