Si tuviera que expresar qué me sugiere la palabra EXPERIENCIA, saldrían de mi mente palabras y expresiones como: vivir, oler, escuchar, tocar o algo relacionado con los sentidos, así como lo que produce “emoción”: alegría, tristeza, miedo…. aquello que lejos de dejarte impasible, te provoca o despierta una sensación que te hace que quieras contarlo y compartirlo.
Definición de experiencia:
Si recurrimos a la sabiduría popular, una EXPERIENCIA se define en Wikipedia como “una forma de conocimiento o habilidad, derivados de la observación, de la participación y de la vivencia de un evento”. La experiencia es la mejor forma de aprender y producir nuevos conocimientos, pues retenemos y consolidamos el resultado de lo que hemos vivido.
¿Qué debe que tener la experiencia para retenerla?
Leí que alguien pregunto a Einstein que hacía cuando tenía una idea, por ejemplo, si la apuntaba en un cuaderno. Él dijo “cuando tengo una idea nueva, no se me olvida”. Cuando algo nos emociona, es difícil olvidarlo. Parece que realizamos un proceso de selección en nuestra memoria según la importancia e impacto de lo que vivimos.
Cuando bridamos importancia a los recuerdos y los almacenamos bajo la etiqueta de importante, los rememoramos. Entonces ¿qué tiene que tener algo para que conquiste la atención de la persona y genere ese impacto?
- Que para ella brille,
- que trascienda (que no quede en un momento sólo),
- que sea único/a,
- que provoque emoción,
- que sea vivido en un momento (el presente) y
- sobre todo que esté “diseñado” pensando en la persona que recibe esa experiencia.
Punto de vista de la selección:
Y desde el punto de vista de la selección, sabemos que el candidato ya habla con bots, hace entrevistas en realidad virtual, a distancia, en cualquier momento, e incluso como los presentadores de la tele (en pijama, debajo de la mesa). Puede “jugar” a descubrir la empresa, ver en su móvil qué necesitan de él antes de incorporarse, pregunta y conoce más de sus compañeros y proyectos, recibir feedback de su proceso de selección en el móvil (sin demoras) y dar feedback sobre éste pulsando una estrella.
La selección, atracción y onboarding pueden ser más eficientes y facilitar “esa experiencia memorable” con las tecnologías emergentes, tanto para el candidato como para el profesional de la atracción, selección y onboarding del talento.
El candidato puede:
- ahorrar tiempo, costes, no desplazándose de su casa para completar un proceso.
- dar feedback (escuchar, opinar) en los procesos, así como recibir información clara, sobre éste.
- recibir respuestas de forma más rápida.
- informarse y conocer más sobre la cultura y formas de hacer en la empresa.
- aprender por el camino sobre tecnologías aplicadas a un ámbito concreto como el de la atracción del talento.
Compatibilidad de “experiencia + tecnología”, conocimiento, vivencia, y adaptación a esto que ya no es futuro sino nuestro presente.
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