movilidad laboral interna
Emprendimiento

La movilidad, una respuesta a la necesidad de crecimiento

21 de febrero de 2017

Hablar de emprendimiento, intraemprendimiento o de entornos VUCA no es ya ninguna novedad, hace años que venimos oyendo estos conceptos que no son otra cosa que sinónimos de identificación y generación de oportunidades, adaptación y aprendizaje.

Y es que a algunos esta corriente del emprendimiento y del cambio nos ha pillado abriendo las puertas del mercado laboral y echando el primer paso, pero a otros les ha llegado a los oídos mucho antes de que supiesen siquiera qué querían estudiar. Sin embargo, no todos los proyectos emprendedores ni las oportunidades para aprender o desarrollarte vienen de la mano de una empresa de nueva creación.  A veces, las grandes organizaciones pueden ser una magnifica vía para poner en marcha ideas individuales o incorporar nuevas experiencias.

Recuerdo que, cuando iba al colegio, muchos de mis compañeros ya tenían claro a qué iban a dedicarse durante las próximas décadas, algunos siguiendo el ejemplo de lo que habían visto en casa, ya fuera ser su propio jefe o sentarse frente a un escritorio. Y allí estaba yo, sin tener muy claro hacia dónde iba a tomar mis próximos pasos, ni si quiera qué iba a estudiar en la universidad, no hablemos de dónde me veía trabajando el resto de mi carrera.

Mobilidad laboral interna

Por circunstancias de la vida, y tras haber experimentado un par de añitos en diferentes campos,  acabé en Ferrovial en el área de Recursos Humanos. Y desde aquello ya han pasado unos años…quizás alguno más de los que tenía previstos inicialmente. Así que ni empresa, ni emprender, ni oposiciones. Asalariada en una gran corporación, como muchos de los que soñaron ser sus propios jefes y como otros tantos que aspiran hoy a convertirse en emprendedores antes de cumplir la treintena.

Movilidad laboral ¿fuera o dentro de la empresa?

¿Qué quiero ser de mayor?

Hoy en día muchos masters animan a crear empresas, montar pequeños negocios y perseguir nuestro sueño, en demasiadas ocasiones pecando de ingenuos y poco realistas. Tampoco ayudan mucho esas experiencias de éxito que nos llegan desde diferentes geografías, de la mano de personas comunes que han montado empresas millonarias con mucho esfuerzo pero cuatro “perras”; ni aquellos posts que nos explican en un puñado de palabras cómo vivir a todo trapo de un blog, dedicándole dos horas al día.

Movilidad laboral trabajadores

Este cóctel de información y estímulos, con una mezcla de energía y proactividad, lleva a los chavales a visualizar y tratar de alcanzar el que sería su empleo perfecto. Así, cuando acaban sus estudios superiores pueden tratar de imitar a youtoubers de éxito con escasas posibilidades de forrarse, o bien lanzarse al mundo empresarial catando un amplio espectro de organizaciones que va desde las gigantes Big 4 hasta “pequeñas” start-ups, donde algunos incluso pagarían por entrar.

¿Hacia dónde moverse?

El objetivo de estas generaciones no es otro que aprender y contribuir. Buscan absorber todo lo que puedan y tener la oportunidad de vivir diferentes experiencias, conocer a multitud personas y poder aportar su granito de arena. Y para eso hace falta moverse, hacia un lado, hacia otro, hacia arriba, e incluso a veces, hacia abajo.

Hasta hace unos años, se luchaba por un buen empleo y uno se quedaba allí prácticamente el resto de sus días. En España no nos hemos caracterizado por cambiar de manera asidua de empresa a lo largo de nuestra vida profesional. No obstante, esto está cambiando y [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]con los años no nos sorprenderá ver en un CV dos cambios de empresa en un periodo de tres años[/inlinetweet].

Ahora bien, hay montones de formas de moverse y, como mencionaba anteriormente, de absorber y vivir, conocer a diferentes personas, cambiar de ámbito y funciones y, en resumen, seguir aprendiendo.

Mobilidad laboral oficina

Algunos podrían decir que mi espíritu inquieto se ha relajado después de estos años en Ferrovial, pero nada más lejos de la realidad. Y es que los cambios profesionales también pueden suceder dentro de una misma organización, incluso dentro de un mismo área. Que me lo digan a mí, que ya he cambiado tres veces de silla, de compañeros y de funciones.

Cuando entras en el mundo de las grandes corporaciones, puedes echar de menos algunas cosas de tus colegas de ahí afuera, que van dando saltos, comenzando nuevos retos, conociendo diferentes entornos y que empiezan cada aventura con nerviosismo e ilusión. Pero dentro de grandes organizaciones como Ferrovial también puedes disfrutar de oportunidades que te permitan empezar cada etapa con el mismo entusiasmo de tus colegas de ahí fuera.

Al final, los cambios positivos y los retos son precisamente ilusiones que nos movilizan. Y ese interés por aprender y crecer que buscan las nuevas generaciones también puede fomentarse en las grandes compañías. La movilidad laboral interna, ya sea horizontal o vertical,  te permite dar respuesta a un “culo inquieto” cambiando de silla, de proyecto, de país e incluso de negocio. Pero además, le aporta un gran valor a la empresa, contando con profesionales cada vez más motivados e ilusionados, que pueden aportar una experiencia más amplia y diversificada. Si a eso le sumas, generar espacios y contextos donde aportar ideas propias y fomentar el intraemprendimiento, quizás consigamos que se olviden del youtuber de éxito y del blog de automotivación.

En tiempos en los que la competencia por el talento es cada vez mayor y los knowmads (nómadas del conocimiento) se constituyen como los nuevos trabajadores de un futuro muy cercano, las grandes corporaciones deben responder a las necesidades de crecimiento y desarrollo de las personas para continuar siendo atractivas. Es por ello que la movilidad interna se constituye como un elemento clave y debe ir más allá de una promoción o un cambio de país. Se trata de, precisamente, aprovechar la magnitud de una gran organización en términos de áreas, funciones, geografías, equipos y recursos para innovar, y ampliar la oferta de oportunidades de aprendizaje. Respondiendo así, no sólo a las necesidades de cambio de las personas que la conforman, sino a las propias necesidades de la compañía de afrontar los retos futuros con el mayor conocimiento y diversidad posible.

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