Siempre hablamos del cambio del rol del CIO y de TI; pues sí, yo creo que es real ese cambio, pero aprovechémoslo. La función de TI ha sufrido una transformación como soporte a la internacionalización de los negocios, y ha sido una palanca de apoyo para lo que todas las empresas han intentado hacer, que es diversificar y vender fuera en época de crisis de mercado interno. TI soportaba los procesos de negocio y ha sido fundamental para poder establecer negocios fuera con rapidez y costes asumibles.
Cuando sales fuera a hacer negocio, has de tener costes de operación bajos y procedimientos lo más estándar posibles, para poder instalar las oficinas y negocios lo más rápido posible. En los entornos empresariales, TI ha sido muy presionado en los costes de operación, en muchos casos además, con porcentajes de costes fijos altos. De ahí que los entornos de cloud, ya más maduros, hayan tenido un gran auge.
El cloud, que con software en la red ha supuesto una opción para algunos procesos de negocio, se hace una realidad. En Ferrovial hemos implantado soluciones en cloud para recursos humanos y compras, con costes de implantación tremendamente más baratos y plazos mucho menores, eso sí, asumiendo la funcionalidad de cada SaaS, sin tratar de customizarla para nuestra empresa, y lo hemos hecho en aquellos procesos de negocio, que suponemos son no críticos para el negocio. Para aquellos procesos en los que la diferenciación es un activo, desarrollamos soluciones a medida de nuestro negocio.
En la innovación, que algunos pensamos, como es mi caso, que puede ser una nueva función del CIO, conocemos los procesos de negocio y tenemos la tecnología que suele suponer un catalizador en muchas innovaciones. Hay que tener una mente abierta a asumir soluciones de fuera de la empresa y buscar formas de colaboración con el exterior a tu propio entorno. Ahí, las redes sociales pueden ayudar mucho, pues son fuente de intercambio de ideas y pensamientos. Estas redes sociales bien dirigidas, es decir, para asuntos de negocio, suponen disponer de ideas externas, donde compartir nuevas formas de negocio y de formas de hacer. Las redes sociales, son el termómetro de cualquier asunto externo, al menos, una de las medidas a considerar.
Otro término, tambien de moda, es big data, que ahora se encuentra en plena ebullición. Estamos ante un momento único, pues disponemos de la red (internet), de los múltiples datos en diversas fuentes y de herramientas de análisis. Es difícil no imaginar un negocio que no pueda beneficiarse de tanta información en tan poco tiempo. Podemos prever casi todo, desde movimientos demográficos, gustos, servicios que demandamos, consumos… que cualquier negocio, con buenas herramientas y un análisis correcto, que pueda aprovecharse para sí mismo. Existe además, un vacío sobre la propiedad de los datos y su uso, y esto será una constante varios años, en tanto no tengamos una regulación más universal de internet.
Como siempre y viendo el lado cauto de tanto optimismo, hemos de considerar en cada caso, los riesgos inherentes de las soluciones y su seguridad informática, riesgo cada vez mayor en cada empresa, que puede hacer la operativa de ciertos procesos y la privacidad de cierta información, un peligro para el negocio, por lo que veremos presupuestos en seguridad de TI crecientes en los próximos años.
Por último, quiero apuntar, para los que vemos la botella medio llena, un auge de ideas nuevas con las start-ups. Lo digo, porque muchas pienso que nacen por no tener la oportunidad de un trabajo por cuenta ajena, y surgen por hacer o desarrollar una idea para tener un medio de trabajo. Somos ricos en start-ups, poco soportadas, con insuficiente financiación y aceleradoras, pero espléndidas, para desarrollar el tejido empresarial, el conocimiento, el ingenio y el empleo futuro.
Los que asistimos a los foros de start-ups más reconocidos no podemos sentir más que respeto por la inteligencia y el ingenio puestos a disposición de la sociedad, y a las buenas ideas que existen en España. Mi más admirado reconocimiento. Como resumen, veo oportunidades, nuevas formas de hacer negocios, más relación, y la enorme posibilidad de ser más ricos en talento, que es la fuente, de lo que nos debe hacer progresar. Bienvenido este cambio de TI.
Este artículo fue publicado originalmente en Business Value Exchange.
1 comentario
David
20 de mayo de 2014
La pregunta del cloud y del SaaS es, hasta qué punto puede compensar cambiar procesos internos, por adaptarse a una nueva solución que, sobre el papel es más barata pero que al final es el usuario el que la "sufre". Quizás entornos colaborativos, de desarrollo y pruebas, sean óptimos, donde la seguridad queda en un segundo plano y su criticidad es "nula". Por otro lado, creo que a día de hoy, la figura del CIO es de negocio, que tiene como arma su buen conocimiento sobre la tecnología, pero sobretodo, sobre el negocio. Se ha llegado a un momento en el que, el usuario final, tiene tanta potencia de procesamiento en su bolsillo, que está haciendo mucho más fácil el trabajo pesado al CIO. Creo que es momento de pensar mejor las ideas y los próximos pasos, que "llenarnos de alta tecnología". Gracias por compartir tu experiencia.