El cambio climático antropogénico formará parte de las vidas tanto de esta generación como las que nos seguirán. Las actividades humanas han cambiado las dinámicas terrestres hasta el punto de necesitar mecanismos de adaptación, así como medidas urgentes para descarbonizar la economía.
¿Qué es el cambio climático?
Un cambio climático es toda aquella variación del sistema climático terrestre a lo largo de un tiempo superior a una década. Sin embargo, cuando se usa este término nos referimos al actual cambio climático.
El cambio climático antropogénico, con origen en las actividades humanas, es el cambio climático experimentado aproximadamente desde la Segunda Revolución Industrial (1850 e.c.), aunque hubo otros mucho más pequeños como el que generó la civilización maya o las civilizaciones europeas al deforestar y las chinas al cultivar arroz.
Efecto invernadero, cambio climático, calentamiento global y crisis climática
Con frecuencia, muchos de los términos asociados al actual desequilibrio climático se confunden entre sí y, aunque guardan relación, formalmente no son lo mismo:
El efecto invernadero es el fenómeno por el cual la atmósfera y el océano se calientan debido a que los gases de efecto invernadero (GEI) retienen el calor. La curva de Keeling muestra la concentración de CO₂ en Mauna Loa desde que se tienen registros.
Curva de Keeling según el observatorio en Mauna Loa
El calentamiento global es el resultado directo de ese efecto invernadero. Se trata del calentamiento en sí mismo y se expresa en unidades de temperatura como grados centígrados o Fahrenheit. La temperatura global ha aumentado mucho (1ºC, 2 F) tomando como referencia valores preindustriales.
El término cambio climático ha sido un concepto muy criticado desde su adopción porque puede dar lugar al error de pensar que el actual cambio es natural, y se recomienda usar en su lugar cambio climático antropogénico debido a la autoría humana.
Este concepto no solo registra los aumentos de GEI o temperatura, sino también el resto de consecuencias: aumento del nivel del mar, deshielo, pérdida de biodiversidad y extinciones masivas, aparición de enfermedades, migraciones, hambrunas, acidificación de los océanos, fenómenos meteorológicos adversos, etc.
El concepto de crisis-climática cobra inercia tanto dentro de la comunidad científica como en medios especializados, debido tanto a la urgencia para reducir las emisiones como las consecuencias actuales de su aparición. Desde hace unos años, el CO₂ ha superado con creces su límites-planetarios.
Factores que causan el cambio climático
Las principales causas de este calentamiento global antropogénico son el vertido de gases de efecto invernadero, los cambios efectuados en el paisaje para alojar las actividades humanas (por ejemplo, deforestación) y el vertido de aerosoles, aunque existen algunas más como la descomposición de microplásticos, entre otras actividades.
Cómo solucionar el cambio climático
Hasta la fecha, los intentos para solucionar el cambio climático antropogénico han sido poco ambiciosos. La primera conferencia sobre el clima de 1979, el primer informe del IPCC en 1990 o el Acuerdo de París no han logrado frenar las emisiones de carbono, que se acumulan en la atmósfera y la calientan. La siguiente infografía, con los últimos datos científicos, combina toda esta información.
Infografía que combina la acumulación de ppp de CO₂, los diferentes hitos climáticos, y el aumento de temperatura. | ClimateINACTIONStripes
Existen dos estrategias que hay que mantener en paralelo para vivir en un mundo en cambio climático:
Mitigación de la crisis climática
Las estrategias de mitigación del cambio climático son aquellas que buscan reducir el efecto invernadero. Aunque se valoran a nivel teórico algunas soluciones de geoingeniería, en la actualidad se pone prioridad en dos grandes áreas:
- Reducir de forma drástica las emisiones de gases de efecto invernadero. Hasta la fecha, la humanidad no ha sido capaz de reducir sus emisiones netas globales, que siguen aumentando década a década. El reto es que cuanto más esperemos, más difícil será cumplir el Acuerdo de París. La gráfica muestra varios escenarios desde 2018 para descarbonizar dentro de límites seguros (franja verde). Desde 2018, se necesitaba reducir un 8 % anual.
- Capturar tan pronto como sea posible el carbono atmosférico vertido ya a la atmósfera y en el océano. La estrategia ganadora es la de reforestar grandes masas de bosque, incluido el bosque urbano, por ser la más barata, la que menos mantenimiento tiene y la que más beneficios plantea. Aunque también hay algunas tecnologías interesantes como complemento, como la captura de carbono (aún en desarrollo y sin escalado).
Adaptación a la crisis climática
Las estrategias de adaptación a la crisis climática son aquellas que ponen el foco en convivir con un ya inevitable calentamiento global (es inevitable, pero modulable: cada kilogramo de CO₂ no emitido o recogido hará menos peligroso el futuro), entre las que se encuentran:
- Construcción de hábitats más resilientes. Se habla mucho de soluciones urbanas, como el perimetrado con vegetación, o la inclusión de la misma para refrigerar la ciudad o crear sombras. En algunas zonas costeras se plantea la restauración de manglares para revertir la erosión costera. Cada vez más países adoptan modos constructivos que trabajen con el agua en lugar de contra el agua (ciudades esponja).
- Plantación de cultivos resistentes tanto a plagas como al calor. El aumento de temperatura pondrá al límite la capacidad de la humanidad de alimentarse.
- Cambios de hábitos. En los últimos años, se han trazado líneas más estrictas sobre trabajos a la intemperie en verano, para evitar golpes de calor, así como consejos a la ciudadanía para evitar hacer deporte a ciertas horas.
Es importante destacar que hay límites a la adaptación, tanto físicos como económicos, por lo que el rumbo necesario sigue siendo la estrategias de mitigación del cambio climático.
Imagen principal: Ashim D’Silva,
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