Yo tengo un sueño… ¡tengo un sueño llamado BIM!

El 2016 ha llegado finalmente, y con él el mandato del Gobierno británico de ejecutar los proyectos de construcción de licitación pública utilizando BIM.

Aunque este hito implique su aplicación en particular en el Reino Unido, la implementación de BIM a nivel global es un hecho, independientemente de estándares, requerimientos y niveles de obligatoriedad impuestos por los diferentes países.

Por ello, me gustaría compartir con todos vosotros mis deseos, mis esperanzas y… mis sueños para el sector de la construcción a medida que se va extendiendo el fenómeno BIM.

Hemos reflexionado mucho sobre lo que realmente significa BIM para Ferrovial Agroman, y sobre cómo alinear estos procesos y procedimientos con nuestras fortalezas, nuestros valores y nuestra particular idiosincrasia, y hemos llegado a la conclusión de que preferimos utilizar la denominación FILM (Ferrovial Infrastructure Lifecycle Management) para referirnos a nuestro particular modo de entender qué es BIM.

Tras casi ocho años viviendo en el Reino Unido, y pese a todos los esfuerzos que he empleado para dominar el idioma inglés, me temo que aún hay mucho margen de mejora (una forma muy británica y educada de decir que me queda mucho por aprender para llegar a ser bilingüe).

Por esta razón, cuando me propusieron crear un manifiesto sobre la utilización de BIM, decidí “buscar inspiración” en uno de esos libros que recopilan los discursos más famosos de hombres y mujeres ilustres, sabios y de renombre de la historia de la humanidad. Con el fin de ser imparcial, elegí una página al azar… y de golpe me encontré en un mundo de hace más de 50 años, al leer aquél famosísimo discurso que pronunciara Martin Luther King en 1963, ante el monumento a Abraham Lincoln en Washington D.C.

Dos temas totalmente distintos, para comparar y “cortar y pegar” la idea. Por una parte, la lucha por los derechos humanos por otra, la implementación de BIM en una empresa constructora. No obstante, y salvando las distancias, he encontrado un vínculo común: ¡Las dos tienen detrás un sueño!

Yo tengo un sueño… que un día todas las personas involucradas en el desarrollo de un proyecto – desde arquitectos e ingenieros hasta los clientes y cualquier de las partes implicadas en el proceso – compartirán datos e información en una plataforma única en tiempo real.

Yo tengo un sueño… que haremos uso de herramientas y técnicas que nos permitirán entender claramente el alcance de las obras y los requerimientos del cliente, y de que antes de comenzar el desarrollo de las obras el cliente tendrá la certeza de que sabemos lo que él quiere.

Tengo un sueño… que en la etapa de diseño todas las personas trabajarán con los mismos modelos, que compartiremos una única fuente de datos para preparar y completar la información, y que estos modelos se revisarán para eliminar posibles lagunas, incoherencias o discrepancias antes de iniciar el proceso de adquisiciones y, cómo no, la propia construcción.

Tengo un sueño… que todos los niños y niñas del mundo sabrán, con total seguridad, que sus padres volverán a casa sanos y salvos día tras día porque hemos logrado mejorar la seguridad y prevención de accidentes en las obras mediante la simulación de las actividades más críticas en un entorno virtual para así eliminar los posibles riesgos.

Tengo un sueño… que los modelos ayudarán a crear, entender y aportar precisión al programa de construcción, y que los costes asociados a las distintas etapas del proceso de construcción serán incorporados, monitorizados y por ello también reducidos utilizando la información del modelo.

Y tengo un sueño… que la documentación disponible a pie de obra será lo suficientemente clara como para proceder con la construcción sin ambigüedades y sin posibilidad de diferentes interpretaciones.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Tengo un sueño… que un día toda la información se irá incorporando al modelo durante el proceso de construcción, de forma progresiva y secuencial. Un día, todas las personas tendrán acceso, a pie de obra, a los modelos para la incorporación de información, lo que permitirá que los procesos de mantenimiento y operación sean sencillos y accesibles.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Tengo un sueño… que la documentación de obra se irá actualizando a lo largo del ciclo de vida de infraestructuras y edificios, de forma que resultará mucho más fácil identificar servicios, materiales y documentación cuando sea necesario para la remodelación, la restauración o incluso la demolición de edificios.

Tengo un sueño… que un día, los usuarios finales de edificios e infraestructuras podrán de alguna manera incorporar sus sugerencias en esos modelos, y que sus comentarios serán utilizados para mejorar la calidad de los mismos y reducir el coste y el tiempo invertido en su desarrollo.

¡Hoy, yo tengo un sueño llamado BIM!

Y si el sector de la construcción quiere innovar, tenemos que lograr hacerlo realidad.

Sólo así, podremos crear un entorno más seguro en nuestra industria. Estaremos en condiciones de ofrecer un desarrollo profesional más atractivo para aquellas personas interesadas en trabajar en el sector de la construcción y, por encima de todo, con este objetivo en mente, podremos sentirnos realmente orgullosos de estar creando un mundo más sostenible para las generaciones futuras.

Y cuando esto suceda, cuando podamos decir que el sector de la construcción ha revisado y actualizado sus procesos y procedimientos, cuando realmente estemos seguros de que hemos incorporado las herramientas adecuadas y necesarias para este nuevo entorno de trabajo, y cuando verdaderamente nos demos cuenta de que durante todo este proceso no nos hemos dejado llevar por el software, el hardware y la tecnología en general, solo entonces podremos decir todos juntos y en voz bien alta:

¡Por fin BIM! ¡Por fin BIM!