Hace poco, mi tía me mandó por whatsapp, una foto de un niño africano bebiendo de un río contaminado con la siguiente frase:
“El ser humano no tiene dinero para abastecer de agua las zonas más áridas, pero sí tiene dinero para buscar agua en Marte. La pregunta es: ¿Hay vida inteligente en la Tierra?”
Hay gente genial por internet. No digo que no se deba buscar agua en Marte, pero quizás sí deberíamos preocuparnos más seriamente por el agua de la Tierra y de los terrícolas.
700 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable. Pero lo realmente importante son las personas que están detrás de las cifras, sus vidas diarias, sus nombres, sus caras, sus problemas y alegrías.
En noviembre viajamos a Benín para supervisar un proyecto que habíamos terminado en un colegio. Un proyecto que significa que 500 niños y niñas de la escuela de Tamarou y los otros 2.000 habitantes del pueblo pueden beber agua limpia, pero que va mucho más allá. La infancia es muchas veces la encargada de buscar agua para sus casas, y en las épocas de sequía tiene que caminar varios kilómetros para encontrarla. Un niño o una niña que sale de casa pronto para buscar agua y que no vuelve hasta varias horas más tarde, además de tener que cargar con bidones de 20 o 25 kilos a cuestas o encima de la cabeza, tendrá dificultades para asistir al colegio con normalidad. En Benín tuvimos la oportunidad de ver que [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]el agua es un motor de cambio social,[/inlinetweet] porque ahora los 500 niños del colegio beben y comen sano, pueden ir al colegio en lugar de buscar agua lejos de casa y enferman menos. Pudimos ver que, detrás de un proyecto de agua bien ejecutado, hay personas como Shalina, Fabrice, Makiat, Kassim o Juliette que tienen una oportunidad.
Pero también visitamos comunidades que viven sin agua potable. Encontramos a mujeres como Senami que tienen que caminar muchos kilómetros todos los días para encontrar un agua que es fuente de enfermedades, y que, a medida que avanza el año y llega la época de sequía, es más difícil de encontrar.
El agua lo es (casi) todo. Es la vida, es componente fundamental de nuestro cuerpo y de nuestro planeta. El agua, seguramente, es el elemento más importante del que disponemos. Por ello, no tener agua no es sólo un problema para la hidratación. Sin agua no hay comida. Sin agua no hay higiene y salud. Sin agua no se puede hacer nada.
700 millones de personas es aproximadamente la población de Europa entera, o dos veces la de Estados Unidos. Es una cifra escalofriante, pero no deja de ser un número frío. Hay más números que hablan de esta Crisis Del Agua: más de 1.000 niños mueren cada día por problemas derivados de consumir agua sucia.
Pero lo que nos impulsa a trabajar en un proyecto como Auara no son cifras, sino las personas reales. Personas que son iguales que Luis, Ana, Pablo o Raquel, pero que nacieron lejos de aquí, y por eso tienen nombres distintos, casas peores y carecen hasta de agua. Sólo nos hace falta caer en la cuenta de que ellos también son “de los nuestros”, igual que nuestro vecino o nuestra hermana. Y en Auara nos tomamos esto no como una obligación moral que nos pesa, sino como una oportunidad para hacer algo bueno por alguien, que es al fin y al cabo lo que hace feliz.
Auara : Tú bebes, otros beben
En septiembre de 2016 lanzamos al mercado Auara una marca de agua mineral que existe para llevar agua potable a personas que no la tienen. Invertimos el 100% de nuestros dividendos en proyectos con impacto social basados en el agua, y somos pioneros en la reducción del impacto medioambiental, siendo la primera marca de agua en Europa que fabrica sus botellas con un 100% de material reciclado. Nuestro claim es: “Tú bebes, otros beben”. Desde entonces, hemos desarrollado proyectos en Benín, Camboya, Haití o Camerún, y esperamos convertirnos en una marca de agua de alcance nacional para poder tener cada vez más impacto positivo. No se trata de una campaña puntual o de una moda pasajera, sino de tener impacto a largo plazo. De que cada vez más empresas, restaurantes, tiendas y particulares puedan elegir Auara para su consumo habitual de agua y lo conviertan en un acto extraordinario. Lo conviertan en oportunidades, en salud y en educación a través del agua.
Conoce más sobre este tema aquí.
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