Nadie se sorprende ya al escuchar la palabra dron. Por suerte cada vez más, se distancia de la imagen proyectada para su uso militar. La incorporación de estos aparatos al uso civil es ya más que una realidad. Han pasado ya dos años desde que Ferrovial Agroman se embarcó en la adquisición de la primera de estas aeronaves (sí, habéis leído bien, aeronave, porque eso es lo que son), y mucha la experiencia adquirida a lo largo de todos estos años en este campo, los drones en la construcción son una realidad. Quizá, debido a la inquietud y búsqueda de soluciones alternativas en un mercado tan innovador y de gran potencial de crecimiento, no paramos de descubrir nuevas aplicaciones y nueva instrumentación, que complementan a estos aparatos y que nos permiten alcanzar resultados cada vez más sorprendentes.
Hoy en día, podemos decir que esta tecnología está implantada ya en muchos ámbitos de las empresas del Grupo, aunque aún quedan algunos rincones donde el desconocimiento y/o el miedo a su implantación, hacen que nos resistamos a salir de la zona de confort que nos proporciona el empleo de procedimientos basados en nuestra experiencia.
Es cierto, que la legislación actual al respecto no acompaña para el óptimo desarrollo de actuales y recientes aplicaciones. Es un claro ejemplo de las diferentes velocidades que llevan las nuevas tecnologías y la adaptación de normativas que las regulen. Pero tampoco cabe demonizar a los legisladores, que quizá por exceso, tratan de poner límites a un sector en el que la seguridad prima por encima del resto de variables. Y no es un planteamiento banal, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos que entintan las páginas de prensa, con más frecuencia de la que nos gustaría, donde se ven involucrados vuelos comerciales y drones.
Es por esta razón, que desde Ferrovial Agroman se presta exclusiva atención la realización de estos trabajos, estando siempre atentos a la seguridad, y vigilando el cumplimiento de la normativa vigente en cada país. También, identificando a aquellas empresas que aun ofreciendo resultados aceptables, trabajan en un entorno de interpretación dudosa de la Ley.
No es este el único condicionante a tener en cuenta en el uso de esta tecnología. La incorporación de nuevos y cada vez más numerosos sensores, hacen que obtengamos una gran variedad de información de la que antes no se disponía. A su vez, la automatización de los procesos revierte en la calidad de la misma, permitiéndonos el análisis y la toma de decisiones que pueden suponer una optimización de actuales metodologías y gran ahorro de costes. Se requiere también una gestión de un gran volumen de datos que requiere de potentes equipos, personal especializado y un software capaz de manejar toda esta información.
Reflexionando sobre lo mencionado en el párrafo anterior, es probable que ciertos conceptos nos resulten familiares:
“gran volumen de datos”, “personal especializado y un software capaz de manejar toda la información”, “análisis y toma de decisiones “.
Todos ellos, conceptos que se manejan en la mayoría de las definiciones de Big Data. Lo que nos da una perspectiva común de ambos.
Han pasado ya tres años desde que Ferrovial me permitió participar de esta idea, algo descabellada para algunos en sus principios. Han pasado casi dos años desde que junto con otros excelentes compañeros conseguimos superar las exigencias necesarias para adquirir la Licencia de Piloto de drones. Ha pasado un año desde que Ferrovial Agroman quedó registrada como Operadora en la Agencia Española de Seguridad Aérea. Pero no ha pasado un solo minuto que no disfrutara rompiendo los cánones y buscando una forma diferente de hacer las cosa, que podríamos resumir en dos nuevos conceptos: INICIACTIVA e INNOVACCIÓN.
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