CPD's, un mundo por entender

Sinceramente, resulta un ejercicio curioso comparar la idea que tenía hace años de lo que era un CPD con el concepto que tengo a día de hoy. Hace cuatro años arrancó mi participación en el proyecto de Diseño y Construcción de uno de los Centro de Procesos de Datos más grandes e innovadores del mundo, el CPD que Ferrovial Agroman construye para Telefónica. En los inicios, al tratarse de una tipología de obra novedosa y poco habitual, toda la información que recibía era un sinfín de acrónimos. Lejos de ayudarme, lo único que conseguían era confundirme y generar un cierto desánimo al pensar que aquello del CPD iba a ser un mundo ciertamente complejo.

Como no puede ser de otra manera, la perseverancia hizo que día a día fuese entendiendo cada vez mejor la filosofía del CPD, y aunque evidentemente nunca (y más en este mundo tecnológico) se cesa de aprender, intentaré expresar en un lenguaje llano lo que es un CPD. Obviamente evitaré utilizar los acrónimos a los que me he referido anteriormente… o por lo menos los utilizaré de una manera explicativa.

Realmente un CPD no es más que un edificio cuyo corazón es una sala destinada al almacenamiento de equipos informáticos. Dicha sala necesita una serie de instalaciones y equipamientos que posibiliten y aseguren el continuo funcionamiento de los equipos informáticos que alberga. Por la importancia de los datos almacenados, los usuarios han demandado que la principal característica que cumpla el CPD sea la de su fiabilidad. Este parámetro ha sido medido por distintos organismos privados, entre ellos el Uptime Institute. La calificación otorgada por esta organización es la denominada como TIER II, III o IV, en función de la fiabilidad.

La eficiencia es un factor crítico en el proyecto

Otro concepto a tener en cuenta, derivado de gasto energético que supone mantener operativo el centro 24/7 (24 horas al día, 7 días a la semana) es la eficiencia. Para hacernos una idea: por cada KW destinado a equipamiento IT, es necesario consumir un importante porcentaje de energía en la refrigeración de la sala, debido  a la necesidad de disipar todo el calor generado. Al cociente entre el consumo total y el consumo IT se le denomina PUE, por lo que a un PUE menor tendremos un edificio más eficiente. Como orden de magnitud, me gustaría señalar que el gasto de la energía durante la explotación del centro supone mas de un 60% de la inversión total.

Adicionalmente, y dado el elevado coste de la inversión y lo rápido que avanza la tecnología, los otros dos conceptos que deben estar presentes en el diseño y construcción de un CPD son la modularidad y flexibilidad, que permiten minimizar las inversiones para las necesidades iniciales pero que de una manera sencilla y económica, permitan realizar ampliaciones en función de las futuras necesidades. Son numerosos, tanto los CPD que se han quedado sin espacio físico o potencia suficiente como aquellos que se han quedado vacíos por el hecho de realizar a día uno, un CPD que cubriese las necesidades de un futuro si no lejano, sí incierto.

Tras escribir la simple descripción de lo que es un CPD, donde intento reflejar claramente los parámetros que marcan la excelencia del diseño y construcción de esta tipología de obras, me doy cuenta de la suerte que he tenido al poder trabajar en este proyecto, donde; además de la magnitud – entre los 5 CPD más grandes de todo el mundo con capacidad para 16.000 m2 de espacio para IT y una densidad IT inicial de  1,7 KW/m2 ampliable hasta 7 KW/m2 con una demanda total IT de 112MW que equivale a un 15% de la potencia que es capaz de generar una central nuclear estándar – se ha desarrollado bajo las más rigurosas premisas tecnológicas que permiten que sea puntero en cuanto a fiabilidad (TIER IV) así como en eficiencia, consiguiendo unos niveles de PUE medios anuales inferiores a 1,2.

Un equipo de 500 personas

Por último me gustaría destacar, además del aprendizaje técnico que conlleva este tipo de proyectos, el valor humano que se adquiere, suponiendo un antes y un después en mi vida, gracias al equipo humano que permite finalizar con éxito el proyecto y del cual acabas formando parte como si de una familia se tratase, desde las 45 personas que han formado parte del equipo técnico (ingenieros, técnicos, administrativos, encargados y capataces) hasta las más de 500 personas que han trabajado a pie de obra, al ser importantes y necesarios todos y cada uno de ellos. A todos ellos, gracias.