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Un viaje a los icónicos pabellones de la Expo 92 de Sevilla

08 de agosto de 2017

En el verano de 1992 fueron muchos los niños que presumían de tener una camiseta o el mismísimo muñeco de Curro; la simpática mascota de la Expo 92 de Sevilla. Este pájaro con pico y cola de colores – representando cada uno de los continentes – fue diseñado por el alemán Heinz Edelmann, y representa el orgullo y la transformación de una ciudad.

Curro se quedó en el recuerdo de todas las personas que vivieron intensamente esa la Exposición Universal pero algo más quedó. Tras 25 años, en la ciudad andaluza todavía resiste el recuerdo de los pabellones que cada comunidad autónoma y país construyó para este evento internacional. Para Ferrovial, 1992 y los años previos, estuvieron marcados por grandes hitos, parte de la renovación de Barcelona para los Juegos Olímpicos e icónicos pabellones para la Expo 92 de Sevilla. Te invitamos a dejar volar la imaginación, volver a ese año y viajar por los pabellones de la Exposición Universal de Sevilla.

Descubre algunos de los pabellones de la Expo 92 de Sevilla

Pabellón de Retevisión

La Comisión de las Comunidades Europeas en 1990 fundó Visión 1250, una iniciativa formada por 32 empresas e instituciones de todas las áreas del sector audiovisual en Europa (desde productoras, cadenas de comunicación, fabricantes de equipos o compañías de transmisión de señales de televisión). En la construcción de este pabellón se incluyó un estudio de 400 m y fue la conexión de Sevilla para Europa.

Este pabellón fue diseñado por el arquitecto Horacio Domínguez López y se construyó, junto al mítico Pabellón de Cruzcampo y frente al del Comité Olímpico Internacional (COI). Hoy en día  pertenece a la cadena de televisión andaluza Canal Sur, que ha aprovechado su estudio de alta definición.

El edificio que tiene una superficie construida de 5.561 metros cuadrados y 42,5 metros de altura; destaca por su fuerte geometría y contraste, combinando diferentes volúmenes con elementos acristalados y transparentes. Pero probablemente aquello que más lo representa es la Torre de Comunicaciones, diseñada con forma cónica, que le da un carácter tecnológico del pabellón.

Pabellón de Baleares

El arquitecto de Palma de Mallorca, Miguel Vicens Coll, diseñó el Pabellón de las Islas Baleares de 1840 metros cuadrados y 28 metros de altura. Todo el concepto que se definió tanto para el diseño del edificio como para el desarrollo de la exposición, quería transmitir las Islas Baleares, el Mar Mediterráneo; hacer un viaje al pasado y explicar la historia de los marineros y navegantes insulares con el descubrimiento y conquista de América en 1492. Pero un viaje al presente, reflejando toda la evolución hasta 1992.

Miguel Vicens reflejó este concepto a través de un edificio totalmente acristalado y rodeado de agua, dando la idea de ser un velero, tanto por las velas que se despliegan en su fachada principal como por la embarcación fondeada en el lago que rodea al pabellón. El edificio estaba organizado, y por tanto la propia exposición, en cinco niveles: tres pisos, planta baja y semisótano.

A lo largo del recorrido, el visitante podía disfrutar de las exposiciones de arte antiguo, los sectores productivos de la región y la evolución de las Islas hasta su mayor exaltación al sector turístico. En la tercera planta, se encontraba el restaurante, donde se podía disfrutar de una terraza panorámica con fantásticas vistas y los platos típicos de Baleares.

Cuando finalizó la Exposición Universal, el edificio se incluyó en el parque temático “Cartuja. El parque de los Descubrimientos” y desde 1993 a 1998 ahí se pudo encontrar “Bichomanía”, una exposición sobre la vida animal con ejemplares vivos. Finalmente, en el ’98 fue derribado para la ampliación del parque temático Isla Mágica.

Pabellón Plaza de África

La historia de este pabellón empieza en la unión de 15 países del África Subsahariana que no tenían los medios suficientes para la construcción un pabellón propio en la Expo ’92. Fue así como los arquitectos Alvaro Navarro y Miguel M. de Castilla crearían un espacio conjunto de 14.925 metros cuadrados y 25 metros de altura, en el que Angola, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe, Guinea Bissau, Camerún, Congo, Costa de Marfil, Gabón, Guinea Ecuatorial, Kenia, Mozambique, Nigeria, Senegal y Zimbabwe acogerían su historia, cultura y tradición.

Se trataba de un espacio geométrico con un impresionante cristal, una pasarela sobre un estanque y rodeado de macizos edificios. Se componía de 7 plantas pero sólo 3 estaban dedicadas a exposición, debido a los diferentes espacios de gestión, administración o la sala de proyecciones y espectáculos. Por tanto, serían en esas tres plantas donde se exhibiría toda la diversidad del continente africano.

Expo 92 Sevilla Pabellón Plaza Africa


Pabellón de Turquía

Este edificio de 1.024 metros cuadrados y 25 metros de altura, fue diseñado por los tres arquitectos Oner Tokcan, Hulusi I Gonul y C. Ilder Tokcan. Aunque a simple vista pudiera parecer pequeño con solo dos plantas visibles y un sótano. Destacaba una torre que representaba la bandera del país, de 25 metros de altura con 15 metros ancho que fue retirada en 1996.

Expo 92 Sevilla Pabellón Turquia

Pabellón de Asturias

Los arquitectos Ramón Muñoz y Antonio Sanmartín crearon para la Comunidad Autónoma de Asturias un edificio contemporáneo con perspectivas de ser aprovechado en el futuro. Este espacio estaba pensado para que tras la Muestra Universal fuera trasladado y por eso era “fácil” su montaje y desmontaje. Los arquitectos querían reflejar los bosques asturianos y para ello crearon una gran sala abierta con pilares de acero. Como curiosidad, en el suelo del patio exterior se proyectaba el mapa de Asturias, pudiendo así conocer su geografía a través del relieve.

Durante la Expo 92, los visitantes podían conocer el territorio, el clima de la comunidad, la historia y la cultura asturiana a través de sus piezas de artesanía y la música.

Ya que había sido diseñado para un posible traslado, en 1994 el pabellón se trasladó a Gijón para ser la sede del Museo del Pueblo Asturiano.

Pabellón de los Descubrimientos

Sin duda el pabellón que mayores expectativas acogía y sin embargo el que poco se pudo disfrutar. El que iba a ser el más icónico de los edificios de la Expo 92, estaba pensando para que después se convirtiera en un espacio aprovechable para los ciudadanos, pero antes incluso de que quedara oficialmente inaugurada la exposición universal, las llamas lo arrasaron, dejando en añicos el edificio.

El pabellón era una estructura rectangular de aluminio, donde destacaban 15 torres metálicas, con una separación de 24 metros entre sí, que se unían con puentes de gran tamaño. Aunque realmente era un único edificio, funcionaba como dos independientes, donde se encontraba el Domorama, y el pabellón de exposiciones.

El fuego el 18 de febrero de 1992, además de destruir el edificio, acabó con todo lo que estaba en su dentro como, el primer coche fabricado en España o el avión del Barón Rojo. Solo se salvó el edificio que albergaba el Cine Espacial Alcatel, un cine en 3D que tuvo un gran éxito durante los 6 meses que duró la Muestra. Tras la Expo, el espacio tuvo mucho recorrido, el cine se utilizó dentro de las inmediaciones del parque ‘Cartuja. El Parque de los Descubrimientos y también en el Espacio Cultural Puerta Triana hasta finales de la década de los 90. Al final, se cerró  y en el verano de 2005 la empresa IMAX se llevó el proyector, ya que se encontraba en régimen de alquiler.

Pero la historia del pabellón no terminó ahí, la zona del sótano llegó a ser una discoteca hasta 2007, año en que se demolió este edificio que tanto dio que hablar.

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