La importancia de mejorar la eficiencia de las infraestructuras y los sistemas tecnológicos
13 de mayo de 2016
En los últimos 100 años, el desarrollo tecnológico ha crecido exponencialmente con el objetivo de mejorar las comunicaciones, ya sea mediante el desarrollo del sector aeronáutico o de Internet. No hace falta aludir a grandes despliegues tecnológicos: ¿cómo era un aula de colegio en 1970 y en 1990? ¿Y en 2015? Los medios y la tecnología para enseñar son un claro ejemplo de este cambio.
La forma de comunicarse también experimentado una evolución radical. En las últimas décadas se han desarrollado múltiples herramientas como Lync o WebEx que proporcionan una capacidad de comunicación asequible, en tiempo real, en cualquier parte del mundo, en cualquier momento y en múltiples formatos.
Hacer posible estos avances ha implicado aumentar notablemente la cantidad información que suministramos al entorno y desarrollar infraestructuras que garanticen su almacenamiento y disponibilidad: desde las fotos o documentos que compartimos online hasta el gran número de datos que proporcionan las nuevas pulseras deportivas o los smartwatch (rutas, ritmo cardiaco, gustos, etc.).
Estos sistemas, equipamiento o soluciones diseñadas para hacernos la vida más fácil, demandan grandes cantidades de energía. Por ejemplo, diariamente se realizan varios miles de millones de búsquedas en internet y cada una de ellas consume 0,0003kWh, lo mismo que una bombilla de 11W encendida un minuto y medio. A estos 0,0003kWh habría que sumarle además toda la energía que necesita la infraestructura para realizar dicha búsqueda: la que consume el ordenador, tablet o smartphone; la necesaria por parte del operador que nos proporciona la capacidad de comunicación; y todas las pérdidas energéticas que existen en el sistema global. [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]A día de hoy más del 2% de la energía mundial está destinada al mundo de las Tecnologías de la Información (IT)[/inlinetweet], con sus consecuentes emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, realizar una gestión energética eficiente en este sector es fundamental.
El entorno actual está dominado por la era digital, las tecnologías de la información, y el cambio constante, no obstante, siguen siendo necesarias personas que se encarguen de que las infraestructuras funcionen correctamente, sean sostenibles y tengan el menor impacto medioambiental. Para que podamos utilizar todos estos avances tecnológicos son imprescindibles profesionales que no sólo sean capaces de arreglar el motor del ventilador de la climatizadora que da servicio al servidor de correo electrónico, por ejemplo, sino que además hayan diseñado un sistema de ventilación lo más eficiente posible, tanto en coste como en consumo. Por ejemplo, en los Data Centers, los servidores funcionan correctamente con aire entre 18 y 27ºC, pero muchos Data Centers refrigeran a tan solo 14ºC. Cada aumento de 0,5ºC supone reducir los costes energéticos hasta un 5%, por lo que es fundamental que la gestión energética de la climatización sea la adecuada.
Además, las infraestructuras que dan soporte a estas plataformas IT deben estar diseñadas hacia la optimización de las operaciones y la minimización de riesgos, para que la sociedad tenga un acceso a los sistemas 24 horas todos los días del año. Para conseguirlo, las instalaciones de IT necesitan un modelo de facility management, como el de Ferrovial Servicios, en el que los KPI’s permitan anticiparse a posibles escenarios, en el que el mantenimiento optimice el ciclo de vida útil de los equipos, que las infraestructuras minimicen las emisiones de gases efecto invernadero y que la limpieza esté enfocada a la reducción del gasto y de las partículas en suspensión.
Los profesionales del sector también han tenido que innovar a la par que la tecnología. A través del uso de nuevos sistemas de análisis o simulaciones, tienen que adaptarse a un entorno que cambia radicalmente cada cinco años. Ferrovial Servicios cuenta con personal multidisciplinar, que puede realizar análisis térmicos y eficiencia energética en las instalaciones, además de llevar a cabo evaluaciones de la capacidad, predecir fallos conforme al estudio de tendencias y mejorar los procesos existentes.
En la sociedad actual [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]tenemos muy interiorizado el uso de las nuevas tecnologías, por lo que a veces resulta difícil valorar la importancia de la gestión[/inlinetweet] y la operación de todas las infraestructuras que hacen posible su funcionamiento. Sin embargo, cada vez somos más conscientes de la necesidad del uso ininterrumpido de estas herramientas y de la importancia de la minimización de su impacto medioambiental, y esto solo se consigue mejorando la eficiencia de las infraestructuras y sistemas continuamente.
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