Ontario es una de las 10 provincias de Canadá, pero destaca por que en ella se encuentran dos de las ciudades más importantes del país: Toronto y la capital, Ottawa. Con más de un tercio de la población canadiense viviendo ahí, más de 13 millones de personas, y acogiendo a gran parte de la industria, no es de extrañar que sean necesario buenas conexiones que unan a todas sus ciudades y habitantes.
Por ello en 1997 se inauguró la autopista de Canadá 407 ETR, esta está localizada en la ciudad de Toronto, se extiende en paralelo al primer anillo de circunvalación de la ciudad, la autopista 401, que es una de las carreteras más congestionadas de Norteamérica.
Esta autopista canadiense tiene 108 kilómetros y unos 200 puntos de acceso y salida, 137 pasos elevados y 80 pasos subterráneos. Además, cuenta con uno de los sistemas de telepeaje más avanzados, que no requiere que se detengan para pagar, convirtiéndose así en la primera autopista totalmente electrónica del mundo.
La innovación electrónica: Free flow
La carretera dispone de un sistema de peaje innovador, en vez de que los conductores se tengan que detener en los arcos y provoquen colas kilométricas, la tecnología de la autopista detecta a los vehículos a través de unos dispositivos transmisores de matrícula, calculan la ruta realizada y gestionan la facturación. Lo mejor es que el usuario paga una tarifa que se ajusta al ahorro de tiempo que le proporciona la autopista.
La autopista 407 ETR ya ha superado el millón de dispositivos de telepeajes – en el sector conocido como transponder- entre sus usuarios, lo que significa que más de un millón de conductores consideran esta autopista una elección rápida, segura y fiable.
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