Cómo se preparan los equipos de emergencia ante un accidente en un túnel de autopista
22 de enero de 2018
Un autocar con 25 pasajeros y un vehículo familiar con varias personas han sufrido un aparatoso accidente en el interior de un túnel de la autopista. Pocas situaciones son más peligrosas: hay víctimas, humo, poca luz y mucha confusión. En escasos minutos, los servicios de emergencia reciben la primera llamada de aviso.
¿Qué sucede después? Se activa el protocolo de emergencia: «E2-FUE-02 Fuego en vehículo». Al poco tiempo llegan los bomberos y sólo media hora después todas las personas accidentadas han sido evacuadas; la situación está controlada. Todo ha sido una simulación, todas las partes implicadas – centro de control de túneles, equipo de primera intervención, bomberos, emergencias 112, Guardia Civil, grupos de rescate y autoridades– han intervenido según un protocolo perfectamente definido que hace que los engranajes de todos estos servicios y un enorme número de especialistas y sistemas técnicos funcionen a la perfección.
El simulacro en cuestión se llevó a cabo en el Túnel de Casares el pasado mes de noviembre. Este túnel de la Autopista del Sol –autopista gestionada por Cintra- está ubicado entre Estepona y Guadiaro, en la provincia de Málaga. Su construcción finalizó en 2002. El túnel en sí transcurre a lo largo de algo más de un kilómetro, con un diseño de «doble tubo» con 10,05 metros de altura máxima y con dos carriles en cada uno de los sentidos de circulación. Por él viajan unos 15.500 vehículos al día, de los que aproximadamente un 1% son vehículos pesados que transportan mercancías peligrosas.
Planificación y protocolos
Para la explotación de este tipo de túneles se diseña una planificación para todo tipo de incidentes ( vehículo averiado, accidentes, incendio, filtraciones, … ) incluyendo los correspondientes protocolos de respuesta.. Los túneles más largos suelen tener galerías de servicio auxiliares; el de Casares cuenta con dos locales técnicos en los que están ubicados los elementos de control de todo el equipamiento de seguridad del túnel. Conocer todo esto permite la identificación de los riesgos y definir las respuestas. El objetivo final: que la circulación de los usuarios sea tan segura como cuando lo hacen por el resto de la autopista a cielo abierto.
Los planes de emergencia definen las formas de intervención coordinada entre los diversos servicios de emergencia, con el fin de planificar cómo ha de ser su actuación y hacerla más eficiente: respuesta rápida las 24 horas los 365 días del año, acceso a bases de datos y evacuación del interior.
Entre los sistemas de seguridad del propio túnel se incluyen la ventilación, iluminación, detección de CO, postes SOS, salidas de emergencia, detección lineal incendio, sistema de megafonía, más de diez cámaras y sendas cámaras exteriores en cada tubo– todo ello conectado mediante fibra óptica. También hay varios grupos de semáforos tanto exteriores como interiores y paneles informativos con señales de circulación y limitación de velocidad. Todos estos sistemas están controlados mediante una unidad central y soportados por un grupo electrógeno independiente por si hubiera un fallo de suministro eléctrico.
Anticiparse a las emergencias
Los protocolos de actuación incluyen la gestión de tres tipos de posibles incidentes, que se clasifican con colores verde, amarillo y rojo según su gravedad: preemergencia, emergencia nivel 1 y emergencia nivel 2. El primero son problemas menores como meteorología adversa, vehículos detenidos o retenciones. Se considera nivel 1 las filtraciones de agua, choques o accidentes leves. El nivel 2 es el más grave e incluye inundaciones, daños estructurales, accidentes con víctimas o fuego. Cada situación tiene un código alfanumérico que permite identificarla sin posibilidad de error en las comunicaciones.
Los protocolos incluyen un paso-a-paso de la gestión de cada posible incidente. Esto va desde los avisos y actuaciones inmediatas (comprobar las cámaras, reforzar la iluminación, señalizar) a activar planes como los de evacuación del túnel o instrucción a los servicios de emergencia. También se activa un plan de gestión de tráfico que normalmente incluye cerrar el acceso al túnel temporalmente y desviar el tráfico a otras vías alternativas. Una vez superada la emergencia se vuelve a las condiciones iniciales de señalización, iluminación y queda un registro grabado en vídeo del incidente.
Practicar para estar mejor preparados
Todo simulacro tiene diversos objetivos, entre los que se incluye comprobar que todo funciona correctamente según lo previsto. Pero también se aprovecha para formar a nuevos equipos de intervención, mejorar el conocimiento que se tiene de un lugar en particular y depurar los procedimientos de actuación ya definidos. En el simulacro de Casares participaron en la formación 30 bomberos y personal de la concesionaria Autopista del Sol.
No es extraño que el proceso que culminó en el simulacro de noviembre hubiera comenzado meses antes con reuniones de coordinación con Bomberos, Guardia Civil, Emergencias 112 y el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA). Entre otras cosas porque diseñar el propio simulacro también tiene su complicación: hubo que preparar los vehículos a «accidentar», máquinas de humo para dotar de mayor realismo a la situación e incluso la presencia de más de 20 figurantes.
La preparación del simulacro el día clave necesitó de una hora a partir de las 9 de la mañana: se desvió el tráfico, se posicionaron los vehículos y figurantes en el interior y se llenó el tubo de humo. Con todo listo, a las 10:03 se detectó la emergencia a través del Centro de Control.
De forma inmediata se dio el aviso a los servicios de emergencia según el protocolo, activando el código «E2-FUE-02 Fuego en vehículo». Pasados diez minutos ya se habían realizado las primeras acciones (cierre del túnel y activación del plan de desvío de tráfico de la autopista) además de actualizar la información a los bomberos, que llegaron a las 10:20, poco más de 15 minutos después de detectarse la emergencia.
En los 10 minutos siguientes los bomberos evaluaron la situación, algo fundamental antes de entrar en acción. Acto seguido realizaron todas las labores de extinción, rescate y evacuación y a las 10:39 se dieron por terminadas las actuaciones de emergencia. En total habían transcurrido 36 minutos desde que se detectó el problema. El ejercicio de simulacro se dio por finalizado una hora después y en una reunión posterior en la que participaron todos los equipos de intervención, se compartió la información, datos y diversos puntos de vista sobre todos los aspectos del simulacro.
En los vídeos y fotos del simulacro pueden observarse varios momentos de la ajetreada mañana, incluyendo la actuación de los bomberos y los diagramas de flujo de los protocolos y planes de actuación. Con cinco camiones de bomberos, 2 patrullas de la Guardia Civil de Tráfico y decenas de especialistas todo salió como estaba previsto. Eso incluye las bonitas abolladuras de los vehículos de pega, cuyo accidente simulado sirvió para comprobar que el Túnel de Casares de la Autopista del Sol dispone de protocolos y sistemas efectivos que permiten una identificación y gestión eficaz de cualquier incidencia.
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