Colombia es un país de renta media que ha vivido un importante desarrollo económico y humano en los últimos años, hasta el punto de haberse convertido en un interesante objetivo de negocio y un atractivo destino para trabajadores de todo el mundo. Sin embargo, este desarrollo no ha afectado de igual forma a toda la población colombiana, y mientras determinados barrios de Bogotá podrían confundirse con las más elegantes avenidas europeas, otras zonas no cuentan con servicios mínimos como son el agua potable, el saneamiento o servicios de salud.
En la región pacífica colombiana, en el departamento de Chocó, se encuentra el África de Colombia. En tan sólo una hora de vuelo desde la capital el paisaje cambia por completo: caminos sin asfaltar, residuos amontonados en cualquier parte, viviendas que no cumplen con unas condiciones mínimas de habitabilidad… y sobre todo falta de acceso a unos servicios públicos básicos que garanticen unas condiciones de vida dignas para estas personas.
Ferrovial, a través de su programa Infraestructuras Sociales, decidió apoyar a una de las poblaciones de este departamento marginado del desarrollo del resto del país: Pacurita, en el municipio de Quibdó. Con esta iniciativa de ingeniería y cooperación, Pacurita se convertirá en el primer corregimiento del municipio con acceso a agua potable gracias a un proyecto desarrollado con la ONG Ayuda En Acción, la Alcaldía de Quibdó y la Fundación Pies Descalzos. Un hito en la zona y un reto en el que han participado cuatro voluntarios de la compañía, Fernando, Lorena, Carlos y Ana, que se desplazaron a la zona para trabajar junto a la ONG Ayuda En Acción en la rehabilitación de un acueducto que dará agua a 1.300 personas. Ellos mismos nos cuentan su experiencia de trabajo y sus impresiones.
Fernando Arroyo Ortega
Fernando es Jefe de Servicio de Cespa desde hace 7 años, ocupando el cargo de responsable del servicio de explotación de Plantas de Transferencia de la provincia de Burgos. Su experiencia como técnico de Gestión de Residuos le ha permitido asesorar sobre el tratamiento y gestión de éstos durante las semanas que ha vivido en Colombia como voluntario.
¿Por qué decidiste hacerte voluntario?
Desde hace muchos años vengo colaborando con varias ONGs en programas de voluntariado, y la oportunidad de hacerlo desde mi propia empresa y en un país que conozco ampliamente, me resultó una ocasión imposible de desaprovechar. Profesionalmente, esta experiencia me ha permitido aprender otros métodos de trabajo de profesionales de Ferrovial, que tal vez no hubiera conocido en otras circunstancias, y personalmente me ha permitido desconectar de mi rutina laboral y crear unas buenas amistades con otros compañeros de la misma empresa.
¿Cómo os han recibido tanto el personal local de trabajo como los habitantes de la región?
El recibimiento del personal local que ha colaborado con el equipo de Ferrovial no ha podido ser mejor. Tanto el personal de la ONG Ayuda en Acción, como de la Fundación Pies Descalzos, ha estado desde el primer minuto atento a nuestras necesidades y colaborando activamente en nuestras consultas y demandas. En cuanto al personal técnico de la alcaldía, además de demostrar una gran profesionalidad, han mostrado un alto nivel de participación y han acogido de forma constructiva cada una de las propuestas realizadas desde el equipo de Ferrovial. Por su parte, los habitantes de la región, particularmente la población beneficiaria del proyecto, han recibido con ilusión al equipo de Ferrovial, manifestando sus ilusiones y sus esperanzas en que el proyecto se concluya para la satisfacción de todas las partes.
Lorena Segura Villar
Lorena, ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, se incorporó hace un año a Ferrovial como Analista Junior en el Centro de Competencias de Ciudades, de Ferrovial Servicios. Sus conocimientos técnicos le han servido para trabajar en terreno en la revisión del diseño del proyecto y para participar en el proceso de licitación de la obra.
¿Cuál ha sido vuestra labor a pie de campo y qué impresiones te llevas de la experiencia en Colombia?
El equipo de voluntarios estaba formado por cuatro personas. Era un equipo multidisciplinar, capaz de apoyar técnicamente el proyecto de ingeniería. Desde el principio distribuimos roles y nos dividimos en dos equipos, los que se encargarían de la revisión del diseño del proyecto y proceso de licitación y los que estructurarían las sesiones de formación a la población y al ayuntamiento para el buen funcionamiento y mantenimiento de la planta de potabilización, así como de la gestión de los residuos. La zona de Colombia en la que está localizado el proyecto tiene unas condiciones de contorno complejas que hacen que la ejecución de la infraestructura sea todo un reto para la población local. Ver y sentir la motivación e ilusión de los beneficiarios de la infraestructura para la consecución del proyecto, genera que aún tengas más ganas de llevar a cabo con éxito tu labor de voluntario.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de tu estancia allí?
Lo que más me ha sorprendido es la estructura de vida de la sociedad de la zona. En el día a día de los habitantes, no parecía que el futuro condicionase el presente. Por ejemplo eso se veía muy reflejado en la modo de gestionar el agua. El Chocó , zona de Colombia donde está localizado el proyecto, es una de las zonas más lluviosas del mundo, lo que hace que los habitantes no tengan consciencia de la necesidad de agua y triplican el gasto mundial medio diario por habitante. Me alucinó que, aún teniendo estas condiciones que no favorecen el ahorro de gasto de agua, los líderes de la comunidad a la que se le proveía de la infraestructura tuvieran clarísimo el cambio de mentalidad que su colectivo debía hacer.
Carlos Cordón Ureña
Actualmente , Carlos es Gerente de Operación, Mantenimiento y Obras en Cadagua . Con más de 10 años de experiencia en Ferrovial desarrollando proyectos , ejecutando y gestionando obras y explotaciones, Carlos se ha encargado de revisar y mejorar el proyecto técnico en su diseño y dar apoyo en el proceso de licitación.
¿Podrías describirnos brevemente cómo era un día de trabajo allí?
Nos levantábamos muy temprano. Luego, desayunábamos todos los miembros del equipo de Ferrovial, aprovechando el momento para poder repartirnos los trabajos de ingeniería, programar las visitas al proyecto, organizar los talleres de formación y coordinar las reuniones operativas. A partir de ahí, el día pasaba rápido por la cantidad de retos que hacíamos y surgían. Ya por la tarde y en la cena, era el momento de relajarnos un poco y disfrutar del lugar. Nos acostábamos temprano, ya que los días eran intensos y acabábamos rendidos.
¿Qué te ha aportado esta experiencia profesional y personalmente hablando?
La experiencia me ha aportado ,desde el punto de vista profesional, poder conocer cómo se trabaja en otro país y tratar con algunos profesionales de mi ámbito. Por otro lado, desde el punto de vista personal, el poder pensar que mi granito aportado en el voluntariado haya servido para ayudar a personas que lo necesitan.
Ana Corral Sanz
Ana se incorporó a Cadagua en 2004, en el departamento de Operación & Mantenimiento de la Delegación de Cataluña y Baleares. Con una trayectoria profesional que la ha llevado de analista laboratorio a jefe planta de IDAMs y EDARIs, Ana se ha encargado de revisar el proyecto y del muestreo y verificación de la calidad del agua, además de dar formación sobre potabilización y gestión del agua.
¿Ha supuesto un reto trabajar bajo otras condiciones totalmente diferentes a las que estáis acostumbrados en España?
Ha sido un reto porque en España dispones de la tecnología, infraestructura, medios… para desarrollar proyectos de ingeniería. En cambio, aquí se conoce la tecnología pero la mayoría de las veces no se puede aplicar porque las infraestructuras y medios son limitados. Esta experiencia me ha aportado profesionalmente y personalmente humildad, es decir, no es mejor el que más sabe, sino el que sabe adaptarse a las circunstancias.
¿Guardas contigo algún recuerdo especial que nos quieras contar?
El recuerdo más especial de Colombia es cuando realizamos la formación a la población de Pacurita y luego pudimos conversar un rato con ellos. En aquel momento me di cuenta de que aquellas personas tenían muchas ganas de hacer cosas, a lo mejor no tenían un nivel educativo muy elevado, pero usaban el sentido común e intentaban buscar soluciones a sus problemas. Nosotros estábamos allí sólo para enseñarles el camino para realizar su proyecto, disponer de agua potable y gestionar los residuos.
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