Hablamos desde un punto de vista de salud mental y de ayuda a la producción.
Empecemos por saber qué es la amistad
La amistad es un tipo de relación afectiva entre dos o más personas en la que interviene cierto grado de camaradería, confianza y cordialidad. La amistad es considerada un valor, y nos ofrece la oportunidad de compartir numerosos aspectos de nuestra vida profesional y personal a todos los niveles, convirtiéndose así en uno de los soportes más importantes que podemos tener en nuestra vida.
Si bien existen distintos tipos de amistad, en todos ellos priman aspectos como la confianza, el respeto, la generosidad y la sinceridad. Ya Aristóteles distinguía entre la amistad de utilidad- aquélla en que las personas emprenden un objetivo en común y se ayudan para obtener un beneficio-, la amistad accidental- típica en los jóvenes y basada en el placer de compartir- y la amistad de lo bueno- la más auténtica y duradera.
Pero, ¿qué ocurre con la amistad en el entorno laboral? ¿es posible hacer amistades en el trabajo, o es contraproducente y perjudicial para mí y la empresa?
“A la oficina no se viene a hacer amigos”
Mucha gente sigue pensando que el entorno laboral no es el adecuado para establecer relaciones de amistad. Detrás de esta afirmación se esconden argumentos como el riesgo al “amiguismo”, conflictos de intereses o generación de situaciones indeseadas. Efectivamente, una amistad mal enfocada o no asertiva puede llevar a situaciones delicadas. Sin embargo, en los últimos años se han publicado numerosos estudios que confirman que cultivar amistades en el entorno laboral es bueno para las personas y las empresas. Veamos por qué.
En 2020, la ansiedad y la depresión han sido el primer motivo de baja laboral a nivel mundial. La pandemia y el aislamiento social han sido los desencadenantes de los principales problemas de salud psicológica de la población trabajadora. Estos problemas se pueden ver notablemente reducidos si desempeñamos nuestro trabajo en entornos donde el bienestar y las relaciones interpersonales son de confianza y colaboración.
Con o sin pandemia, si tenemos en cuenta que dedicamos más de una tercera parte de nuestra vida a trabajar, el entorno laboral se convierte en un lugar idóneo para cultivar amistades, crear vínculos entre compañeros y departamentos y sentir la cercanía de quienes comparten con nosotros una misión.
Fomentar relaciones informales más allá de la jerarquía o posición que ocupemos cada uno de nosotros, contribuye poderosamente a construir nuevas ideas, aumentar la creatividad, productividad y felicidad en el entorno laboral. En este contexto es pues tremendamente positivo generar relaciones de amistad entre colegas o entre managers y sus equipos. Estas amistades generarán confianza, lealtad, incondicionalidad, sinceridad y compromiso. ¿Y qué hay mejor para una organización que contar con estos valores en su fuerza laboral?
Quien tiene un amigo, tiene un tesoro
La amistad contribuye a mantener equilibrio emocional. Si bien hay que tener presente que a nuestro alrededor puede haber gente tóxica que resta y no contribuye a sentirnos mejor (se quejan constantemente, sólo ven el lado negativo de las cosas o sólo hablan de problemas), en el terreno laboral nos relacionamos a diario con muchos compañeros con diferentes cualidades que pueden enriquecernos en muchos aspectos. Su optimismo, diferentes puntos de vista ante un problema o preocupación, su búsqueda de soluciones, su apoyo o su sentido del humor pueden ser determinantes a la hora de mantener un nivel de salud y bienestar mental y emocional óptimos o razonables.
Habiendo quedado probado que mantener relaciones de amistad en el trabajo contribuye a reducir los niveles de estrés laboral y personal, esos amigos con los que contemos para “hacer equipo” en nuestro día a día nos van a beneficiar en otros muchos aspectos: nuestro desempeño mejorará, se elevarán nuestros niveles de confianza y compromiso, nos sentiremos con más energía y seremos más productivos, y aumentarán nuestra satisfacción y nuestro sentimiento de pertenencia a una “familia” laboral.
La amistad en entornos laborales saludables
Afortunadamente ya no es excepcional que una organización se preocupe por la salud y bienestar de sus empleados. Favorecer entornos físicos adecuados, evitar y controlar los riesgos psicosociales así como dotar a los empleados de recursos personales y emocionales para afrontar situaciones de crisis de cualquier índole son claves para que nuestro desempeño laboral se desarrolle con las máximas garantías de salud y seguridad. Y es aquí donde disfrutar de ambientes en los que las personas nos relacionamos en los términos que hemos visto en estas líneas es de vital importancia en nuestras vidas.
Si tu organización promueve estilos de vida saludable y se preocupa por tu salud y bienestar emocional, contarás con un entorno laboral excepcional que te brindará muchas oportunidades para cultivar buenas relaciones y amistades con tus compañeros. Aprovecha tus ratos de descanso y café para relacionarte, comparte la práctica de ejercicio físico y disfruta de todos los valores que ello conlleva (superación, voluntad, respeto, apoyo, motivación, satisfacción, disciplina, responsabilidad o reconocimiento) Ábrete a nuevas experiencias y retos que te motiven y anima a tus compañeros para que participen. Poco a poco, y casi sin darte cuenta, podrás comprobar que se crea un ecosistema de bienestar físico y emocional en el que te encontrarás realmente cómodo y donde de verdad desearás trabajar.
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