Ampliar y rehabilitar una autopista sin perder fluidez de tráfico (I)
01 de abril de 2014
Ser capaces de ampliar y rehabilitar una autopista abierta al tráfico es un reto de gran complejidad, especialmente cuando hablamos de una infraestructura por la que circulan más de 270.000 vehículos diarios. Cuando se inauguren los proyectos que Ferrovial desarrolla en Texas, la LBJ Express y la North Tarrant Express (NTE), la movilidad de millones de ciudadanos habrá mejorado sustancialmente.
De momento, los equipos de ambos proyectos trabajan para minimizar el impacto e informar sobre el estado de las obras a conductores, comercios y empresas. El área metropolitana de Dallas-Fort-Worth concentra una cuarta parte de la población de Texas. Es la mayor región del Estado, la cuarta aglomeración urbana más poblada de EE UU (tras Nueva York, Los Ángeles y Chicago), la sexta área económica más desarrollada del país y la décima del mundo.
Más de 10.000 empresas tienen su sede social en la zona, entre ellas, algunas mundialmente conocidas: Exxon Mobil, Texas Instrument, American Airlines, AMR Corporation… Las autopistas North Tarrant Express y LBJ Express conectan varios municipios de esta área metropolitana y casi medio millón de conductores las recorrerán a diario.
Cintra lidera los consorcios que permitirán duplicar la capacidad de estas autopistas, además de incrementar su seguridad y fiabilidad. Como contratistas designados, Ferrovial Agroman US y Webber, completarán la construcción de los managed lanes (carriles de peaje electrónico, sin barreras y tarificación dinámica) y la rehabilitación de más de 48 kilómetros de autopista que alcanzarán, en algunos tramos, hasta 28 carriles.
LBJ Express
El proyecto de construcción de la LBJ supone un gran reto de ingeniería, pues exige mantener el flujo de tráfico mientras se rehabilita completamente la infraestructura, incluyendo la resolución de más de 700 conflictos de servicios afectados. Evidentemente, esto requiere grandes dosis de organización de equipos altamente profesionales. La LBJ tiene casi 20 kilómetros de autopista de cinco carriles por sentido, más sendas vías de servicio de dos carriles cada una.
Por tratar de imaginarse un poco mejor el reto, existen veintidós cruces de calles a diferente nivel con sus respectivas entradas y salidas, además de tres grandes intersecciones que cruzan la autopista y permiten todas las combinaciones de movimientos sin semáforos. A esto unimos que, al tratarse de una infraestructura en vía urbana, las vías de servicio dan acceso a propiedades privadas, entre las que se encuentran grandes corporaciones, centros comerciales y domicilios privados.
Los desvíos de tráfico han sido innumerables y cómo no podía ser de otra manera la gestión del tráfico durante la construcción se convierte en parte del éxito del proyecto. Hay que saber gestionar muy bien las expectativas de vecinos y usuarios, además de garantizar la seguridad vial de tráfico y peatones. El equipo de LBJ Express supo ver esto desde el primer momento y se implicó con conductores y colectivos afectados.
Con una escrupulosa planificación y anticipación se prepararon las reuniones con administraciones, ayuntamientos y servicios de emergencia; se preparan presentaciones a diferentes asociaciones cívicas, empresariales y colectivos de afectados; se redactan artículos para los medios de comunicación; se actualiza una página web que recoge el detalle de las actuaciones, así como se envía información actualizada a más de 10.000 suscriptores a través de redes sociales, correos electrónicos y mensajes de texto.
Otra gran iniciativa del proyecto ha sido la puesta en marcha LBJ Express Marketplace con el objetivo de promocionar los negocios ubicados en el área afectada por la construcción. Este proyecto ha recibido el premio al “Mejor Compromiso con los posible afectados”, otorgado por una de las mayores publicaciones de Relaciones Públicas de EEUU, PR Daily, y batiendo al gigante Walmart.
Para mejorar las labores de coordinación y asistencia en caso de emergencia se han numerado todas las entradas y salidas a las zonas de obra. Con ánimo de realizar los carriles centrales de las managed lanes y así impulsar estas vías de peaje dinámico que ayudan a gestionar la congestión, es necesario elaborar un plan de trabajo en el que el tráfico circula por la parte externa de la plataforma, manteniendo así un nivel de servicio aceptable.
Después de muchos desvíos intermedios que han permitido la construcción de esta plataforma exterior, el 80% de dicha obra quedó finalizada en el tercer trimestre de 2013, permitiendo así que arrancasen las tareas de excavación en la zona central. El volumen total de extracción supera los 3,5 millones de metros cúbicos, lo que exige emplear más de 250 camiones a un ritmo de trabajo de 18 horas diarias. Las maniobras de entrada y salida del transporte han sido planeadas para evitar impacto en el tránsito de los vehículos y atenuar a lo más mínimo los ruidos y emisiones de polvo.
El transporte de los muchos materiales que requiere la infraestructura se planifica al detalle para evitar la ocupación de las escasas zonas de acopio con la que se cuenta. La colocación de las mayoría de las más de 6000 vigas prefabricadas se ha realizado de noche, ya que requiere en algunos casos la ocupación de carriles de infraestructura y sólo puede hacerse en periodos valle, para no afectar al flujo de tráfico. Esta es otra de las actividades que requieren la perfecta coordinación con todas las partes afectadas y por tanto una difusión previa adecuada.
En verano, los niveles de tráfico que se registran son ligeramente inferiores por las vacaciones escolares. Por ello y con la colaboración de todos los afectados, en mayo de 2013 y con el fin de mejorar la movilidad para el regreso escolar, el equipo de LBJ Express decidió acelerar la construcción de las vías de servicio, incluyendo algunos puentes sobre calles principales en varias áreas del proyecto. Como resultado, a finales de 2013 y dos años antes de lo previsto, unas totalmente renovadas vías de servicio, con estándares nuevos y más modernos, se pusieron a disposición de los usuarios. Los nuevos carriles, más amplios y con arcenes, facilitan la movilidad tanto del público como de los servicios de emergencia en caso de accidente.
Toda la información relevante del proyecto se actualiza diariamente en la página web de la LBJ Express, comunicando la evolución del proyecto de forma precisa. Además, y con un tiempo de respuesta nunca superior a 72 horas, se responde a aquellos afectados que pudieran tener alguna pregunta o requieran alguna aclaración. En definitiva, un gran reto ingenieril, con el compromiso del mejor de los posibles servicios al cliente.
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