Desde los alquimistas de la China imperial a los sacerdotes incas, pasando por el consumo de ambrosía de la Grecia clásica y las famosas piedra filosofal y fuente de la eterna juventud. Las leyendas, mitos y búsquedas de la inmortalidad salpican la historia de la humanidad. Muchas grandes mentes se han quedado por este tortuoso camino entre la realidad y la ficción, motivadas por descubrir un secreto que acabaría, en demasiados casos, por enloquecerlas.
Pero, ¿y si la inmortalidad estuviera más cerca de lo que creemos? La iniciativa 2045 sostiene que será en ese año cuando el ser humano venza a la muerte. Y no será gracias a sustancias prodigiosas ni extraños procedimientos médicos, sino de la mano de la tecnología, la robótica y la inteligencia artificial.
¿Se acerca la (re)evolución del ser humano?
Impulsado por el millonario ruso Dmitri Itskov nacía, en 2011, el proyecto 2045 Initiative con unos objetivos muy claros: desarrollar la tecnología robótica y la inteligencia artificial hasta el punto que superen en todo al ser humano. Navegando entre la ética, la filosofía y la ingeniería, la iniciativa asegura que la humanidad necesita utilizar todo su poder tecnológico para mejorar y evolucionar al ser humano en sí mismo y no solo su entorno.
El proyecto camina de la mano de la teoría de la singularidad tecnológica: un punto (alrededor del año 2045) en el que la robótica y la inteligencia artificial superarán las habilidades humanas. Itskov sostiene que, dentro de tres décadas, los robots no solo serán más inteligentes que el hombre, sino que serán capaces de replicarse a sí mismos en máquinas más y más listas. Así, los seres humanos podríamos transferir nuestras consciencias en estas máquinas perfectas y vivir para siempre.
Tal como lo ven sus propios impulsores, al alcanzar este punto se acabarían las guerras, el hambre y las enfermedades en el mundo, pues la supervivencia estaría garantizada. Estos robots podrían sobrevivir en un planeta mucho más extremo que el actual, con altas temperaturas e índices de radiación muy elevados o ausencia de alimento y agua.
Estas premisas, que transcienden el método científico para aventurarse en futuros lejanos y utópicos, le han valido a 2045 Initiative el apoyo de personalidades políticas y líderes espirituales como el Dalai Lama. Además, el proyecto se ha convertido en una iniciativa casi política que promete la creación de una neo-humanidad.
¿Cuáles son los objetivos de la Iniciativa 2045?
2045 Initiative tiene todos los ingredientes para una buena película de ciencia ficción, solo que en el mundo real. Sus objetivos también están bien definidos en su manifiesto.
- Lograr el apoyo de la comunidad internacional y crear un clima de cooperación entre diferentes expertos.
- Construir un centro internacional de investigación cibernética que se centre en el fin último del proyecto: la creación de un cuerpo artificial avanzado y de un sistema que permita transferir la consciencia humana en este cuerpo.
- Conseguir la colaboración de expertos en lo que definen como “cruzada para impulsar los avances tecnológicos”.
- Apoyar la industria de la innovación y crear programas de educación científica sobre el tema para escuelas e institutos.
- Generar contenido educativo para televisión, internet y radio; apoyar conferencias congresos y ferias; y establecer una serie de premios que contribuyan a aumentar la visibilidad del proyecto y fomenten la participación.
- Crear una cultura conectada con esta ideología futurista, promoviendo la fe en el progreso tecnológico, la inteligencia artificial, la inmortalidad y desarrollando la organización de una sociedad ciborg.
¿En que punto se encuentra hoy el Proyecto 2045?
El proyecto 2045 ha conseguido salir en algunas portadas, el apoyo de algunos líderes mundiales e ir ganando adeptos a su causa. Sin embargo, mientras la vertiente más social de la iniciativa parece crecer a buen ritmo, el avance científico y tecnológico real del proyecto está estancado.
Según Dmitri Itskov, nuestro cerebro podrá ser completamente reemplazado por lo que conocemos como redes neuronales. Básicamente, se trata de un sistema de auto-aprendizaje en el que diferentes unidades de computación interconectadas imitan el cerebro humano respondiendo a una serie de estímulos y aprendiendo de ellos. La tecnología existe y es real. Sin embargo, está todavía lejos de poder alcanzar la potencia y las capacidades de un cerebro de Homo sapiens.
El 2045 Initiative prometía, tras una primera fase de investigación, que en 2015 se habría descifrado por completo cómo funciona un cerebro y que se empezaría a trabajar en un proyecto de cerebro artificial que estaría acabado en 2020. Pero el primer punto todavía no se ha cumplido.
¿Cuáles son las fases de la Iniciativa 2045?
Una vez conseguido este primer paso, el proyecto contempla las siguientes fases de investigación que llevarían a alcanzar esta singularidad de la inmortalidad robótica en 2045.
- 2015-2020 Construcción de avatares robóticos controlados por ordenadores que simulen el cerebro humano. Esto daría a los hombres la habilidad de trabajar en entornos peligrosos y en ambientes extremos.
- 2020-2025 Creación de sistemas robóticos autosuficientes ligados a este avatar robótico, inicialmente pensado para recuperar partes del cuerpo inutilizadas por accidentes. Una vuelta de tuerca a la biónica.
- 2030-2035 Crear un modelo electrónico del cerebro y la consciencia humana y desarrollar un sistema capaz de transferir la consciencia de un ser humano a un recipiente artificial.
- 2045 Tras completarse todos los pasos anteriores, todo ser humano podrá empezar a transformarse en un ser robótico autosuficiente y con capacidades mucho más avanzadas que las del cuerpo biológico. Los impulsores de la iniciativa no están seguros de cómo se conseguirá, pero creen firmemente que la especie humana evolucionará de tal forma que, de hecho, se creará una especie completamente nueva.
¿Qué críticas han surgido contra la Iniciativa 2045?
Aunque el aspecto tecnológico vaya con retraso, no es aquí donde la iniciativa ha encontrado las mayores críticas. De hecho, algunas voces dentro de la industria tecnológica, como Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google, aseguran que, año arriba, año abajo, es posible alcanzar este nivel de desarrollo tecnológico a mediados del siglo XXI.
Las voces críticas se han alzado en la vertiente ética y más espiritual del proyecto. Y tienen, además, mucho que ver con las dudas que asaltaron a alquimistas y buscadores de piedras filosofales en el pasado. Pongamos que se alcanza la inmortalidad, ¿por qué la vida eterna iba a traernos paz, sabiduría y serenidad? Y, de ser así, ¿sería satisfactorio para estos seres humanos 2.0?
Además, Itskov envió en el año 2012 una carta a unas 1.200 personas – incluidas en la lista Forbes – de entre las más ricas del mundo. En ella les prometía, simplemente, la inmortalidad a cambio de financiación. Esto ha generado algunas dudas alrededor del proyecto (como las de la periodista y antropóloga Josephine Adams) en relación a cómo los más pobres podrán pagar el acceso a la tecnología. O, incluso, si las intenciones de Itskov son directamente crear un avance solo para unos pocos.
Así, 2045, singular o no, podría ser el año en el que la tecnología nos abra las puertas de un nuevo mundo. O el año en el que nos volvamos a dar cuenta de todas las cosas que todavía no comprendemos de nosotros mismos.
2 comentarios
Iniciativa 2045, o cuando los robots superar&aa...
09 de febrero de 2017
[…] La Iniciativa 2045 de Dmitri Itskov pretende Alcanzar la inmortalidad en 2045. ¿Estás Preparado Para Una especie humana nueva Completamente? […]
Dubitador Dubitadore
19 de febrero de 2017
Cuando los robots superen a los humanos usados como robots, o sea como herramienta y recurso de otros humanos.