Las infraestructuras constituyen el marco de la vida moderna en la que nos desarrollamos. La cotidianeidad de trasladarse en carreteras eficaces y rápidas; pasear por calles y parques adecuadamente cuidados o disfrutar de la oferta cultural de las ciudades en espacios arquitectónicos de gran belleza es el reto que se plantean cada día arquitectos, técnicos, responsables de obra y operarios. Estos desafíos contribuyen a mejorar la calidad de vida de las sociedades y su desarrollo.
La exposición 60 miradas a Ferrovial es el homenaje a una compañía reconocida en el mundo entero por su actividad en la construcción de obras complejas, la prestación de servicios urbanos y la gestión autopistas y aeropuertos. La muestra, que acoge CaixaForum Madrid, recoge imágenes de las grandes obras de ingeniería desarrolladas y gestionadas por Ferrovial en todo el mundo durante sus 60 años de historia.
Su autor, el pintor y fotógrafo madrileño José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía 2010, describe la muestra como un proyecto “íntegro, voluminoso y ambicioso” que resume en casi 60 fotografías la capacidad y versatilidad de Ferrovial para satisfacer las necesidades de infraestructuras, movilidad y servicios de la sociedad, así como de responder a los retos de una sociedad que crece y evoluciona a pasos de gigante.
Durante un año y 31.149 kilómetros de viaje, la arriesgada y experimental visión de José Manuel Ballester fue testigo de la magnitud de algunos de los proyectos más significativos levantados por Ferrovial en todo el planeta. En total, un programa de 35 destinos, desde el Hipódromo de la Zarzuela, en Madrid, pasando por autopistas en Norteamérica (LBJ Express, Chicago Skyway, etc.) y Chile; aeropuertos de Madrid y Londres (Heathrow); plantas de reciclaje, depuradoras, centrales nucleares y espacios culturales como el Guggenheim de Bilbao. “Lo que distingue a este trabajo respecto a otros que he realizado con anterioridad es la escala tan grande, la envergadura. Me he encontrado muchas sorpresas”, reconoce Ballester. El interés del fotógrafo por mostrar al hombre a través de sus huellas se refleja en cada una de las instantáneas que componen la muestra y que funcionan como “alegorías de la propia existencia, que está en constante cambio”. Las imágenes permiten al espectador reflexionar sobre los “intrincados soportes sobre los que se apoya la sociedad del bienestar”, como explica Ballester quien, en este proyecto, quiso preguntarse hasta dónde es capaz de llegar el ser humano. El fotógrafo incide en la necesidad de justificar la función de las infraestructuras y de los propios artistas: «Mi compromiso es demostrar que el arte es útil. En la naturaleza, lo que no es útil desaparece. Es la selección natural”.
El trabajo de José Manuel Ballester ha seguido el esquema: “Pensar, construir y habitar”, adaptado a las características de una empresa como Ferrovial, que cubre el ciclo completo de vida de una infraestructura, “desde el proceso de las ideas, del pensamiento, de resolver problemas, hasta el proceso de la ejecución y el uso, la explotación y el mantenimiento”, explica el fotógrafo. Ese fue, precisamente, uno de los hechos más sorprendentes para Ballester: “descubrir que la empresa se salía de los parámetros que yo conocía”. Ante tal “tsunami” de información visual, miles de fotografías tuvieron que descartarse: “he tenido que depurar mucho, seleccionar y renunciar a obras que dentro de mi repertorio son muy válidas”.
En su conjunto, la colección fotográfica busca establecer “un diálogo entre el mundo del arte y las infraestructuras, a través de una visión estética, científica y tecnológica”. A esa tecnología, que es lo que se contempla, y al arte, que es el valor que aporta José Manuel, se une el profundo diálogo establecido entre el espacio y la obra, lo que potencia un doble estímulo en el espectador. “Por un lado se encontrará con la potencia de Ferrovial como empresa líder en el sector de las infraestructuras y, por otro, disfrutará de la cuidada técnica de uno de los fotógrafos más importantes de este país”, explica Rafael Doctor, comisario de la muestra. Con más de 20 años de experiencia en el mundo del arte, Doctor ha dirigido exposiciones en espacios tan emblemáticos como el MUSAC de León o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.
Este encargo de Ferrovial continúa una importante tradición en la historia de la fotografía, en la que artistas de prestigio son invitados por instituciones y empresas para retratar infraestructuras relevantes. En el siglo XIX Charles Clifford supo reflejar con sus fotografías algo más que la construcción del Canal de Isabel II. En el XX, Luis Ramón Marín fue más allá de registrar el desarrollo de la red telefónica de España. Hoy, José Manuel Ballester capta la labor de Ferrovial para revelarnos su trascendencia y su capacidad de perdurar.
“Para mí el arte es como un flujo de energía, es como un orbital y los artistas de alguna forma nos metemos en esas órbitas que confluyen en un mismo sistema solar”, explica José Manuel Ballester al analizar las influencias en su trabajo. “Soy partidario de entrar en ese continente visual y de descubrir, con los riesgos que eso conlleva”. Ballester no se considera un pionero, ni sostiene la posibilidad de la creación desde cero por parte del individuo, sin embargo, su particular interpretación del espacio arquitectónico y su habilidad para captar la luz, el espacio y el tiempo, han configurado su ADN artístico, que le acompaña en todos sus trabajos: paisajes urbanos, industriales, etc. Todas estas características, junto con su aportación destacada a la renovación de las técnicas fotográficas quedaron reconocidas en el Premio Nacional de Fotografía 2010, concedido por el Ministerio de Cultura.
Al echar la mirada atrás, y analizar todo lo que ha dado de sí este intenso viaje visual por la historia de Ferrovial, José Manuel Ballester asegura sentirse afortunado: “He tenido la oportunidad de ver más cosas que cualquier empleado de Ferrovial, creo que poca gente tiene tanta información sobre esta empresa como yo”. Ese concepto creado por el autor ahora encuentra en “60 miradas a Ferrovial” su mayor homenaje, y demuestra que la ingeniería transforma el mundo, pero también los ojos de quienes la observan.
La exposición «60 miradas a Ferrovial» puede verse en CaixaForum Madrid entre el 12 de junio y el 30 de julio de 2013.
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